UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

 

 

 

FACULTAD DE ECONOMIA

 

 

 

 

EL FMI Y LA CRISIS GLOBAL

 

 

 

 

T E S I S

QUE PARA OBTENER El TITULO DE:

LICENCIADO EN ECONOMIA

P R E S E N T A :

M A R T I N P E Ñ A G O N Z A L E Z

 

 

DIRECTOR DE TESIS: DRA MA. EUGENIA CORREA VAZQUEZ

 

 

 

 

 

MEXICO, D.F. SEPTIEMBRE DE 2001

 

 

INDICE

Introducción 1

i. Objetivo General 2

ii. Objetivo Particular 3

iii. Hipótesis de la Investigación 3

iv. Contenido 4

 

 

I. NACE UN NUEVO ORDEN ECONOMICO Y MUNDIAL 6

1. Introducción 6

1.1.Condiciones de la economía mundial y objetivos de la estabilidad

cambiaria 6

1.2 Situación económica de estados unidos hasta 1940 8

1.3 Los acuerdos de Bretton Woods y la fundación del FMI 9

1.4 Estabilización cambiaria y objetivos del FMI 13

1.4.1 Creación de los derechos especiales de giro 16

1.4.2 Funcionamiento 16

1.4.3 Conformación del Banco Mundial 17

1.5 Funciones y bases del FMI 18

1.5.1 Funcionamiento del FMI 21

1.5.2 Aportaciones o cuotas 21

1.5.3 Derechos de votación 24

1.5.4 Organización interna del FMI 25

1.6 Consideraciones y criterios del FMI 26

 

 

CAPITULO 2

 

II. EL FMI DESPUES DE LA RUPTURA DE BRETTON WOODS 28

 

2. Introducción 28

2.1 Contexto monetario de los años setenta 29

2.2. Rompimiento de los acuerdos de Bretton Woods 30

2.2.1 Los acuerdos de Bretton Woods 30

2.2.2 Desenlace del rompimiento de Bretton Woods 31

2.3 El FMI después de la ruptura de Bretton Woods 34

2.3.1 Etapas del FMI 35

2.4 El nuevo papel el FMI cuando se rompe Bretton Woods 36

2.5 La crisis de deuda y el FMI 39

2.6 Acuerdos en el marco de los planes Baker y Brady 45

 

 

CAPITULO 3

 

III. EL FMI Y LA NUEVA ARQUITECTURA FINANCIERA 52

3. Introducción 52

3.1 Contexto económico y político durante los años noventa 52

3.2 Políticas de ajuste como consecuencia del ajuste financiero 67

3.3 Acuerdos multilaterales de México: GATT, OCDE Y TLC 60

3.4 Reuniones del FMI en los años noventa 61

3.5 La estrategia del fondo frente a la crisis mexicana 64

3.6 Antecedentes y practicas de la nueva arquitectura financiera 67

3.6.1 Propuestas de solución de crisis en los sistemas financieros: nueva

arquitectura financiera del FMI 68

3.7 El enfoque actual del FMI ante crisis financieras 72

3.7.1 Los mercados emergentes de Asia 73

3.7.2 Programas respaldados por el FMI en Asia 74

 

 

 

CAPITULO 4

 

IV. LAS PROPUESTAS DE REFORMA AL SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL Y AL FMI 76

4. Introducción 76

4.1 Nuevas propuestas de reforma al sistema monetario internacional 76

4.1.2 Las zonas metas como medida para reformar el SMI 79

4.2. Creación de un nuevo Bretton Woods 82

4.2.1 La enmienda al convenio constitutivo 83

4.2.2 Revisión de cuotas 83

4.3 Diferentes propuestas de un nuevo FMI 86

4 3.1 Que nuevo papel juega el FMI 88

4.4 Que papel desempeña el FMI en la nueva arquitectura financiera 90

4.5 Propuestas del FMI para resolver crisis financieras 93

4.5.1 Nuevas medidas de supervisión 96

4.6 Conclusiones 99

Bibliografía 101

 

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

La presente investigación tiene como fundamento el exponer el papel que ha jugado el Fondo Monetario Internacional en el contexto mundial, pero sobre todo a raíz de la crisis financieras de los últimos tiempos y que han repercutido tan dramáticamente en los países emergentes que se encuentran en transición económica. Los recursos manejados por parte de las instituciones como el FMI y el Banco Mundial no ha sido suficientes para enfrentar el crecimiento del mercado mundial de mercancías y capitales. Mientras que el condicionamiento de las políticas económicas que el Fondo ejerce tampoco ha permitido a dichos países retornar a condiciones de credibilidad macroeconómica, estabilidad y certidumbre.

A raíz de las últimas crisis financieras los países industrializados se han dado a la tarea de establecer líneas de financiamiento con el fin de menguar las crisis para que no repercutan en su economía, lo que ha requerido que, mediante los organismos establecidos después de la segunda guerra mundial, otorguen préstamos tratando de frenar el deterioro provocado por la crisis y especialmente aislar sus efectos para evitar el efecto "contagio".

De ahí el interés en la presente investigación de analizar la creación de una de las instituciones que ha jugado un papel preponderante en los últimos cincuenta años y que viene a hacer la principal fuente multilateral de recursos. A su vez es necesario comprender el papel de los Estados Unidos en la actuación del Fondo, tratando de imponer sus políticas a los países que requieren préstamos, por ello los fondos que brindan los organismos están sujetos a ciertos requisitos que condicionan las decisiones más importantes de política económica.

Debido a que los fondos no han sido suficientes y los condicionamientos si bien se han dado no han resuelto los problemas de fragilidad, se trata también de investigar él por qué de estos acontecimientos y, si en un futuro esta deficiencia se podrá resolver de manera correcta para que los países con las necesidades de recursos desarrollen sus propias propuestas estratégicas de desarrollo.

Las instituciones creadas en Bretton Woods que fueron parte de la corta etapa de crecimiento con estabilidad de los años de la posguerra, están siendo objeto de estudio y reforma, cuestionadas en los hechos por las sucesivas crisis financieras cada vez más costosas y que no pueden ni prevenir ni resolver de manera eficaz. El amplio crecimiento de recursos financieros por el mundo globalizado, es un crecimiento de fondos que son manejados por los grandes bancos internacionales y por los grandes inversionistas institucionales (fondos de pensión, aseguradoras, fondos mutuos, entre otros). El Fondo Monetario Internacional no posee ni los fondos necesarios ni la capacidad para frenar los movimiento especulativos que puede emprender cualquiera de estos grandes bancos o inversionistas institucionales. Es tal el volumen de fondos que manejan, que cuando cambian sus inversiones de cartera de un lado a otro provocan grandes crisis financieras en los países en desarrollo cambiando sus carteras. Ni el Fondo ni los gobiernos de los países en desarrollo poseen el poder y los fondos necesarios para frenar estos movimientos especulativos. De ahí la enorme preocupación que ha llevado a reflexionar acerca de una Nueva Arquitectura Financiera Internacional, cuestión que también deberá ser analizada en este trabajo.

 

i. OBJETIVO GENERAL:

El principal objetivo es desarrollar una investigación acerca del cambiante papel del Fondo Monetario Internacional desde su fundación hasta nuestros días. Comprender su desempeño frente a los grandes problemas financieros contemporáneos, en especial el diseño de las políticas económicas para alcanzar cambios estructurales en los países con elevados servicios de la deuda y con problemas estructurales en balanza de pagos. Así, se busca establecer la interrelación entre la principal institución de Bretton Woods que es el FMI entre la aplicación de sus políticas económicas y los objetivos para los cuales fue creado. Además, sus políticas y los países que han recibido la ayuda económica, la forma en que se viene dando en los últimos años y el grado de éxito o fracaso en sus recomendaciones para los países donde ha recaído su ayuda. Para esto usaremos estadísticas del propio Fondo y de los principales países en cuestión sobre todo en los último años.

 

 

 

ii. OBJETIVO PARTICULAR:

La idea principal de este trabajo de tesis radica en conocer y analizar el papel que ha jugado el FMI y los Estados Unidos, además de los principales países industrializados en cuanto a las políticas aplicadas por la institución principal que es el FMI, hacia los países con problemas económicos, en un principio en balanza de pagos y en los últimos años por las sucesivas crisis financieras. Por lo cual es importante hacer un análisis de esta institución, cuáles han sido sus alcances y cómo resolver dichos problemas.

Además existe también problemas de tipo político en las economías semi-industrializadas y que buscan resolver sus problemas de crisis económica con acuerdos como son el Plan Brady y Baker y así tener posibilidades de crecimiento.

 

iii. HIPOTESIS DE LA INVESTIGACIÓN:

La problemática económica de los últimos veinte años ha sido tan trascendente que se ha requerido de buscar alternativas para resarcir con ayuda externa los problemas financieros de los países emergentes, por eso con la ayuda de una investigación, que sustentada desde:

1) La fundación del FMI como mecanismo de ayuda financiera debido a los problemas que venían presentado los países desde finales de la segunda guerra mundial y que fue la base para un despegue importante de parte de los Estados Unidos como líder económico mundial fue presentando grandes limitaciones para enfrentar los problemas para los que fue creado el Fondo. Sin embargo, el liderazgo estadounidense alcanza, incluso, a las instituciones internacionales como Naciones Unidas y en especial al Fondo Monetario Internacional que actúa como generador y administrador de las políticas económicas desde los países industrializados hacia los países en desarrollo.

2) La situación actual de los países en desarrollo y que han sido considerados como países emergentes, pero con enormes problemas financieros, ha creado expectativas muy relevantes de continuar en condiciones de gran inestabilidad financiera, incluso se llega a hablar de "contagio". Es por eso que en este trabajo trataremos de analizar la política seguida en los ultimas décadas con más detalle después de los planes Baker y Brady.

3) Finalmente, se trata de exponer que estos problemas de crisis son debidos a las malas políticas impuestas por el mismo FMI junto con Estados Unidos, por lo que se deben buscar alternativas más apropiadas a sus estructuras internas y que no han resuelto el problema de fondo sino que nada más ha servido para resolvérselos temporalmente. Además es importante en la actualidad porque una crisis en un país emergente repercute a nivel mundial en las estructuras financieras de los países.

iv. CONTENIDO

En el primer capítulo se analizan las condiciones de la economía mundial al iniciar el siglo a nivel mundial y los objetivos de estabilidad cambiaria para acrecentar el comercio mediante la creación de organismos como son el FMI y el Banco Mundial, estableciendo las bases suficientes para el mejor funcionamiento, mediante aportaciones a nivel global.

En el segundo capitulo analizamos en el contexto del rompimiento de los acuerdos de Bretton Woods, debido al cambio de paridades fijas de las monedas a uno de cambios flexibles. Para pertinentemente estudiar las diferentes formulas de renegociación de la deuda externa y los planes Baker y Brady para dar salida a los problemas de deuda de los países con dichos problemas.

En el capitulo tres se analizan las políticas de ajuste en el terreno financiero, como se establecen acuerdos multilaterales con otros organismos en el aspecto de una nueva situación financiera buscando nuevas estrategias, dando pie a la nueva arquitectura financiera mediante diferentes propuestas por parte del FMI.

En el cuarto y último capitulo se habla de una nueva propuesta mediante la reforma del sistema monetario internacional, buscando crear un nuevo organismo en la creación de un nuevo Bretton Woods. Se pretende establecer un nuevo rol de los organismos financieros buscando nuevos mecanismos para resolver las crisis financieras o desarrollar nuevas formas de supervisión y establecer si es factible su permanencia o este debe cambiar.

Finalmente, es necesario agregar un agradecimiento a todos los profesores y compañeros que a lo largo de estos años han enriquecido mi formación. Asimismo, al Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, donde he podido desempeñarme como becario de las Dra. Alicia Girón y Eugenia Correa en el marco de los proyectos de investigación apoyados por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico. También agradezco los diversos comentarios hechos por los revisores de la tesis, los profesores Alma Chapoy, Alfredo Pureco, Ernesto Ramírez y Roberto Soto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPITULO 1

NACE UN NUEVO ORDEN ECONOMICO MUNDIAL : F.M.I.

  1. INTRODUCCION

Durante las primeras décadas del siglo XX la económica mundial se caracterizó por la incertidumbre, la quiebra de la hegemonía británica, así como debido a los constantes cambios que se generaban alrededor de las fronteras entre los países, la primera guerra mundial y la crisis de 1929. Se produjeron los cambios sociales internos de cada sistema económico, pero el cambio más importante se gestaba en la economía con el surgimiento de Estados Unidos como potencia económica y el decaimiento del Reino Unido, además del dominio de la nueva moneda como el dólar sobre la libra esterlina y el oro, todo esto aprovechado por la coyuntura de la primera y segunda guerra mundial, que vino a modificar todo el conjunto económico. Entender el surgimiento y el papel desempeñado por el Fondo Monetario Internacional requiere que analizaremos el nacimiento de un nuevo sistema para lograr la estabilización económica mundial y que se sustentaba en el propio Fondo Monetario Internacional a iniciativa principalmente de Estados Unidos y Europa, además de Japón.

 

1.1 CONDICIONES DE LA ECONOMÍA MUNDIAL Y OBJETIVOS DE LA ESTABILIDAD CAMBIARIA

El período que cubre los años de 1914-1944, caracterizado por grandes crisis económicas y políticas mundiales, pone fin a la era del patrón oro. Se abrió entonces una etapa histórica definida por una situación caótica en el comercio y las relaciones financieras internacionales.

Este patrón oro presentaba las siguientes características:

  1. Unidad monetaria definida en términos de una cantidad fija de oro
  2. Autoridad monetaria obligada a comprar y vender oro en cantidades ilimitadas y al precio fijado, a fin de asegurar la convertibilidad en oro de los billetes que emitían, aunque debería procurar que no se presentase una excesiva demanda por convertir billetes en oro.
  3. Libre acuñación de oro metálico y libre fundición de monedas de oro.

4. Libre circulación de oro dentro y fuera del país, amonedado o en barras.

En virtud de estos principios, entre los países con patrón oro, los tipos de cambio se determinaban de acuerdo con el contenido relativo de oro de sus unidades monetarias y los países se comprometían a convertir sus divisas en oro al precio establecido.

Los desequilibrios de balanza de pagos se ajustaban automáticamente en vista de los movimientos relativamente libres del oro a través de las fronteras. Los tipos de cambio entre las monedas fluctuaban en respuesta a la demanda del mercado: en este caso si el país A gastaba en el exterior más de lo que él obtenía, la superabundancia de su moneda en el exterior conducía a la caída en sus precios con relación a la moneda del país B, a la elevación de la tasa de interés y a la adopción de políticas restrictivas del crédito bancario.

Al estallar la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos e Inglaterra prohibieron la exportación oro, con lo cual, de hecho, abandonaron el patrón oro. Esto fue consecuencia de la situación creada por la conflagración: el financiamiento de los gastos bélicos y de la reconstrucción de posguerra hizo necesario incrementar notablemente la oferta monetaria en los diferentes países; de este modo, las reservas de oro llegaron a ser tan sólo una proporción mínima de las obligaciones a la vista y a corto plazo del sistema bancario, lo cual hizo imposible apoyar la circulación monetaria en las reservas de oro.

Posteriormente, concluida la guerra se empezaron a realizar intentos por restablecer el patrón oro. Así, entre 1925 y 1928 muchos gobiernos decidieron vincular nuevamente sus unidades monetarias al metal amarillo, aunque adoptando nuevas modalidades de patrón oro.

El colapso en el mercado de valores y la disolución del comercio internacional, tuvo profundas repercusiones en el campo monetario.

La crisis de Wall Street de octubre de 1929 y la reducción de los préstamos norteamericanos provocaron una reacción en cadena que pareció incontrolable: la falta de créditos disponibles redujo la inversión y el consumo, la menor demanda de los países industrializados perjudicó a los productores de comestibles y materias primas. La deflación, la salida del patrón oro y la devaluación de la moneda, la implantación de medidas restrictivas sobre el comercio y el capital, dejar de pagar las deudas internacionales fueron los diversos recursos del día, cada uno de los cuales propinaba un nuevo golpe al sistema mundial de comercio y crédito.

En el verano de 1932, la producción industrial de muchos países era sólo la mitad de la ocurrida en 1928 y el comercio mundial se había reducido en un tercio. Dada la gravedad de esta depresión mundial y el fuerte desempleo, no había manera de que la política internacional pudiese librarse de sus terribles efectos Las devaluaciones competitivas de las monedas y los desacuerdos sobre la cotización de la libra esterlina en relación con el dólar en la conferencia Económica Mundial de 1932, completaron el terrible panorama.

Bajo el impacto de la gran depresión, desaparecieron las ideas que habían regido hasta entonces en el aspecto monetario y tuvieron lugar varios acontecimientos, entre los que conviene destacar:

  1. La suspensión de los pagos en oro por parte de Inglaterra y la devaluación de la libra esterlina en 1931, seguida por la de todas las monedas ligadas a ella.
  2. La devaluación del dólar en 1934
  3. La devaluación de las monedas del bloque oro en 1936
  4. El establecimiento de la Cuenta de Igualación de Cambios en Inglaterra y del Fondo de estabilización de Cambios en Estados Unidos
  5. El Acuerdo Monetario Tripartita entre Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.

1.2 SITUACION ECONOMICA DE ESTADOS UNIDOS HASTA 1940

Durante el final de la primera y el inicio de la segunda guerra mundial la situación económica de los Estados Unidos era verdaderamente muy incierta sobre todo por la crisis de 1929. Pero los Estados Unidos pasaron a ser el mayor de todos los países acreedores, y tomaron conciencia de su deber de pasar a una posición rectora en la economía mundial cuando fuera necesario, y de su capacidad para ello. Durante esa época operaba en Estados Unidos un sistema de dinero controlado, pero seguía exportando oro a países sometidos al patrón oro, posteriormente durante esos años de crisis financiera, el público estadounidense, desconfiado de la solvencia de los bancos, llevo a cabo cuantiosos retiros de depósitos que provocaron sucesivas crisis bancarias.

Además en ese tiempo Estados Unidos y otros países comenzaron a constituir sus fondos de estabilización a base de activos de oro, dotándolos con los beneficios derivados de la apreciación del oro que había tenido lugar durante las anteriores devaluaciones. Necesitaban, ante todo, tipos de cambio estables para asegurar la aceptación general de su propia política como país rector de la economía mundial.

1.3 LOS ACUERDOS DE BRETTON WOODS Y LA FUNDACIÓN DEL F.M.I

Después de terminada la gran guerra, se ciñe una incertidumbre sobre el rumbo de la economía mundial, Gran Bretaña que finalizaba una larga hegemonía y Estados Unidos quien no terminaba de definirse como líder económico del mundo pero que buscaba establecer las bases para tomar lo más pronto posible el papel hegemónico que tanto anhelaba. Aunque desde puntos de vista distintos, empezaron a conceder importancia a los problemas de la economía de la posguerra, impulsados por la necesidad común de una cooperación internacional. El resultado fueron los acuerdos de Bretton Woods.

Bretton Woods representó el establecimiento de acuerdos que surge en un contexto de inestabilidad debido a la primera guerra mundial, a la crisis del 29 y la incertidumbre que se vivía en ese momento y sobre todo a la catastrófica segunda guerra mundial, además de los fracasos del establecimiento del patrón oro clásico, patrón oro barras y patrón oro dólar, esto llevo a que se negociara un nuevo sistema que contrarrestara las tendencias deflacionarias en la economía mundial.

El 22 de julio de 1944, en el Hotel de Mount Washington, sitio en las afueras del poblado de Bretton Woods en los Estados Unidos se reunieron las delegaciones de 44 países aprobando las actas constitutivas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, hoy conocido como Banco Mundial. Habían sido convocados dichos países después de más de dos años de preparativos, intercambio de discusiones, consultas y negociaciones, principalmente entre los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido, con objeto de crear las bases de un nuevo sistema monetario internacional para la posguerra y de un mecanismo que permitiera reanudar las corrientes internacionales de capital y de comercio en forma ordenada.

Estas dos organizaciones (FMI y BM), distaban mucho de ser iniciativas aisladas; más bien se concebían como parte de un conjunto de instrumentos y mecanismos para crear un nuevo orden internacional, tanto en lo político como en lo económico y social. Ya que con los problemas de inicio de siglo entre los años de 1918 a 1939, se caracterizaron por la contracción de la economía mundial, el aumento del proteccionismo y de las restricciones discriminatorias y unilaterales al comercio, el desorden de los movimientos de capital, la inestabilidad e inseguridad monetarias y, en general, la inhibición de la inversión nacional e internacional.

En esta conferencia se proponen dos planes, el Plan White y el Plan Keynes precedido del Convenio Monetario de las Naciones Unidas". El primero se concibió según lo expone la maestra Mantey, "como un banco central global, que otorgaría créditos como medio para incrementar la liquidez mundial y dar continuidad a los pagos internacionales, para facilitar así el comercio. El Banco Mundial, por su parte, se concibió como un banco de fomento. Sus créditos, además de contribuir a la expansión requerida de la liquidez internacional, tratarían de promover el desarrollo".

Los principales actores que contribuyeron en la creación de esta conferencia y de sus lineamientos fueron principalmente los sectores privados, e incluso llegaron a tener una participación directa en su redacción, a pesar de la severa advertencia de Morgenthau, Secretario del Tesoro norteamericano, en el sentido de que habría que "expulsar a los prestamistas usureros del templo de las finanzas internacionales" El resultado principal de las negociaciones que condujeron a los acuerdos de Bretton Woods fue dirimir la rivalidad y la lucha en la cúpula que se entabló entre el viejo imperialismo inglés y el emergente norteamericano por definir las nuevas reglas de juego del sistema financiero internacional. No obstante, a falta de suficiente fuerza política y económica y pese al prestigio de Keynes, Gran Bretaña no logró imponer ninguno de sus puntos de vista. Con Bretton Woods surge lo que constituye el dominio financiero internacional por parte de Estados Unidos expresado en el Plan White, de cuyos convenios nacieron el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

El principal objetivo que su buscaba establecer con este acuerdo era principalmente el normalizar los déficit en las balanzas de pagos, a su vez de intensificar las relaciones económicas internacionales con base en la estabilidad monetaria y para esto se sometieron dos propuestas, el Plan Keynes propuesto por el asesor británico John Maynard Keynes, proponía crear la Unión de Compensación Internacional cuyo papel sería asegurar las reglas internacionales en materia financiera y acordar créditos a países con insuficiente liquidez. Este plan, "perseguía crear un organismo que facilitara los pagos internacionales, permitiendo una compensación de los créditos y las deudas entre los países". En este caso cada país debía tener una cuenta en este organismo que tendría la función de un banco internacional. El plan proponía la creación de un dinero bancario internacional que tenga un valor fijo (pero no inalterable) en términos de oro, el Bancor, que tendría que ser aceptado por todos los países miembros como equivalente del oro. Además sería una unidad monetaria destinada al uso exclusivo de los bancos centrales. El Plan White pretendía establecer un organismo que facilitara el equilibrio de las balanzas de pagos, contribuyendo a la estabilización de las tasas de cambio. En este caso el fondo creado debía comprar y vender a los diferentes países las monedas de unos y otros y no prestar a unos y otros una moneda nuevamente creada. El Fondo de estabilización era el que tenía una cuenta en cada país. Cada vez que vendía una moneda por otra, la operación equivalía a un débito y un crédito de ambas cuentas abiertas a su nombre en los países involucrados. En principio, no había creación de moneda internacional por el Fondo que no concedía créditos. Los países eran los que concedían mutuamente créditos por intermedio del Fondo del cual pasaban a ser acreedores o deudores. Una moneda internacional no se substituía por una moneda nacional.

Para Keynes, el monto de la cuota de cada país debía definirse en función del volumen promedio de las importaciones y exportaciones, en cambio para White, la cuota no estaba solamente ligada al comercio del país con el exterior, sino también a su nivel de reservas. La propuesta del plan Keynes, no contemplaba como el de White que cada país depositara una fracción de su cuota en oro.

Posiblemente de los argumentos que se suscitaron para que el Plan White fuera el elegido, fue la ayuda estadounidense que necesitaba Inglaterra debido a que el Gobierno Laborista en ese entonces 1945 y por medio de Keynes emitió un memorándum sobre el Dunkerke Financiero con que enfrentaba el país, su colosal desequilibrio comercial, su debilitada base industrial, sus enormes empresas de ultramar, significaban que necesitaba urgentemente de la ayuda norteamericana, para sustituir el terminado Préstamo y Arriendo.

Pero además el desenlace que fue favorable a Estados Unidos resultó inevitable; el préstamo que concedió a Gran Bretaña en 1946, fue una de las principales ilustraciones de ese propósito que a primera vista, podría aparecer menor, pero que resultó decisivo en las negociaciones. Bretton Woods fue un proceso crecientemente condicionado por las concesiones particulares que dicho país fue obteniendo, como compensación, en una relación de fuerzas claramente dispar. Como se deja ver claramente en la creación del Plan Marshall, en el cual por parte de la delegación Soviética se expone que debería ser una elaboración de prestaciones de ayuda separadas por naciones. Y al no encontrar una respuesta favorable se levanta de dicha sesión junto con otros países. Este Plan sirvió como componenda entre el programa global de recuperación, implícito en las instituciones de Bretton Woods - Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional- y el enfoque de las divisas clave del empréstito británico.

Quizá como lo expone Samuel Lichtenzstejn, el principal tema de discusión y discrepancia entre los dos planes se centró sobre qué se puede aceptar como dinero o medio de pago internacional y como regular su cuantía. El segundo tema enfatizado fue el relativo a cómo lograr el equilibrio en los intercambios internacionales, lo que suponía resolver las políticas y los mecanismos de ajuste de las balanzas de pagos.

Así, Bretton Woods vino a institucionalizar, con el respaldo del FMI, un patrón monetario que, pese a sus diferencias con la experiencia inglesa anterior a 1914, por su analogía con éste podía denominarse un patrón oro-dólar. Con ello consolido en el plano financiero una clara hegemonía estadounidense, pero que a la larga contribuyó a acentuar

las contradicciones que llevaron posteriormente a la crisis del sistema monetario en los

años setenta.

1.4 ESTABILIZACIÓN CAMBIARIA Y OBJETIVOS DEL FMI.

El FMI es un organismo financiero internacional, fruto de la Conferencia de Bretton Woods (1944), cuyos principales objetivos son:

a) crear y movilizar la liquidez internacional mediante los Derechos Especiales de Giro y,

b) asegurar la estabilidad en los tipos de cambio.

Esta estabilidad comprendía principalmente a los países miembros del FMI, debiendo declarar un valor de paridad de sus monedas y mantener sus tasas de cambio dentro de una franja del 1% de valor, los cambios de valor de paridad debían ser aprobados por el FMI.

Dentro de lo establecido en el convenio del Fondo Monetario Internacional según Robert Triffin, es un documento legal en el que se recogen los resultados de un proceso complicado de negociaciones internacionales y transacciones entre puntos de vista divergentes de diferentes naciones, en la defensa de los intereses propios. Señala que se hicieron esfuerzos enormes para poder llegar al grado máximo de precisión y solucionar de antemano los conflictos de intereses que pudieran surgir más tarde entre los países participantes.

Además, dicho autor señala que, el éxito alcanzado en este sentido ha tendido a desarrollar los poderes jurídicos y las funciones del Fondo a expensas de su posible papel como un foro continuo de consultas y negociaciones. Muchas de las disposiciones del Fondo eran particularmente adversas al manejo constructivo del desequilibrio generalizado de los primeros años de la posguerra. Así pues, la acción que se hubiera querido llevar a cabo se encontraba bloqueada por el tiempo que tenía que consumirse tratando de modificar o complementar a través de un proceso muy flexible de interpretación, lo que obviamente se quería decir en el Convenio.

Por otro lado, según Ronald I. Mckinnon, cuando el FMI se fundo en 1945, un caos financiero reinaba en Europa Occidental: déficits fiscales, excesiva emisión monetaria e inconvertibilidad de las monedas. La pérdida completa de confianza en los activos denominados en cualquier moneda europea en lugar de dólares popularmente se llamaba "La Escasez Mundial del Dólar". A pesar de una asistencia bilateral substancial de Estados Unidos a cada país europeo (con poca o nula condicionalidad) de 1945 a principios de 1948, la recuperación de la guerra era anémica, y el intercambio intra-europeo permaneció siendo de trueque y crecientemente bilateral. El FMI nada podía hacer. Para fines de 1947, parecía que el desempeño económico europeo era tan malo que toda la región sucumbiría al socialismo.

Así, en la búsqueda de resolver la depresión económica europea de la posguerra de manera conveniente a los intereses de los Estados Unidos y de contener lo que se suponía el enorme peligro del avance del socialismo soviético sobre Europa, los Estados Unidos emprendió la iniciativa regional mayúscula, el Plan Marshall, que comenzó en abril de 1948. En este caso en lugar de continuar uno a uno con Estados Unidos o el FMI , 16 países europeos formaron la Organización para la Cooperación Económica Europea (OCEE), con su propio secretario para coordinar la asistencia estadounidense hacia Europa Occidental en su conjunto.

El mecanismo que se siguió mediante el Plan Marshall fue la formación de la Unión Europea de Pagos en septiembre de 1950. Con esta asistencia cada país europeo fijó firmemente su tipo de cambió respecto al dólar norteamericano junto con un completo equilibrio multilateral de los pagos intra-europeos por importaciones y exportaciones.

El establecimiento de este organismo fue notorio durante la década de los años cincuenta, debido a una crisis de tipo inflacionario y de problemas de Balanza de Pagos, especialmente en países subdesarrollados y fue mediante esta función que les otorgaron financiamiento. Pero sobre todo que se buscaba, que esta ayuda dada por el organismo, auspiciada por Estados Unidos mediante ciertas políticas de estabilización y que su principal objetivo era una mayor apertura externa y ajustes de su política económica.

En realidad, la creación del FMI no alteraba substancialmente los mecanismos de creación de dinero internacional, como hasta ahora, sino que sólo los complementaba para evitar la falta de liquidez internacional.

Como más adelante se sostiene, debido al debilitamiento de la hegemonía norteamericana y sobre todo a la quiebra del patrón oro-dólar, el FMI no fue capaz de cumplir con las mínimas funciones para las que fue creado en el acuerdo de Bretton Woods. Es por ello que en nuestros días continúa discutiéndose entre los países industrializados y los subdesarrollados sobre la posibilidad de un nuevo orden monetario internacional, pero sobre todo revisar al FMI pues este no ha cumplido sus objetivos.

Muchos análisis coinciden en que fue la crisis internacional y las decisiones unilaterales propiamente por Estados Unidos la que le condujeron a abandonar muchos de los principios establecidos en Bretton Woods. Con la crisis monetaria de principios de los setenta, el FMI dejó atrás su función protagonista y regulador del sistema monetario internacional, pero mantiene ciertos cometidos de vigilancia y condicionamiento de las políticas económicas de los países deficitarios y especialmente de los países subdesarrollados. Mediante la situación que se vino creando a lo largo de los años de la inestabilidad, éste tuvo que modificar sus esquemas de crédito y reordenar sus esquemas teóricos, aunque no abandonarlos..

Las discusiones sobre la necesidad de un nuevo orden monetario internacional señalaban, como ahora, al FMI como el aspecto crítico más importante que debía revisarse. Además también se establecen nuevas formas de dinero como son los Derechos Especiales de Giro, para incrementar los montos para nuevos préstamos ya que estos eran insuficientes. Con el tiempo, los cambios en la situación económica mundial, la incorporación de nuevos miembros y las revisiones periódicas de las cuotas modificaron la situación inicial presente cuando se negocia Bretton Woods, pero sin que ello modificara el predominio de las grandes potencias.

 

1.4.1. CREACIÓN DE LOS DERECHOS ESPECIALES DE GIRO

Estos son creados en Septiembre de 1967, en la reunión anual del Fondo celebrada esta en Rio de Janeiro, las principales autoridades establecieron el "Plan de un sistema basado en Derechos Especiales de Giro". Este plan consistía en crear una nueva clase de activo que junto con el oro y las monedas integrara las reservas de los países.

Posteriormente cuando se hace la asignación a las cuentas o montos que se determinaran las cantidades de un total de 9 500 millones de unidades de DEG, siendo los países desarrollados los que recibieron la mayor parte y que ascendió a 6 177 millones de DEG ; en cambio los países subdesarrollados solo recibieron 3 137 millones. El contraste sobre estos préstamos está dado por la situación que enmarca a los países subdesarrollados gastando la mayor parte de sus DEG en importaciones que son enviadas por los países más fuertes o también es utilizada al pago de la deuda exterior, por lo cual, gran parte de estos DEG van a dar a las arcas de los bancos centrales de los países ricos.

1.4.2 FUNCIONAMIENTO

Los DEG constituyen una fuente de liquidez incondicional e internacional que ha venido a complementar las reservas de oro y divisas de los países miembros, para ayudar a estos a sortear sus crisis de balanza de pagos. Estos pueden disponerse con más facilidad que los giros convencionales.

La forma de operar de estos DEG es parecido a la de los giros tradicionales en el FMI : si un país tiene problemas de balanza de pagos puede obtener las divisas que necesita dando a cambio DEG al país respectivo. Existen dos formas para disponer de los DEG. Uno que cualquier participante puede usar DEG si su situación de balanza de pagos así lo exige, además no necesariamente hacen consultan al Fondo y muy importante es señalar que los DEG consisten simplemente en cargos y abonos en dicha cuenta; así que, no es más que una moneda escritural, intangible.

La segunda forma, es que no tiene que efectuarse pagos al Fondo ni deposito garantía alguna, los DEG no tienen que ser reembolsados a menos que se utilicen en gran cantidad y por un periodo muy prolongado.

En la reunión anual del FMI celebrada en 1968 hubo un consenso en el sentido de que los DEG se limitarían a complementar y no a suplantar los activos de reserva ya existentes, y que el oro seguiría desempeñando un papel importante en el Sistema Monetario Internacional pero como fue dándose los DEG no se convirtieron en el principal activo de reserva, y no contribuyeron con esto paulatinamente el decaimiento del dólar como principal activo de reserva.

A diferencia de los otros activos - oro y divisas - los DEG pueden crearse por decisión del FMI, en las cantidades que éste juzgue necesarias para satisfacer las necesidades de liquidez mundial. La confianza en los DEG como activos de reserva no depende - como ocurre con las monedas de reserva - de la posición de Balanza de Pagos de un país.

Como se estableció que sólo serían moneda escritural, estos no pueden ser usados para atesoramiento, ni puede ser objeto de especulación.

En realidad desde su existencia, el FMI solamente ha emitido un total de 21 400 millones de dólares en DEG, lo que representa una parte ínfima de las necesidades de liquidez internacional para el comercio y los movimientos de capital.

1.4.3 CONFORMACIÓN DEL BANCO MUNDIAL

El Banco Mundial surge junto con el FMI pero con el nombre del BIRF, es como una especie de hijo menor y vivió durante mucho tiempo bajo la aparente tutoría del mismo Fondo. Pese a las diferencias de las respectivas actividades financieras el Banco funciona para la asignación de recursos directa o indirectamente vinculada con sectores productivos. Esto es, se concibió como un banco de fomento, y no como un banco emisor, como lo planteaba Keynes. Sus créditos, además de contribuir a la provisión de la liquidez requerida por algún país, tratarían de promover el desarrollo.

Pero existía una controversia de si los recursos serian destinados hacia la reconstrucción de las economías europeas o hacia los países subdesarrollados.

El énfasis para que el banco sirviera a la reconstrucción más que al desarrollo ilustra el inicial predominio de objetivos conservadores en su proyección internacional; un predominio al que no fueron ajenos los gobiernos norteamericanos y británicos, principales artífices de la creación de esta institución. Según los analistas de esos años, Gran Bretaña nunca estimó que su reconstrucción dependería del banco, sino de otras fuentes de recursos estadounidenses como efectivamente sucedió con el empréstito que Estados Unidos le concedió en 1946.

Posteriormente, las funciones de apoyo a la reconstrucción dejaron lugar a aquellas más asociadas al crecimiento económico de los países subdesarrollados.

Una manera de entender la función del Banco Mundial en el ámbito del sistema financiero internacional, consiste precisamente en analizar esa variedad de vínculos que mantiene con otras instituciones (FMI, bancos regionales de desarrollo y banca privada), tanto en términos de la magnitud relativa de recursos que maneja, como a las funciones que ejerce.

1.5 FUNCIONES Y BASES DEL F.M.I.

Como lo señala Ramón Ramírez, que las principales finalidades que se establecieron en los acuerdos constitutivos del FMI son:

Lo señala también Samuel Lichtensztejn en los aspectos que este organismo debía trabajar y que se resume en tres momentos principales dentro del sistema monetario internacional, y son:

a) el establecimiento de un patrón oro- dólar,

b) la aplicación de un código de políticas y mecanismos de ajuste de la balanza de pagos y,

c) la creación de un fondo financiero de apoyo a esos procesos de ajuste.

La gestión del FMI en esos tres planos descansaba en ciertas premisas iniciales de funcionamiento. En torno al patrón monetario, Estados Unidos estaba obligado a mantener la convertibilidad de su moneda a razón de 35 dólares la onza Troy oro. En este sentido, se destaca el claro rechazo a un cambio en esa relación provocado fundamentalmente por la negativa estadounidense a revisarla.

Por otro lado, desde las políticas de unificación, los restantes países debían, lo más pronto posible, restablecer la paridad de sus monedas con relación al citado patrón oro-dólar, sostener sus tipos de cambio dentro de los márgenes admitidos y garantizar los principios de convertibilidad entre monedas. En cuanto a la aportación de cuotas al FMI, y el cual se sustentaba el apoyo financiero que recibía, el aporte de Estados Unidos fue lógicamente el que hizo posible la constitución inicial de la mayor parte de los fondos prestables, dado que las monedas de los países, en mayor o menor medida, no fueron demandadas y se mantuvieron inconvertibles durante varios años. "Los principios sobre los que se basaban el Fondo no se cumplen en el mundo de la posguerra", llegó a afirmar Kindleberger.

Aunque el FMI no llego a funcionar realmente como que se esperaba, el dólar se impuso como el eje del patrón monetario internacional. Con ello la política norteamericana asumió la responsabilidad de enfrentar el problema de la escasez de dólares; primero con el Plan Marshall, luego con la ayuda militar a Europa y Japón y finalmente promoviendo las inversiones de sus empresas en el exterior. Con ello se establece la clara hegemonía de la moneda norteamericana, contribuyendo a los procesos de libre convertibilidad entre las distintas monedas y el dólar.

Con la recuperación de las economías europeas y japonesa, además de sus incrementos de divisas y oro inclusive llegaron a duplicarse representando hasta un 40% de las reservas mundiales. Las restricciones de los pagos y transferencias en operaciones internacionales corrientes fueron siendo abandonadas progresivamente. Primero denunciaron los convenios bilaterales de comercio y pagos y luego eliminaron las practicas de tipos de cambio múltiples; por ultimo, generalizaron la convertibilidad externa de sus monedas.

Con la convertibilidad de sus monedas de los países desarrollados y los procesos de estabilización en curso en América Latina, el FMI logró funcionar más adecuadamente según sus principios e intereses constitutivos hacia comienzos de la década de los sesenta; en especial a partir de los persistentes desequilibrios de la balanza de pagos norteamericanos, como también por las primeras presiones especulativas que se manifestaron contra su moneda (expresadas en crecientes demandas y precios ascendentes del oro), surgieron las primeras evidencias en torno a la debilidad intrínseca del patrón monetario internacional vigente.

 

1.5.1 FUNCIONAMIENTO DEL FMI

Las principales actividades de dicho organismo eran la de crear liquidez y asegurar la estabilidad cambiaria. La primera consiste principalmente en la asistencia financiera que brinda el FMI, que se basa en la compra y recompra de monedas, además de las suscripciones de cuotas de dichos países que están en esta organización. Respecto a la estabilidad cambiaria, ésta se logra mediante el equilibrio de balanza de pagos y la eliminación de las alzas de los precios, que implicaba desde otro punto de vista, un proceso de ajuste monetario. Así es como se creo el FMI y para lo que fue constituido mediante dichas premisas.

El FMI está constituido por miembros fundadores y otros que participaron desde un principio. Los países del primer grupo son los que participaron en la conferencia de Bretton Woods, ratificando su adhesión antes de fines de 1946. Los miembros originales eran 39 en total. Para poder ser miembro el procedimiento a seguir era el siguiente: el país en cuestión presentaba su petición de ingreso al Consejo de Gobierno, y los directivos Ejecutivos fijaban entonces las condiciones ( cuotas a pagar y modalidades de pago a los mismos) que pasaba acto seguido a la aprobación del Consejo, por último, el país peticionario firmaba los acuerdos y presentaba el acuerdo de adhesión a la Administración de Estados Unidos.

1.5.2. APORTACIONES O CUOTAS

Dentro del acuerdo del FMI no se da ninguna base precisa del cálculo de éstas, pero, en conjunto, se sigue la línea del Plan White, disponiéndose que se calcularían con base a las reservas monetarias, al volumen del comercio exterior y a la renta nacional de cada país. Los países miembros han de suscribir una determinada suma en favor del FMI como parte de un fondo común de divisas para el logro de los objetivos del Fondo. En un principio las suscripciones iniciales se elevaban a 11000 millones de dólares, de los cuales 8 800 habían de ser satisfechos por los miembros fundadores y el resto por los demás miembros.

También se establecen modificaciones en las aportaciones de las cuotas o ajusten siempre y cuando se pidiera esta situación, de hecho se han cambiado con frecuencia las cuotas de los países pequeños. Asimismo, el FMI revisará las cuotas de sus miembros cada cinco años, proponiendo su ajuste si lo cree conveniente. Para que se efectúe este cambio se debe de contar con el consentimiento de las quintas partes del poder del voto como mínimo, y del consentimiento de los miembros afectados.

Para el desarrollo del Fondo según se establece, el gran activo común de recursos, esta formado por cada país miembro; y constituidos en un 25% por oro y en un 75% por la divisa del país miembro. El pago ha de efectuarse en el momento de entrar en el Fondo, y ha de estar completado, como máximo, cuando se autorice al país a comparar divisas al Fondo, después de haber fijado la paridad de su moneda.

Cuadro 1

Cuotas de los miembros del FMI

(Millones de DEG)

País miembro

31-VII-1999

15-VIII-2000)

País miembro

31-VII-1999

15-VIII-2000

País miembro

31-VII-1999

15-VIII-2000

Afganistán

120.4

120.4

Francia

10738.5

10738.5

Nueva Zelandia

894.6

894.6

Albania

48.7

48.7

Gabón

154.3

154.3

Omán

194

194

Alemania

13008.2

13008.2

Gambia

31.3

31.3

Países bajos

5162.4

5162.4

Angola

286.3

286.3

Georgia

150.3

150.3

Pakistán

1033.7

1033.7

Antigua y Barbuda

13.5

13.5

Ghana

369

369

Palau, República de

3.1

3.1

Arabia Saudita

6985.5

6985.5

Granada

8.5

11.7

Panamá

206.6

206.6

Argelia

1254.7

1254.7

Grecia

823

823

Papua Nueva Guinea

131.6

131.6

Argentina

2117.1

2117.1

Guatemala

153.8

210.2

Paraguay

99.9

99.9

Armenia

92

92.2

Guinea

107.1

107.1

Perú

638.4

638.4

Australia

3236.4

3236.4

Guinea-Bissau

14.2

14.2

Polonia

1369

1369

Austria

1872.3

1872.3

Guinea Ecuatorial

32.6

32.6

Portugal

867.4

867.4

Azerbaiyan

160.9

160.9

Guyana

90.9

90.9

Qatar

263.8

263.8

Bahamas, Las

94.9

130.3

Haiti

60.7

60.7

Reino Unido

10738.5

10738.5

Bahrein

135

135

Honduras

129.5

129.5

República Árabe Siria

293.6

293.6

Bangladesh

533.3

533.3

Hungría

1038.4

1038.4

República Centroafricana

55.7

55.7

Barbados

67.5

67.5

India

4158.2

4158.2

República Checa

819.3

819.3

Belarus

386.4

386.4

Indonesia

2079.3

2079.3

República Dem. Pop. Lao

39.1

39.1

Bélgica

4605.2

4605.2

Iran, Rep, Islámica del

1497.2

1497.2

República Dominicana

218.9

218.9

Belice

18.8

18.8

Iraq

504

504

República Eslovaca

357.5

357.5

Benin

61.9

61.9

Irlanda

838.4

838.4

República Kirguisa

88.8

88.8

Bhutan

6.3

6.3

Islandia

117.6

117.6

Rumania

1030.2

1030.2

Bolivia

171.5

171.5

Islas Marshall

2.5

2.5

Rusia

5945.4

5945.4

Bosnia y Herzegovina

169.1

169.1

Islas Salomon

10.4

10.4

Rwanda

80.1

80.1

Botswana

63

63

Israel

928.2

928.2

Saint Kitts y Nevis

8.9

8.9

Brasil

3036.1

3036.1

Italia

7055.5

7055.5

Somoa

11.6

11.6

Brunei Darussalam

150

150

Jamaica

273.5

273.5

San Marino

10

17

Bulgaria

640.2

640.2

Japón

13312.8

13312

Santa Lucia

15.3

15.3

Burkina Faso

60.2

60.2

Jordania

170.5

170.5

Santo Tome y Príncipe

7.4

7.4

Burundi

77

77

Kazajstan

365.7

365.7

San Vicente y las Granadinas

6

8.3

Cabo Verde

9.6

9.6

Kenya

271.4

271.4

Senegal

161.8

161.8

Camboya

87.5

87.5

Kiribati

5.6

5.6

Seychelles

8.8

8.8

Camerún

185.7

185.7

Kuwait

1381.1

1381.1

Sierra Leona

103.7

103.7

Canada

6369.2

6369.2

Leshoto

34.9

34.9

Singapur

862.5

862.5

Chad

56

56

Letonia

126.8

126.8

Somalia

44.2

44.2

Chile

856.1

856.1

Líbano

146

203

Sri Lanka

413.4

413.4

China

4687.2

4687.2

Liberia

71.3

71.3

Sudáfrica

1868.5

1868.5

Chipre

139.6

139.6

Libia

1123.7

1123.7

Sudan

169.7

169.7

Colombia

774

774

Lituania

144.2

144.2

Suecia

3458.5

3458.5

Comoras

8.9

8.9

Luxemburgo

135.5

279.1

Suiza

293.6

293.6

Congo, República

84.6

84.6

Macedonia, ex Rep. Yug. de

68.9

68.9

Suriname

92.1

92.1

Congo, Rep. Dem. Del

291

291

Madagascar

122.2

122.2

Swazilandia

50.7

50.7

Corea

1633.6

1633.6

Malasia

1486.6

1486.6

Tailandia

1081.9

1081.9

Costa Rica

164.1

194.1

Malawi

69.4

69.4

Tanzania

198.9

198.9

Cote d´Ivoire

325.2

325.2

Maldivas

8.2

8.2

Tayikistán

87

87

Croacia

365.1

365.1

Malí

93.3

93.3

Togo

73.4

73.4

Dinamarca

1642.8

1642.8

Malta

102

102

Tonga

6.9

6.9

Djibouti

15.9

15.9

Marruecos

588.2

588.2

Trinidad y Tobago

335.6

335.6

Dominicana

6

8.2

Mauricio

101.6

101.6

Túnez

286.5

286.5

Ecuador

302.3

302.3

Mauritania

64.4

64.4

Turkmenistán

48

75.2

Egipto

943.7

943.7

México

2585.8

2585.8

Turquía

964

964

El salvador

171.3

171.3

Micronesia, Estados Federados de

3.5

5.1

Ucrania

1372

1372

Emiratos Arabes Unidos

392.1

611.7

Moldova

123.2

123.2

Uganda

180.5

180.5

Eritrea

15.9

15.9

Mongolia

51.1

21.1

Uruguay

306.5

306.5

Eslovenia

231.7

231.7

Mozambique

113.6

113.6

Uzbekistan

275.6

275.6

España

3048.9

3048.9

Myanmar

258.4

258.4

Vanuatu

17

17

Estados Unidos

37149.3

37149.3

Namibia

136.5

136.5

Venezuela

2659.1

2659.1

Estonia

65.2

65.2

Nepal

71.3

71.3

Vietnam

329.1

329.1

Etiopía

133.7

133.7

Nicaragua

130

130

Yemen, República del

243.5

243.5

Fiji

70.3

70.3

Níger

65.8

65.8

Zambia

489.1

489.1

Filipinas

879.9

879.9

Nigeria

1753.2

1753.2

Zimbabwe

356.4

353.4

Finlandia

1263.8

1263.8

Noruega

1671.7

1671.7

Fuente: FMI, Boletín. Volumen 29, septiembre de 2000.

 

1.5.3. DERECHOS DE VOTACIÓN

Es importante destacar lo que señala Samuel Lichtensztejn que la principal fuente de recursos, son las suscripciones de cuotas de los países miembros. Cada revisión de cuotas produce por consiguiente, un incremento equivalente de los recursos disponibles.

Lo que se debe de tener en cuenta es a cuanto asciende la suscripción pues de eso dependen los derechos de cada país dentro del Fondo. Sobre todo que sirve de base para calcular el importe de la ayuda financiera que la institución puede proporcionar al país miembro, y el número de votos que éste puede emitir en la toma de decisiones dentro del Fondo. De este modo, los países con mayores cuotas tienen también el mayor número de votos. La correlación entre el número de votos y el monto de la cuota es la siguiente. Cada país miembro tiene derecho a emitir 250 votos más uno adicional por cada parte de su cuota equivalente a 100 000 dólares. En un principio las cuotas asignadas en Bretton Woods al establecerse el Fondo, fueron los siguientes; a Estados Unidos 27 750 votos, al Reino Unido 13 250, a Francia 4 750, en cambio Panamá, con la cuota más pequeña, recibió 255 votos.

1.5.4 ORGANIZACIÓN INTERNA DEL F.M.I.

El Fondo comprende tres organismos de dirección: el Consejo de Gobernadores, el Consejo de Administración o Ejecutivo y un Director General.

Queda establecido que el Consejo de Gobernadores se reúne una vez por año y todas aquellas veces que considere necesario, o a petición de los Directores Ejecutivos que juega el papel de asamblea de accionistas. Contando cada estado con un miembro dentro del FMI.

El Consejo de Administración o Consejo Ejecutivo se compone de 21 miembros, distribuidos de la siguiente manera: 5 representantes de los países que cuentan con la mayoría de las cuotas, siendo Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y Japón; 15 miembros designados por los otros países agrupados por zonas geográficas y desde agosto de 1978 se ha añadido un representante de Arabia Saudita, por ser éste el segundo acreedor del Fondo después de Estados Unidos.

Pero como observamos, en todas las instancias de administradores y de dirección se encuentran en posición dominante los seis países más

industrializados del mundo. Además como lo señala el art. XIII del acuerdo, se hallara localizado en el territorio del país miembro con mayor cuota, actualmente se encuentra en Washington, reuniéndose tan a menudo como sea necesario.

En los primeros 25 años de vida del FMI, el 25% de la cuota era suscrita en oro y el 75% restante en la moneda del respectivo país miembro. Pero en los últimos años, esa norma se ha vuelto más flexible, permitiéndose la integración con DEG, de monedas fuertes o incluso con la propia moneda nacional. Concretamente, con motivo de cada revisión de cuotas, el FMI determina cómo debe hacerse la integración, teniendo en cuenta sus necesidades de las distintas monedas.

Este principalmente se rige por un activo común de recursos -oro y divisas- y son las cuotas previamente establecidas o las aportaciones de los países miembros; y se dividen en un 25% en oro y un 75% en la moneda del país miembro.

 

1.6 CONSIDERACIONES Y CRITERIOS DEL FMI

Es fácil destacar que el fin primordial del Fondo Monetario Internacional es promover un sistema monetario internacional, en el que la moneda de un país sea cambiada a un tipo fijo por la de otro país, aunque no descartaba la posición que en cualquier momento algún país podía modificar esta situación, o sea la adopción de tipos flotantes, pero comprometiéndose a establecer un tipo fijo lo antes posible, y aceptar también la obligación de mantener constantes consultas con el FMI durante el período de tipos de cambio flotantes como medida de ajuste para enfrentar circunstancias especiales y paridad que se expresará en oro o en dólares norteamericanos, por lo que cada país asociado ha de comprometerse a colaborar con el FMI " para promover la estabilidad de los cambios, asegurar que las relaciones cambiarías entre los asociados sean ordenadas y evitar modificaciones cambiarías con fines de competencia".

Esto nos permite establecer que la política monetaria de Fondo está encuadrada dentro del patrón oro y bajo la influencia decisiva de los Estados Unidos, influencia que proviene de su preponderante participación en el capital inicial del Fondo y en el sistema de elección establecido que permite y asegura que los organismos de dirección del mismo estén bajo el control absoluto de los Estados Unidos.

Aunque la actuación del FMI durante el período de transición no puede considerarse completamente satisfactoria, los esfuerzos que hizo durante esta época por conseguir una mayor liberalización a escala mundial de los tipos de cambio no pueden considerarse a la ligera. Pero los países europeos principalmente los occidentales con su apertura al exterior alcanzan su crecimiento de sus respectivas economías y no puede negarse que el FMI contribuyó grandemente en la realización de este crecimiento. Pero se puede interpretar también como lo señala Shigeo Horie que de hecho el FMI se designó para influir la economía mundial desde la esfera monetaria y por tanto pudo difícilmente evitar la adopción de ciertas características del patrón oro.

Por ello, no es sorprendente que el FMI se desarrollase en medio de una confusa e inadecuada organización monetaria internacional. Como sucedió en los años treinta debido a que las monedas no vinculadas al oro, y de la disposición del Acuerdo según la cual la paridad de una moneda debería expresarse en términos de oro como común denominador o en términos de dólares de los Estados Unidos, del peso y de la ley correspondientes al 1 de julio de 1944, sustituyendo con esto la paridad oro por la paridad dólar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPITULO II

 

II. EL FMI DESPUES DE LA RUPTURA DE BRETTON WOODS

 

INTRODUCCIÓN

 

El análisis de las principales características y transformaciones del FMI en nuestros días requiere de comprender cuál ha sido el papel de este organismo en las relaciones monetarias y financieras internacionales en el marco de lo que fue la ruptura del orden monetario acordado en Bretton Woods al inicio de los años setenta. Por ello, en este capítulo se describen en primer término cuál fue el contexto monetario de los años setenta, principalmente después de la declaración estadounidense de inconvertibilidad del dólar, y con ello la profundización de la crisis en los años setenta. Cuando el FMI se vio forzado a ampliar la gama de operaciones de sus servicios financieros. Además de exponer porque este rompimiento, ya que se atravesaba una situación difícil desde el punto de vista externo con lo cual se da un giro en las políticas económicas de las naciones desarrolladas. Así, fue en 1974 que se crearon el servicio de financiamiento del petróleo y el servicio ampliado. El primero para atenuar los desequilibrios sufridos por el alza de los precios, y el segundo para erradicar las distorsiones más profundas en la estructura productiva, y que se manifestaba en los desequilibrios de las balanzas de pagos y del propio comercio mundial.

Más adelante se revisa cual ha sido la función del FMI una vez que se rompen los acuerdos, estableciéndose además como medida de ajuste los Derechos Especiales de Giro y su función, se agrega también las etapas que dicha institución ha tenido que atravesar desde sus inicios hasta finales de los setenta y principios de los ochenta. Con ello también se analiza la crisis de deuda de los países de América Latina debido a la supeditación que tienen con el FMI por los préstamos que les otorga, agregando además junto con su implicación financiera por los acreedores privados, con lo cual el gobierno norteamericano se ve en la necesidad de aplicar el plan Baker y el plan Brady para tratar de disminuir los problemas derivados de las pesadas deudas, mediante un proceso de negociación bajo ciertos lineamientos que se aplicarían a los países y poder seguir contando con toda credibilidad en caso de un problema financiero y ser sujeto de crédito por dicho organismo.

2.1 CONTEXTO MONETARIO DE LOS AÑOS SETENTA

Durante los años setenta las conductas de las diferentes economías de nivel mundial tenían saldos positivos en la balanza comercial sobre todo en Alemania con lo cual se revitaliza al marco y esto le empieza a preocupar a la autoridad financiera estadounidense tratando de presionar insistentemente para que fuera revaluado, buscando así evitar que las exportaciones alemanas siguieran fluyendo a Estados Unidos.

Durante estos años se intenta aplicar una nueva política económica, llevada a cabo por el gobierno de Nixon y que tenía como objetivo principal estimular la economía estadounidense. En una primera fase, se trataba fundamentalmente de congelar sueldos, salarios, rentas y comisiones, así como los precios; la segunda fase sería mediante un sistema de controles con cierta flexibilidad, además incluyó el establecimiento de una sobretasa a cierto tipo de importaciones, fundamentalmente de bienes manufacturados También el gobierno de Estados Unidos decidió suspender la convertibilidad del dólar en oro, medida que anunciaba ya la devaluación y reconocida oficialmente en el año de 1971.

De tal manera que el gobierno de Estados Unidos suspendió de manera unilateral el Sistema Monetario Internacional que surgió en Bretton Woods en 1944 basado en paridades fijas acordadas mediante la creación del FMI.

Debido al problema suscitado se busca arreglar esta situación mediante el acuerdo Smithsoniano y que consistía en devaluar el dólar y que ha su vez buscaban revaluar las otras monedas de los principales países, esto principalmente porque buscaban tener una mayor posición competitiva sobre todo la economía estadounidense. Además, bajo el acuerdo de Bretton Woods se permitía un margen de fluctuación de 1% hacía arriba o hacia abajo de la paridad. En el acuerdo Smithsoniano ese margen, después del realineamiento, fue ampliado a 2.25 por ciento.

De las principales economías en el mundo el Reino Unido dejó flotar su moneda en 1972 debido a problemas en su balanza de pagos, y con ello marcando el principio del fin del área esterlina, que contenía a sesenta países, que habían estado ligado su moneda a la libra esterlina.

También el dólar continuó con problemas en su balanza comercial y fue por eso que se desató una carrera especulativa con la divisa estadounidense, con esto el dólar se vio más abajo de niveles mínimos fijados en el acuerdo Smithsoniano

 

2.2 ROMPIMIENTO DE LOS ACUERDOS DE BRETTON WOODS.

2.2.1 LOS ACUERDOS DE BRETTON WOODS

El acuerdo de Bretton Woods fue la regulación más importante en el nivel de las relaciones financieras internacionales procedente de la fase de crecimiento estable inmediata a la presente crisis de largo plazo. Este acuerdo expresó la forma en que estas relaciones quedaron estructuradas donde la economía y la moneda estadounidenses se erigieron como las hegemónicas.

Las propias condiciones económicas y políticas presentes al finalizar la guerra colocaron a Estados Unidos y a su sistema bancario como proveedores de los medios de pagos necesarios para la reconstrucción y recuperación de la posguerra.

Debido a la crisis del dólar y el fin de su convertibilidad estable se rompe el acuerdo de Bretton Woods, esta ruptura procede de las condiciones en que va apareciendo la crisis en Estados Unidos. Pero estos problemas no llevaron a una pérdida inmediata de la dominación de dicha economía y de su moneda en las relaciones financieras internacionales, sino que la hacen aparecer más fuerte.

La ruptura de Bretton Woods se inicia en la economía norteamericana a partir de fenómenos interno y externos. Por un lado, el gasto militar excesivo resultado de la guerra de Vietnam, que empezó a generar presiones inflacionarias que la Reserva Federal frenó incrementando la tasa de descuento. Esto contrarresto con fuerza en la parte del financiamiento de la inversión civil. Además, a mediados de los sesenta, se produce un descenso en el ritmo de crecimiento de la inversión y la creciente exportación de capitales de las firmas transnacionales, con lo que se gestan los elementos necesarios para crear el descenso en la tasa de ganancia.

Por otro lado, la otra cuestión que contribuyó a dicho rompimiento fue el déficit estadounidense provocando una abundancia de medios de pago internacionales, dólares que no se invirtieron, sino que se destinaron a colocaciones financieras de corto plazo.

La ruptura de Bretton Woods significó el fin de la etapa de paridades fijas, los cambios en las tasas de interés nacionales se trasmitirán por conducto del mercado cambiario con facilidad.

Algunos autores como Ariel Buira, señalan que la experiencia de los últimos 20 años muestran que el Fondo ha desempeñado esa tarea de manera poco eficaz, debido a la escasa disposición de los países industriales a modificar sus políticas conforme a los intereses de la comunidad internacional.

2.2.2 DESENLACE DEL ROMPIMIENTO DE BRETTON WOODS

 

El proceso de la crisis capitalista actual se inicia a finales de los años sesenta y se alarga hasta nuestros días. De los principales problemas que se suscitan son sobre todo la devaluación de la libra esterlina en 1967, seguida del doble mercado del oro, de la devaluación del franco y de la revaluación del marco, hasta la supresión de la convertibilidad del dólar que marcan en conjunto la quiebra definitiva del orden monetario internacional de Bretton Woods en agosto de 1971, marcan el inicio de la crisis con un desenlace en la situación monetaria internacional y bajo el dominio del dólar y la hegemonía estadounidense presentaron la primera crisis financiera. Uno de los acontecimientos importantes que se cuentan es el alza de los precios del petróleo que, a finales de 1973, creó problemas sobre todo en las balanzas de los países capitalistas desarrollados, y que contribuyó de manera decisiva al dislocamiento del Sistema Monetario Internacional.

Debido al alza del petróleo y con la puesta en marcha de los petrodólares estos engrosaron la masa de eurodólares en 1974, creando una mayor especulación y desestabilizando el llamado orden Monetario Internacional.

Además, desde el nacimiento del Sistema Monetario Internacional que había sido institucionalizado debido a la imperiosa necesidad de los monopolios, en particular los norteamericanos, buscando organizar un orden capitalista favorable a la circulación de sus mercancías y de su moneda y a la libre inversión de sus capitales, no fue del todo favorable para los países subdesarrollados.

Por otro lado la economía norteamericana empezó a perder terreno en varios aspectos, uno de ellos es el área productiva, en los cuales las exportaciones de Estados Unidos representaban un 18.4 por ciento del comercio mundial en 1950, descendieron a un 15.5 por ciento en 1970. Además en 1971, la balanza comercial que era excedentaria, paso a ser deficitaria.

Durante los primeros años de la destrucción del orden monetario de Bretton-Woods, los propios gobiernos de los países capitalistas desarrollados estaban interesados en contener las tendencias devaluatorias del dólar por lo cual los bancos centrales de dichas naciones efectuaban compras masivas de dicha moneda. Por ello, en el período de transición que conoció el FMI, entre la separación de sus principios básicos originales y la redefinición de los mismos en la década de los setenta, éste ejercería su papel de injerencia en las políticas económicas de los Estados acreedores con cierta timidez, pero no por ello tratando de cambiar a corto plazo sus políticas internas como más adelante se señala. De alguna forma el FMI interviene directamente en la formulación de la política económica de los países para salvaguardar los intereses de los bancos privados internacionales y permitir su desarrollo y expansión.

En el plano monetario hubo problemas debido al déficit creciente de la balanza comercial de los Estados Unidos, de los enormes gastos militares, de los préstamos a los países del Tercer Mundo y de Europa, de sus inversiones directas en el extranjero, con lo cual el déficit de la balanza de pagos norteamericano se profundizó rápidamente. La inflación y el estancamiento económico en los setenta, combinados con una política monetaria expansiva, presionaron a una persistente devaluación del dólar ante el marco y el yen: el primero se revaluó frente al dólar entre 1970 y 1979 casi un 50% y el segundo un 39 por ciento.

De esta manera los norteamericanos no se preocuparon por su déficit en balanza de pagos ya que éste era cubierto en gran parte por los europeos. Pero cuando tuvieron que cubrir ese déficit, éste tuvo que ser financiado por oro de las reservas norteamericanas, por lo tanto disminuyeron, con lo cual fueron perdiendo el control pleno de éstas en el contorno de las reservas mundiales.

Fue así como los Estados Unidos perdió terreno con los otros países ya que estos venían acumulando dólares, es decir, créditos a corto plazo sobre los Estados Unidos, mientras que estos últimos acumulaban créditos a largo plazo sobre dichos países, contribuyendo con ello por parte de los europeos a ir perdiendo la confianza hacia el dólar norteamericano. Tal fue la desconfianza de dichos países que varios Bancos Centrales y particulares comienzan a exigir oro pues, sobre todo a finales de los años 1960 con una probable devaluación del dólar, estos perderían debido a que costaría más comprar más tarde el oro que si lo cambian antes de que dicha devaluación sucediera. Por lo tanto estos harían más pronto la conversión de sus dólares en oro, por temor a una devaluación del dólar.

Por ello, durante el gobierno del presidente Nixon, las autoridades estadounidenses decidieron suspender la convertibilidad del oro dando paso a lo que vendría siendo la destrucción del sistema Monetario Internacional basado formalmente en el Gold Exchange Standard (patrón cambio oro).

Así, una devaluación de un 8 % del dólar incrementando con ello a 38 dólares la onza del oro decretada por el gobierno norteamericano en diciembre de 1971 y, el aumento del margen de fluctuación de 1% a 2.25%, sellan el derrumbamiento del sistema de Bretton Woods y abren una nueva era de crisis en el sistema monetario internacional, ahora más difícil y profunda de resolver que las anteriores, debido a las situaciones agudizadas por los incrementos del precio del petróleo y a la apertura y rápido desarrollo de los mercados de capitales internacionales. Por ello, se dice que la crisis del dólar es paradójicamente la consecuencia del éxito del dólar. Además, el cambio que se establece pasando de paridades fijas a cambios fluctuantes favorece el fortalecimiento del sector privado de todas las potencias capitalistas en las áreas industrial, comercial, pero principalmente en el área financiera.

Una de las posibles causas sobre la controversia que se desarrolló en torno al Fondo Monetario Internacional se debió quizás a la toma de decisiones relativas al tamaño de éste, al como usar sus recursos, entre ellos los DEG, al oro y al desarrollo del sistema monetario internacional que, como se ve a lo largo de las decisiones en el transcurso de este están subordinadas a la voluntad de unos cuantos países y sus autoridades financieras.

2.3 EL FMI DESPUÉS DE LA RUPTURA DE BRETTON WOODS

Los problemas monetarios que se venían gestando en Europa a raíz de la sobrevaluación del dólar, rompieron con los esquemas de estabilidad que se habían gestado con anterioridad. En la reunión cumbre de 1967 celebrada en Río de Janeiro, los principales directores ejecutivos sometieron a la junta de Gobernadores el Plan para un sistema basado en Derechos Especiales de Giro. El principal objetivo que se buscaba era crear y contar con una clase nueva de activo que junto con el oro y las monedas integraran las reservas de los países.

La política asignada por el FMI durante los años posteriores a la creación de los DEG fue la misma en cuanto a los usos de estos recursos ya que se asignaron proporciones de cuotas a los participantes del FMI, beneficiando fundamentalmente a los países desarrollados en un monto equivalente a los 6 177 millones de DEG, en cambio a los países subdesarrollados correspondieron 3 137 millones de DEG de un total de 9 500 millones y que se aprobaron para un período de 3 años. Además, el uso que los países subdesarrollados le dieron a estos eran básicamente para el pago de sus importaciones o para el pago de su deuda externa, por lo cual gran parte de estos DEG van a dar a las arcas centrales de los países desarrollados.

A partir de la inestabilidad cambiaria presente entre las monedas de las naciones más desarrolladas, resulta muy inconveniente ligar a los DEG al dólar norteamericano, por ello se planteó establecer el valor de los DEG mediante una canasta de monedas en lugar de hacerlo sólo con el dólar.

Así, en la reunión de Jamaica efectuada en 1976 los gobernadores integrantes del FMI decidieron aumentar las cuotas de este organismo de 29 200 millones de DEG 39 000 millones y se agregaron cambios en el uso de los DEG. Como lo señalan José Serulle y Jaqueline Boin,

"... los Derechos Especiales de Giro fueron creados en el marco del Sistema de Bretton Woods, aunque su creación fue, en el año 1969, objeto de una enmienda de los estatutos originales. Su papel y naturaleza conocerán una modificación en el nuevo Sistema Monetario Internacional, instaurado mediante la segunda enmienda, en el año de 1978".

Michel Lelart, en su libro sobre las operaciones del F.M.I., afirma:

"... los acuerdos de Bretton Woods fueron enmendados una primera vez para establecer los Derechos Especiales de Giro y, una segunda vez, para hacer oficial la reforma del Sistema Monetario Internacional. Las dos enmiendas han modificado por completo las modalidades de la actividad del Fondo, así como el alcance de sus operaciones".

En el convenio Constitutivo se aprobó también la reducción gradual de la función del oro en el sistema monetario internacional, por lo que el pago en oro al Fondo fue derogado.

Lo que se trataba de hacer era impulsar el intercambio con los DEG como activo de reserva principal buscando con ello darle una mayor liquidez para enfrentar los problemas económicos, sobre todo a las economías en desarrollo: El Fondo Monetario Internacional está facultado para comprar y vender DEG a los países miembros a cambio de las monedas de otros, y estos tendrían prioridad entre los activos que el fondo puede aceptar y utilizar.

En una de las reuniones efectuadas en Manila en 1976, uno de los gobernadores procedente de Costa Rica, señaló como algo contrario a tal propósito la pérdida de terreno del DEG dentro de las reservas internacionales, pues actualmente constituyen sólo el 4% de ellas.

En realidad, los DEG diseñados para alternar como moneda de reserva con el dólar, no han sido emitidos en el volumen necesario para enfrentar los problemas de liquidez de los países en desarrollo. Por el contrario, el amplio volumen de liquidez presente en los mercados financieros internacionales depende crecientemente de la ampliación de la presencia de los grandes bancos privados transnacionales.

2.3.1 ETAPAS DEL F.M.I.


A lo largo del desarrollo del Fondo Monetario Internacional se pueden identificar tres etapas en su historia, como lo expone Michael Lelart, señalando como primera, el período que va desde el año de 1944 hasta 1960. Esta etapa que es el comienzo del Fondo, durante la cual extiende sus operaciones aunque con muchas dificultades y lentitud para afianzarse.

La segunda fase dio inicio en los años de 1960 y culmina con al inicio de los años setenta, en esta etapa se maneja con más facilidad sus activos y extiende sus operaciones a los países miembros. Con la declaratoria de Nixon de inconvertibilidad y el inicio del largo periodo de inestabilidad cambiaria con el abandono de las paridades fijas, se inicia la tercera fase. Durante ella se pretende organizar de manera más adecuada e institucionalizar el nuevo caos monetario, basándose en la promulgación de los estatutos del F.M.I., una en 1969 y otro en 1978. Podría agregarse una nueva fase, la cuarta, a partir de las crisis financiera mexicana de 1994 y las crisis financiera en el sudeste asiático, cuando el Fondo emprende tareas de transformación propia y de reformas al sistema monetario y financiero internacional a través de lo que se considera la Nueva Arquitectura Financiera Internacional.

Las sucesivas crisis monetarias que se presentan desde la inconvertibilidad encuentran su origen, como se ha señalado con anterioridad, en la propia organización y naturaleza del F.M.I., en particular en la dependencia de todo el sistema en relación con el dólar norteamericano, ya que por las condiciones expuestas anteriormente, éste tomó el control general de los activos de reserva y del equivalente general en el intercambio internacional de las economías desarrolladas y subdesarrolladas a partir del desplazamiento de la libra y de la hegemonía de la Gran Bretaña.

2.4. EL NUEVO PAPEL DEL FMI CUANDO SE ROMPE BRETTON WOODS.

Durante muchos años el dólar se ha mantenido como la principal moneda utilizada para la mayoría de transacciones en el contexto global de la economía. A principios de 1970, con el aumento de las transacciones debido a la creciente competencia en el sector financiero, se sucede un amplio crecimiento en el mercado de los eurodólares. Es decir, dólares que circulaban en Europa, dólares depositados en bancos exteriores a los Estados Unidos por un acreedor que no reside en dicho país, pero que incluso puede se en bancos estadounidenses operando con oficinas en Europa.

Es entonces cuando comienza a desarrollarse las transacciones financieras internacionales estaban localizadas en más plazas europeas y que se hacen principalmente en dólares. Pero más tarde comienzan ha realizarse otras monedas por lo que se utiliza él termino eurodivisa.

Estas eurodivisas se definen como operaciones de crédito a corto plazo, realizadas en monedas extranjeras en un mercado nacional, al final del año en 1974 el Banco de Pagos Internacional lo evaluó en 21 000 millones de dólares.

Ello contribuye a una fuerte especulación, que se contribuyó a la característica incertidumbre en los poseedores de capitales de nuestros días. Hacia finales de los años sesenta, debido a la elevación de las tasas inflacionarias en los Estados Unidos y al menor ritmo de crecimiento económico se sucedió la inevitable devaluación del dólar.

Así, el dólar empezó a perder la fortaleza que venía mostrando como moneda de reserva. De tal manera, se registraron devaluaciones sucesivas: la libra esterlina en 1967; la devaluación del franco francés; en agosto de 1969; la revaluación del marco en octubre de 1969 y el franco suizo en el año de 1971.

Desde 1975 el FMI dejó de publicar un precio oficial para el oro, a la vez que esta institución y la Reserva Federal de los Estados Unidos procedieron a vender parte del oro que tenían en sus reservas, como muestra inequívoca de que las nuevas reglas monetarias que excluían cualquier margen de monetización de ese metal precioso.

Según el FMI, entre 1972 y 1980, el dólar perdió más de un 46% de su valor con respecto al marco alemán, alterando su relación 3.19:1 por otra de 1.82:1, mientras que con el yen se redujo su valor en un 25%, desde una relación 303:1 a otra de 226:1 yen por dólar.

Con ello se rompe un esquema de paridades fijas, como anteriormente se había mencionado para instaurar el régimen de cambios flotantes, además de la decisión de declarar la inconvertibilidad del dólar en oro. Los países europeos deciden protegerse contra el flujo de dólares a sus territorios con fines de ganancias especulativas. Para ello muchos bancos centrales decidieron romper con los estatutos del FMI que había creado el carácter fijo de la paridad de monedas y decide dejar flotar éstas, es decir, dejar flotar libremente sus monedas.

Dentro del régimen de cambios flotantes, se encuentran dos formas, una llamada de tipo "pura" que es cuando los bancos centrales no realizan ningún tipo de intervención, y la otra de flotación "impura" cuando intervienen para evitar que las fluctuaciones sobrepasen determinados límites.

Con la instauración de un nuevo régimen de cambios flotantes esto favoreció al sector privado de todas las potencias capitalistas en las áreas industrial, comercial y financiera. Este régimen permite más libertad a las autoridades monetarias nacionales en la administración de su sistema monetario, pero al mismo tiempo permite que se desarrollen, ampliado aceleradamente sus activos los grandes bancos que operan internacionalmente, los grupos financieros internacionales, etc.

Esto también lo señalan José Serulle y Jaqueline Boin, " la circulación privada de capitales, al tiempo que fue estimulada por la instauración de los cambios fluctuantes, constituyó también un factor de disgregación del Sistema Monetario Internacional establecido en Bretton Woods.

Además agregan que, "el periodo de transición que conoció el FMI, entre la pérdida de sus principios básicos originales y la redefinición de los mismos en la década de 1970, éste ejercía su papel de injerencia en las políticas económicas de los Estados acreedores con cierta timidez. En la actualidad, sabemos que tal como lo veremos ulteriormente, el FMI interviene directamente en la formulación de la política económica de los países para salvaguardar los intereses de los bancos privados internacionales y permitir su desarrollo y expansión."

Así, por ejemplo, cuando fue formulado el plan Baker, un alto funcionario del Tesoro por medio de un periódico londinense dijo:

Los paquetes de ajuste económico que el FMI exige a los países a cambio de sus préstamos y que están destinados a alcanzar, en un lapso de uno a tres años, un mejoramiento sustancial de la posición financiera externa de los países en desarrollo, han fracasado en el logro de algunos de sus objetivos principales.

Hoy en día, el FMI interviene para conducir las políticas económicas de los países deudores con el objetivo de que estos alcancen a pagar el servicio de sus deudas con los bancos e instituciones financieras. Se pretende instaurar una situación económica que les permita seguir prestando sin peligro. Los bancos privados internacionales no sustituyen al FMI, sino que lo tienen directamente para garantizar una conducta macroeconómica especifica de los países deudores.

Es por ello que hasta hoy las soluciones planteadas por el FMI para ayudar a las economías en desarrollo que no sufrieron ningún efecto positivo, aunado también al crecimiento de la deuda externa que se dio como consecuencia a los problemas que sufrieron los países desarrollados por la crisis petrolera y que vino a recrudecer este problema sobre los países en desarrollo.

A fines de los setenta y durante los ochenta el FMI empezó a interesarse en promover políticas de expansión de la oferta. Más concretamente, se trata de transferir recursos hacia la producción de bienes comercializables en el exterior, desviándolos de la producción de bienes de consumo interno, por lo cual el FMI y Banco Mundial colaboran cada vez más en el diseño de programas de mediano y largo plazo en torno a cambios estructurales que favorezcan la orientación de la economía hacia el exterior, tratando de que se facilite la operación de las leyes del mercado y una menor intervención del Estado en la economía. Todo ello con el objetivo de lograr superávit comerciales necesarios para enfrentar el pago de intereses de la deuda externa y que los países no cayeran en moratorias o suspensiones de pagos.

Además se hacen otros esfuerzos encaminados a dar un papel preponderante a los mecanismos de mercado y reducir los obstáculos al comercio internacional y los movimientos de capital. El objetivo principal de estas reformas es transformar la economía en una economía más abierta, mediante políticas de estabilización con una reducción del gasto público como parte de la recomendación del FMI, recorte del gasto estatal y que constituye un elemento central del programa de ajuste estructural planteado por el Fondo.

2.5 LA CRISIS DE DEUDA Y EL F.M.I.

Históricamente hablando la deuda externa ha representado un grave problema para la gran mayoría de los países subdesarrollados, como sucedió con la suspensión de pagos de Argentina hace un siglo y más tarde en 1982 con México, y la amenaza posterior que hizo Brasil y Perú de caer en moratoria, pero lo cual no llegó a suceder debido a que sufrirían una suspensión total de créditos tornándose esto peligroso para sus economías.

El ritmo de endeudamiento Latinoamericano en los setenta y su calidad cambia significativamente con relación a otras etapas posteriores. Es por eso que otras regiones del mundo se endeudan muy poco.

Al inicio de la década de los setenta la deuda externa acumulada de América era de alrededor de un 37.4% del endeudamiento total de los países subdesarrollados. En 1980 representaba el 43% de la deuda acumulada y el 40% del producto. Además la deuda externa pública de la región ascendía a 16 000 millones de dólares en 1970, cuando para el conjunto de los países subdesarrollados era de 42 600 millones, posteriormente una década más tarde en 1980, la deuda pública acumulada alcanza los 130 000 millones y 304 000 millones de dólares respectivamente.

Cuadro 2

DEUDA EXTERNA TOTAL DE AMERICA LATINAa

(Millones de Dólares)

                     

País

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999b

TOTAL

448231

458777

478798

538683

565145

620329

646048

668150

746020

749310

Argentina

62233

61334

62766

72506

85656

98547

109756

124315

139738

145000

Brasil

123439

123910

135946

145726

148295

159256

179934

199998

243163

240000

Chile

18576

17319

18965

19665

21968

21736

22979

26701

31691

33975

Colombia

17993

17335

17278

18888

21840

24912

29512

32018

33896

34350

Ecuador

12222

12802

12795

13631

14589

13934

14586

15099

16400

16100

México

106700

116552

117534

131717

142199

169699

163499

152976

161213

161500

Perú

22856

25444

26612

27447

30191

33378

33805

28635

30014

28715

Venezuel

35528

36000

38447

40836

41160

38498

35541

32426

30689

28600

Otros c

48684

48081

48455

68267

59247

60369

56436

55982

59216

61070

Fuente: CEPAL. Informe Anual. Año, 2000.

a Incluye la deuda externa total del sector público y privado. También incluye la deuda con el Fondo Monetario Internacional.

b Cifras Preliminares

c Incluye resto deuda de América Latina.

Fuente: CEPAL. Anexo estadístico, año 2000.

 

La deuda que contrata, especialmente Latinoamérica en cuanto a la deuda externa pública se refiere, sobre todo con acreedores oficiales, desciende mientras se incrementa con acreedores privados. Así, el crédito de fuentes multilaterales y bilaterales, en 1970 representaba el 28% de la deuda en cambio paso a ser de 22.5% en 1980.

Se establecieron otros elementos de importancia de la deuda regional en esos años, sobre todo debido a la presencia de los acreedores privados que se vinculo al crecimiento económico regional y al aumento del servicio de la deuda. Así, ya que al inicio de la década de los setenta esta deuda representaba el 29% de la deuda acumulada total y al finalizar la década el 18% procedía de organismos internacionales y el 82% de fuentes privadas.

Como se observa hay un cambio muy marcado en cuanto a la procedencia de los créditos y de acuerdo al tiempo en que se dan es notoria la participación de la banca privada, y son precisamente los países como México, Argentina y Perú que desde el inicio de la década de los setenta que su deuda es más importante con acreedores privados, no así Brasil y Venezuela. En cambio durante los años ochenta para los mismos países el 90% de la deuda total es de origen privado. Esto muestra el giro que se da en los créditos de acuerdo a su origen y por tanto a su acreedor.

En una situación general encontramos que los créditos otorgados a la gran mayoría de los países con problemas de deuda al inicio de los ochenta eran formalmente de refinanciamiento para el pago de su deuda, lo que significaba más endeudamiento para pagar el servicio de su deuda, acentuándose en los siguientes años.

La situación se torno cada vez más aguda debido al proceso de seguir pidiendo prestado para seguir pagando, lo que vino a desembocar fue una falta de divisas debido a que la contratación de esta deuda era para pagar vencimientos y lo que apareció fue la insolvencia en 1982 cuando se sucedió la contracción del mercado financiero internacional y el cambio en la dirección de los flujos financieros.

Por ello, el servicio de la deuda consumía parte, gran parte, o incluso todo el monto de las nuevas contracciones, como lo menciona Eugenia Correa: "no puede verse detrás del crecimiento de la deuda una importante fuente de recursos nuevos para nuestras economías".

A partir de la "crisis de deuda" de 1982, el FMI decidió condicionar sus créditos, a que los países endeudados consiguieran que los bancos privados participaran en la provisión de fondos. Además, Estados Unidos también pidió que se siguiera prestando, buscando con ello que la Reserva Federal aumentara sus líneas de crédito a corto plazo tratando de aliviar momentáneamente la situación grave por la que atravesaban dichos países.

Estas medidas y otras reformas de política que se crearon en Washington no eran otra que documentar o informar sobre los cambios de actitudes políticas que se estaban produciendo hacia América Latina y fueron definidas por John Williamson, como el Consenso de Washington, termino que denomina a la posición ideológica de los acreedores en defensa de sus intereses en el mediano y largo plazo y que construye la dirección que debe tomar el cambio estructural para los países endeudados. Se gesta bajo el liderazgo de los Estados Unidos, de sus autoridades financieras, con la inclusión de los intereses de los bancos privados acreedores. Se inspira en las reformas económicas que de corte liberal se estaban emprendiendo en las dos grandes potencias, Estados Unidos y Gran Bretaña bajo los regímenes de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, que a su vez están inspirados en el desarrollo y la libertad de mercado, incorporando por supuesto su ampliación a través de la privatización.

Queda claro que la estrategia proseguida por el gobierno de Estados Unidos y los bancos transnacionales sobre los problemas financieros de tipo internacional, no podían ser manejados como problemas de corto plazo y que las economías deudoras debían de aplicar cierto tipo de políticas a fin de liberar los recursos necesarios para el pago de sus deudas, pero además emprender reformas estructurales que permitieran la ampliación del mercado de conglomerados financieros y no financieros. .

Durante los años de los programas de estabilización de los ochenta la región terminó con un pasivo de 333 000 millones de dólares, de los cuales más de 90 000 millones eran deuda de corto plazo y efectuó pagos por el servicio de la deuda de casi 59 000 millones de dólares, de los cuales 51 000 millones procedentes de disposiciones de crédito y el resto fueron transferencias netas.

Así, el Fondo ha sido la entidad internacional que, cambiando los objetivos originales que le dieron vida, ha estado organizado la reforma estructural que permite mantener el esquema de endeudamiento y de servicio de la deuda. La apertura y liberalización de las economías en desarrollo, promovida por el Fondo, rápidamente condujo nuevamente a posiciones insostenibles y a nuevas crisis financieras, esta vez acompañadas de crisis bancarias que han cambiado la propiedad de los bancos, entrando a participar muy activamente los propios grandes bancos acreedores en los sistemas financieros de los países deudores.

Por otra parte, diversos trabajos de análisis de las consecuencias de la deuda externa sobre las economías endeudadas coinciden en señalar que el servicio de ésta, es decir el pago de intereses y de los vencimientos de capital, ha sido una enorme carga sobre la balanza externa, sobre las finanzas públicas y en general sobre las condiciones de financiamiento de la economía. Los países han sufrido crisis de financieras recurrentes al vaivén del nivel de liquidez de los mercados financieros internacionales, además de los problemas derivados de la contracción del flujo de comercio externo, y aquellos vinculados a la intensificación de las presiones económicas y políticas dirigidas a regularizar el pago de los servicios de la deuda externa.

Los conflictos entre acreedores y deudores en los mercados de capitales se han inclinado por lo general a favor de los intereses que representa los primeros, especialmente si estas han sido acompañadas de una correlación de fuerzas productivas, comerciales y políticas- militares más poderosas.

La crisis financiera desatada en 1982 actualizó la necesidad de políticas capaces de enfrentar los serios desequilibrios de la balanza de pagos.

Sin embargo, las políticas utilizadas para ello, pretendían un alivio a dichos desequilibrios por la vía de incrementar las exportaciones y la productividad en bienes exportables. Cuando en realidad, el principal factor que contribuyó a la agudización del problema, provino de la pesada carga de los servicios de la deuda externa, especialmente cuando los temores de la banca internacional la llevó a cancelar sus mecanismos casi automáticos de refinanciación.

Los calendarios de pago acordados con el FMI y la banca internacional permiten aseverar que la presión de la deuda externa será seguramente recurrente en los próximos años. Si se mantienen los actuales compromisos y términos de negociación, se requerirán nuevos acuerdos y mecanismos disciplinarios más estrictos de las políticas económicas nacionales.

En los últimos años, los planteamientos del FMI y del Banco Mundial han insistido justamente en la necesidad de realizar cambios estructurales tanto en la asignación de sus recursos (oferta) como en el destino de su producción (demanda), a fin de volverlos más sensibles a los lineamientos que guían los movimientos de la inversión, la producción y el comercio internacionales.

Como lo expone Samuel Lichtensztejn:

... la gravitación de la deuda externa y la administración de su

cumplimiento en América Latina supera el estadio financiero y de comercio

exterior al que ciertos estudios sobre la crisis pretenden confinarla, y comprometen asimismo ciertas coordenadas generales del empleo interno del excedente o de la acumulación del capital. Esto se expresa en orientaciones de la política económica que, en lo inmediato y formalmente, aparecen ligadas al control inflacionario y al equilibrio de la balanza de pagos, pero que, en esencia y a más largo plazo, responden a la necesidad de una mayor internacionalización de sus patrones de desarrollo.

Tras cada uno de los ciclos de esas políticas económicas, expresamente han estado presentes los enfoques y la influencia del F.M.I., atribuyendo los desequilibrios de la balanza de pagos y la inflación a un equivocado manejo estatal a su excesiva y deficitaria injerencia en la economía y al exceso de demanda interna.

La necesidad de establecer un sistema Financiero Internacional, más fuerte, eficaz, se ve obstaculizado por los grupos de poder de los países industrializados, principalmente por los Estados Unidos.

Durante la década de los setenta sobre todo a finales y más tarde a principios de 1980 se suscitaron causas importantes que detenían el desarrollo económico sobre todo, por el inicio de un período de sobrevaluación de dólar y del creciente déficit en cuenta corriente de los Estados Unidos.

Estos importantes acontecimientos ocurrieron en el año de 1979, principalmente porque el presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, quien al restringir la oferta monetaria llevó a la tasa de interés a 16.6% en 1981, con ello la aumentó al doble de como estaba en 1978 contribuyendo a la apreciación del dólar.

Con la entrada de un nuevo gobierno en Estados Unidos precisamente durante la era del gobierno de Ronald Reagan, se buscó la forma de darle una mejor certidumbre a su economía aplicando una política restrictiva, además de una reducción de impuestos y un mayor gasto público, dando inicio al gran problema del déficit presupuestario.

Como lo señala Alma Chapoy "...el gran incremento en el déficit fiscal de un país de la importancia de Estados Unidos y con una muy baja tasa de ahorro nos da como consecuencia, un incremento en el nivel de tasas de interés que caracterizó a los años ochenta.

Sin embargo, en países como Alemania y Japón los déficit (países con tasas de ahorro alto) decrecieron. Llevando al deterioro de la balanza de pagos de Estados Unidos muy diferente a lo que sucedió en Alemania y Japón.

Estos problemas que fueron creciendo para los países en vías de desarrollo y que fueron arrastrando a las economías desarrolladas, pero que afectaron más a los acreedores norteamericanos, obligaron a proponer algunas medidas que desataran este nudo creado por la falta de crédito debido a la inseguridad de pagos de los prestatarios, por lo que al final de cuentas y siendo Secretario del Tesoro de Estados Unidos James Baker, formula un plan que llevaría su nombre para tratar de manejar la carga de deuda de los países en desarrollo y posteriormente a fines de los años ochenta se establece otro llamado Plan Brady en honor a su creador.

2.6 ACUERDOS EN EL MARCO DE LOS PLANES BAKER Y BRADY

Previo a los Planes Baker y Brady las renegociaciones de la deuda externa y su servicio eran anuales, tratando de reducir los montos sobre todo después del año crítico de 1982, desde entonces se consideró apropiado que el FMI condicionara los créditos de bancos privados y que participara en los paquetes de fondos para el refinanciamiento.

Después de la crisis de deuda de 1982, el FMI decidió condicionar sus créditos y con ello también la participación de los bancos privados para la provisión de fondos. Sin embargo, las renegociaciones anuales eran interminables e inyectaban más incertidumbre entre los acreedores y también en los países deudores. Es por ello que en ese entonces el Secretario del Tesoro de Estados Unidos James Baker, anunció un plan que en adelante llevaría su nombre. Este Plan fue anunciado en una de las reuniones anuales que llevan a cabo tanto el FMI y el Banco Mundial, específicamente en Seúl, y fue anunciando como "voluntad norteamericana para efectuar nuevas y considerables concesiones en los términos de pago de la deuda de los países del tercer mundo".

Dicho Plan consistía en aportar al refinanciamiento de la deuda de los 15 países más endeudados 27 000 millones de dólares en tres años. El Plan se presentó como una estrategia novedosa para reactivar las economías de los países en desarrollo que enfrentan problemas severos de endeudamiento, a través de la reanudación de las corrientes de financiamiento externo provenientes de los bancos y para responder de esta forma, al propio problema de la deuda.

Desde ese momento, el plan Baker constituiría un punto de partida para las relaciones financieras internacionales, en especial entre deudores y naciones desarrolladas. Dicho Plan se proponía en cambiar el proceso del ajuste recesivo por el de crecimiento de las economías deudoras para poder pagar. Se buscaba una recuperación con crecimiento a mediano plazo, mediante más inversión extranjera, transformación de empresas estatales ineficientes en empresas privadas. Pero esto sólo se podía establecer mediante financiamiento que se había suspendido a los países deudores. Lo que se trataba de hacer es aplicar nuevas concesiones en los términos de pagos de la deuda del tercer mundo, para reactivar dichas economías que enfrentaban severos problemas de endeudamiento.

Los elementos principales que se empezaron a divulgar previo a la reunión de Seúl y que conformarían la base de dicho plan fueron los siguientes:

  1. Cambiar el acento del ajuste recesivo al crecimiento de las economías deudoras, manejando principalmente la prioridad a las acciones que ayuden al crecimiento de las economías de esos países. Por ello en Seúl Baker advirtió:

Hacer hincapié en el crecimiento no equivale a restar importancia al FMI. Porque a través de su asesoría política así como de su financiamiento de balanza de pagos, el Fondo ha jugado un papel esencial para inducir las modificaciones de política necesarias y para catalizar las corrientes de capital. Lo cual debe de seguir haciéndolo. A su vez debe también instrumentar nuevas técnicas que favorezcan la obtención de financiamiento que apoyen el progreso futuro.

2. Insistir en que los países deudores adopten aquellas políticas que, como establece el secretario del Tesoro, favorezcan el crecimiento, equilibren la balanza de pagos y reduzcan la inflación.

3. Restaurar las corrientes de financiamiento destinadas a los países deudores, en especial los nuevos créditos voluntarios de la banca comercial.

4. Aceptar, al menos en forma implícita, que los gobiernos de los países líderes del mundo industrializado deben implicarse en forma directa en el manejo del problema del endeudamiento, dejado hasta entonces en manos de los países deudores, la comunidad bancaria y los organismos financieros multilaterales.

Estos fueron los planteamientos generales que el propio secretario del Tesoro había establecido como estrategia general para enfrentar el problema de la deuda externa tanto por parte de las naciones acreedoras, como de los bancos y por parte de los países en desarrollo, pero que al momento de presentarlos cambiaron algunos puntos, sobre todo el ultimo que fue modificado por completo.

Así, en realidad el Plan Baker, estuvo lejos de solucionar el problema del endeudamiento de los países en desarrollo, basta ver que sólo se destinan 27 000 mil millones de dólares, sólo el pago de intereses de un año de estos países es muy superior a dicha cifra. El Plan fue una medida para enfrentar las tensiones acumuladas por parte del sector financiero estadounidense y no para aminorar la deuda de los países en desarrollo. Su intención era recuperar la confianza perdida, entre los inversionistas y que venía poniéndose en entredicho por los crecientes desequilibrios de la economía estadounidense.

La propuesta del plan Baker implicó para los deudores, como uno de sus componentes de mayor interés, la necesidad de un crecimiento fuerte y sostenido de las economías deudoras, a fin de solucionar el problema del peso del servicio de la deuda sobre éstas.

En concreto el plan Baker incluyo las líneas de política económica que los gobiernos debían adoptar, con el objetivo claro de restaurar las condiciones para el crecimiento de sus economías, como lo expone Eugenia Correa,

"1. La privatización de las empresas públicas deficitarias o ineficiente; 2. el desarrollo más eficiente del mercado accionario; 3. la mejora del comportamiento de la inversión nacional y extranjera, o sea apertura a las inversiones privadas extranjeras; 4. una reforma fiscal que promueva la inversión y el crecimiento, y

5. la liberalización y la racionalización de los regímenes de importación además de una reducción generalizada del gasto gubernamental".

Realmente al formular dicho plan, no había duda de que algunos países lo aplicarían como forma de mejorar su posición económica con respecto a los bancos acreedores. No tardo el Plan en enfrentar problemas, así, por ejemplo, el ministro de Hacienda de Brasil de esos años consideró que debía de aplicarse una verdadera reestructuración de su deuda, mientras que el FMI insistía en que Brasil debía someterse al programa formal de ajuste.

Lo que se buscaba con las propuestas del Plan era facilitar la apertura de las economías, planteada como cooperación más estrecha entre organismos internacionales como de países, pero no resolvía específicamente el problema de la deuda, buscando con esto la participación de Estados Unidos de sostener por todos los medios la capacidad de pago de los prestatarios y evitar así una salida concertada entre ellos.

Debido a la falta de eficacia del Plan Baker, se busca encontrar otra salida al problema de la deuda externa mediante otro paquete de medidas de transformación económica de los países deudores. El Plan Brady se remonta a los primeros meses del año de 1989, cuando Venezuela implanta un plan bajo los lineamientos del FMI y al Secretario del Tesoro de Estados Unidos no le gusta debido a que podría ser tomado por otros países como una excusa y dejar a un lado sus compromisos con la banca internacional. El Plan Brady incorpora las propuestas bancarias previamente desarrolladas por los mercados financieros con el fin de disminuir las deudas y que con mucho interés el Banco Mundial venía difundiendo, además de que dicho plan tenía como objetivo evitar el incremento que venían teniendo los préstamos oficiales y acumulación de deuda externa de los países y cuyas deudas crecían abruptamente. La propuesta que venían estableciendo era la de una disminución de pasivos mediante el intercambio de deuda con descuento y la participación de las instituciones multilaterales y los gobiernos para ofrecer las garantías necesarias a la titulación, que se realizaba desde meses atrás.

Desafortunadamente, como el anterior plan, se trato nuevamente de incorporar ciertos requisitos como aplicación de nuevo plan al programa de ajuste para quienes lo llevaran a la práctica, estos eran:

Eliminar el déficit presupuestal, privatización de las empresas estatales, otorgar mayores incentivos a la inversión nacional y extranjera, liberalizar el comercio exterior, y por último liberalizar los sistemas financieros.

Dada la magnitud que de la deuda externa de los países en desarrollo, se buscaba una forma más realista que estabilizara la pesada carga por el servicio de la deuda que en lugar de disminuir venía creciendo, por ello en el plan Brady como lo señala Eugenia Correa,

buscó reconstituir la unidad acreedora, cuya pérdida relativa durante los meses anteriores fue alimentada por su desempeño a través de los "mecanismos de mercado" y amenazaban con volver más caótico el mercado y un descenso pronunciado de los precios.

Lo que se buscaba realmente era proteger a la banca acreedora que era principalmente norteamericana, sobre todo que no hubiera temor a no pagar sus adeudos y la vez los precios de los títulos no sufrieran una baja y su rendimiento en el mercado secundario no fuera el adecuado.

Por ello en la cumbre que se llevó a cabo en París en Julio de 1989 entre los mandatarios de las siete más importantes economías del mundo, éstas dieron el sí al plan Brady, pero no por ello sin ciertas inconformidades de otros gobiernos, quienes no compartían las presiones financieras a las que se veían sometidas la banca estadounidense.

Es necesario recordar que ante la aparición del Plan Brady la banca no mostró un convencimiento claro de que ésta fuese la mejor o la única manera de enfrentar el problema, a pesar de que se contempló la posibilidad de que cada acreedor eligiera o diseñara la alternativa de acuerdo con sus necesidades entre un menú de opciones.

Debido a la desavenencia que se fue desarrollando al interior de los bancos, especialmente los estadounidenses quienes se oponían en sus comentarios que se redujera la deuda. Por ello durante los años noventa el plan Brady no mostró el gran ímpetu como se esperaba, de acuerdo con el director gerente del FMI y como ejemplo se establece lo que sucedió con países entre Jamaica y Ecuador. Pero no todos llegaron a ese acuerdo porque quedaron otros países entre ellos Brasil, Argentina y Perú.

Principalmente de lo que se trataba era de reducir el monto del principal de la deuda de una manera ordenada pues antes de aparecer dicho Plan Bolivia recompró la mayor parte de su deuda con la banca comercial al 11% de su valor nominal.

El acuerdo de México en febrero de 1990 fue el primeros en el marco del Plan Brady y lo concretó de manera particular, al aceptar ofrecer a los bancos tres opciones que incluyen descuento de hasta 35% en nuevos bonos con garantía, o reconocer el valor nominal de nuevos bonos con tasas de interés fija del 6.5%, también con garantía, o mantener los antiguos documentos y proporcionar nuevo dinero equivalente al 25% de aquellos.

Dentro del contenido del Plan Brady lo que se buscaba era dar certeza de que los acreedores tuvieran la posibilidad de rescatar la mayoría de sus préstamos y evitar las pérdidas derivadas de un mercado desordenado de reventa de deudas. Ello sucedió en el mercado secundario de deuda donde se desarrollo y se introdujo técnicas e instrumentos financieros a las renegociaciones de la deuda. Con ello lo que se buscaba era cambiar deuda vieja por nueva, deuda mala y de alto riesgo en buena y rentable.

La determinación con la que se estableció el Plan Brady y, según lo expuesto por varios autores fue simplemente la de salvaguardar la banca acreedora. En ese sentido puede afirmase que dicho plan fue motor y elemento estabilizador importante para el mercado secundario de la deuda de los países del tercer mundo. Como una muestra de ello puede referirse a la deuda mexicana que se negociaba a 33 centavos, un año después se vendía en 44 centavos y el descuento alcanzado en la renegociación de 1990 fue de 35%, o sea un precio de 65 centavos. En síntesis el impacto del Plan Brady fue alentar una mayor expectativa de rentabilidad de la deuda del tercer mundo.

Así tenemos pues, que la deuda del Tercer Mundo sobre todo la denominada en Bonos alcanzaba una cifra aproximada de 275 000 millones en préstamos susceptibles de renegociación. Esto hacía que el mercado que en ese momento se profundizaba fuera atractivo para aquellos inversionistas que buscaban incrementar sus ganancias pero con cierto riesgo.

Hasta ese momento, México fue el principal negociador de su deuda bajo dicho Plan que no le favoreció mucho ya que continuó con sus problemas de pagos, siguiendo simultáneamente Venezuela logrando una reducción de su deuda de un 55% además de Costa Rica, que logró dos formas de ayuda, una comprando sus pasivos, reduciendo con ello su deuda de 150 a 40 millones de dólares.

Algunos países no se interesaron por dicho Plan entre ellos Chile y Colombia, debido a que tenían otro tipo de negociación que les era favorable a su deuda y podían obtener además préstamos sin ningún tipo de problemas.

El fin de los acuerdos de Bretton Woods para la estabilidad monetaria y financiera internacional condujo a un crecimiento exponencial de la deuda externa de los países en desarrollo, a un desequilibrio creciente en las relaciones comerciales. Sin que los organismos financieros y comerciales internacionales encuentren una salida que no sea proseguir con la apertura financiera y comercial de los países. Las relaciones financieras entre países acreedores y países deudores no encuentran una salida satisfactoria para ambas partes, la deuda continúa acumulándose y los países deudores han estado sujetos a sucesivos programas que al estabilizar comprimen el crecimiento económico, la demanda y la inversión. Los desequilibrios económicos que toda esta situación provoca aún están por resolverse, como es el caso de los acuerdos de estabilización en México y América Latina así, como en la actualidad son los programas de ayuda económica debido a las crisis financieras en los países emergentes en Asia y Rusia con los veremos en los sucesivos capítulos.

 

 

 

 

 

 

CAPITULO III

EL FMI Y LA NUEVA ARQUITECTURA FINANCIERA

INTRODUCCIÓN

El intento más importante y de mayor significación para el reordenamiento de las relaciones monetarias y financieras internacionales desde la ruptura de los acuerdos de Bretton Woods al inicio de los años setenta, aparece justamente como reacción a lo que se calificó como la primera crisis financiera del siglo XXI. Considerada como una crisis de nuevo tipo, como la primera crisis de los mercados financieros ya globalizados, fue sucedida por otras crisis financieras de incluso mayores repercusiones, la crisis financiera del sudeste asiático, la crisis rusa y la crisis brasileña. A las que más recientemente pueden sumarse Turquía y Argentina. Estas crisis han venido a cuestionar en casi todos los ámbitos académicos, políticos, y de decisión de políticas económicas el papel que ha venido jugado el FMI y todo el marco institucional de las relaciones financieras internacionales. De ahí, que desde el grupo de los 7, pero también desde las oficinas de los gobiernos y de los bancos centrales de las más importantes economías del mundo surge la iniciativa de una Nueva Arquitectura Financiera Internacional.

En este capítulo, se trata de analizar estas cuestiones, en particular las relativas al nuevo papel que el FMI está jugando como impulsor y a la vez como objeto de cambio, para una reforma que no necesariamente aliviará las condiciones provocadas por las reformas estructurales de los países deudores, tampoco el problema del endeudamiento externo de los países en desarrollo, ni contribuirá a frenar el desencadenamiento de nuevas crisis financieras, pero que está contribuyendo a volver a legitimar las instituciones de Bretton Woods y su actuación

3.1 CONTEXTO ECONOMICO Y POLITICO DURANTE LOS AÑOS NOVENTA

La década de los ochenta marca la culminación de un complejo conjunto de fenómenos internacionales e internos que desembocó en la crisis del endeudamiento, entre otros hechos sintomáticos de los efectos de cambios acumulativos en la economía en general de este mundo. La generalización de los mismos problemas en casi toda América Latina y otras latitudes del Tercer Mundo es claramente indicativa de la presencia de fuerzas que trascienden la especificidad a los alcances de las políticas nacionales.

La situación económica y política de ese momento es mucho más amplía y compleja que hace cuarenta años por lo que los supuestos y las ideas que ahora se manejan en el terreno político y económico, están siendo combatidos y considerablemente recompuestos, sobre todo en América Latina y Africa. En estas dos regiones, así como también en algunos otros países en desarrollo, la reordenación económica de los años ochenta ha sido paradójicamente espoleada y frenada por el hostil clima económico internacional. La principal causa a este problema se debe a la ascendente carga de la deuda y sobre todo por las adversas relaciones de intercambio que han significado asimismo la permanencia de una crisis fiscal y de balanza de pagos, haciendo de la austeridad el trasfondo de los esfuerzos reformistas a largo plazo. Y que hasta la fecha muchos países siguen padeciendo de esta problemática como sucede con Brasil, México, Venezuela y otros países en América Latina.

Al analizar los orígenes de las crisis que han surgido en los últimos tiempos - México (1995), Asia (1997), Rusia (1998) y, más recientemente Brasil, (1999) es indudablemente necesario buscar una nueva orientación a un mejor equilibrio por parte de las economías, debido en gran medida al deterioro de algunos de los principales indicadores económicos como "ampliación del déficit en cuenta corriente, desequilibrio en las finanzas públicas, apreciación del tipo de cambio real y sistemas financieros débiles", como también a la pérdida de confianza de los inversionistas tanto nacionales como extranjeros y que se refleja en un nivel menos de producción en toda la economía.

Aquí es importante destacar el nuevo papel que juega el concepto de globalización y que integra los ámbitos de conceptos como el financiero, comercial, tecnológico y de inversión que son los principales detonantes del contagio de los desajustes en todas las partes del mundo. Es por eso que se busca crear nuevos mecanismos con elementos suficientes que permitan mantener un sistema financiero internacional sólido y estable, que permitan prevenir desajustes financieros y evitar la transmisión global de crisis más severas.

Es por eso que se han empezado a hacer los esfuerzos necesarios para reformar y fortalecer la arquitectura del sistema financiero internacional y que se ubica en cada una de las reuniones llevadas a cabo por G- 7 y los países en desarrollo, sobre todo a partir de los años noventa, en que se preocupan más debido a los desajustes que se dan por la globalización y que concentra la riqueza en países industriales, es por ello que la brecha entre las regiones más prosperas y las más atrasadas se hace cada vez más profunda. Por ello de las reuniones con los organismos internacionales para tratar de resolver dichos problemas, los que en las últimas décadas se han agudizado sobre todo en el ámbito económico, lo que a la postre se reflejo en el deterioro de los niveles de vida de gran parte de la población y que en algunos países emergentes crean problemas de tipo social, como han sucedido en Ecuador, Perú, Tailandia, Indonesia.

Debido a esta problemática las reuniones siguieron llevándose con más interés, además porque las crisis que se dieron en otras regiones, como sucede en Africa en estos últimos tiempos y en Asia, donde recobra con más fuerza el interés de la comunidad internacional por resolver esos problemas y que junto con las economías desarrolladas y en desarrollo se reunieron en Washington D.C. en abril de 1998 para fortalecer la propuesta antes mencionada. Debido a esto se concretaron reuniones entre las instituciones financieras internacionales y las economías emergente más importantes. Más adelante se hablará sobre estas reuniones con más detalle.

Como lo describe Eric Hobsbawm, la última parte del siglo fue una nueva era de descomposición, incertidumbre y crisis y, para vastas zonas del mundo como Africa, la ex Unión Soviética y los antiguos países socialistas de Europa, de catástrofes. Cuando el decenio de 1980 dio paso al de 1990, quienes reflexionaban sobre el pasado y el futuro del siglo lo hacían desde una perspectiva cada vez más sombría. Desde la posición ventajosa de los años noventa, puede concluirse que el siglo XX conoció una fugaz edad de oro, en el camino de una a otra crisis, hacia un futuro desconocido y problemático, pero no inevitablemente apocalíptico. No obstante, como tal vez deseen recordar los historiadores a quienes se embarcan en especulaciones metafísica sobre el fin de la historia, existe el futuro. La única generalización absolutamente segura sobre la historia es que perdurará en tanto en cuanto exista la raza humana.

El derrumbamiento de la Unión Soviética llamó la atención en un primer momento sobre el fracaso del comunismo soviético; esto es, del intento de basar una economía entera en la propiedad estatal de todos los medios de producción, con una planificación centralizada que lo abarcara todo y sin recurrir en absoluto a los mecanismos del mercado o de los precios.

El fracaso del modelo soviético confirma a los partidarios del capitalismo en su convicción de que ninguna economía podía operar sin un mercado de valores, sin el laissez-faire.

Además, la desaparición de la llamada guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, se presenta el resurgimiento de los problemas religiosos con los llamados grupos fundamentalistas y sus ideas arcaicas debido al debilitamiento de las religiones, así como el resurgimiento de los nacionalismos.

Sea cual fuere la naturaleza de estos problemas, una economía de libre mercado sin límites ni controles no puede solucionarlos. En realidad, puede empeorar los problemas como el crecimiento del desempleo y del empleo precario, ya que la elección racional de las empresas es que sólo buscan su propio beneficio y éste consiste en reducir al máximo el número de sus empleados y recortar los impuestos tanto como sea posible.

Por ello a medida que aumenta el abismo entre los países ricos y los pobres, parecería aumentar a su vez el campo sobre el ejercer este poder global. El problema es que, desde principios de los sesenta, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, con el respaldo político de los Estados Unidos, siguieron una política que favorece sistemáticamente la ortodoxia del libre mercado, de la empresa privada y del comercio libre mundial, lo cual conviene a la economía estadounidense de fines del siglo XX como había convenido en el siglo anterior a la Gran Bretaña, pero no necesariamente al mundo en general.

Además, menciona Hobsbawm, quien probablemente escriba del tercer milenio la historia del siglo veinte considera que ese período fue el de mayor trascendencia histórica de la centuria, porque en él se registraron una serie de cambios profundos e irreversibles para la vida humana en todo el planeta. Además esas transformaciones no han concluido.

Por ello, subraya que, inicialmente, los problemas de los años setenta se vieron sólo como una pausa temporal en el gran salto adelante de la economía mundial y los países de todos los sistemas económicos y políticos trataron de aplicar soluciones temporales. Pero gradualmente se hizo patente que había comenzado un período de dificultades duraderas y los países capitalistas buscaron soluciones radicales, en muchos casos ateniéndose a los principios enunciados por los teólogos seculares del mercado libre sin restricción alguna, que rechazaban las políticas que habían dado tan buenos resultados a la economía mundial durante la edad de oro, pero que ahora parecían no servir.

Durante los ochenta y en los inicios de los noventa, el mundo capitalista comenzó de nuevo a tambalearse abrumado por los mismos problemas del período de entreguerras que la edad de oro parecían haber superado: el desempleo masivo, graves depresiones cíclicas y el enfrentamiento cada vez más encarnizado entre los mendigos sin hogar y las clases acomodadas, entre los ingresos limitados del estado y un gasto público sin límite.

Las transformaciones que se fueron dando durante este siglo son contundentes, como ejemplo, los cinco o seis mil millones de personas que pueblan este planeta, aproximadamente tres veces más que la comenzar la primera gran guerra, a pesar de que en el curso de este siglo XX se ha dado muerte o se ha dejado morir a un número más elevado de seres humanos que en ningún otro período de la historia.

Además el mundo ha avanzado notablemente en el camino que ha de convertirlo en una única unidad operativa, lo que era imposible a principios del siglo. De hecho en muchos aspectos, sobre todo en cuanto a las cuestiones económicas, el mundo es ahora la principal unidad operativa y las antiguas unidades, como las unidades nacionales, definidas por la política de los estados territoriales, han quedado reducidas a la condición de complicaciones de las actividades transnacionales.

Otra de las contribuciones a este proceso de crisis, es la desintegración de las antiguas pautas por las que se regían las relaciones sociales entre los seres humanos y, con ello, la ruptura de los vínculos entre las generaciones, es decir, entre pasado y presente. Esto es sobre todo evidente en los países más desarrollados del capitalismo occidental, en los que han alcanzado una posición preponderante los valores de un individualismo asocial absoluto, tanto en la ideología oficial como privada, aunque quienes los sustentan deploran con frecuencia sus consecuencias sociales. De cualquier forma, esas tendencias existen en todas partes, reforzadas por la erosión de las sociedades y las religiones tradicionales y por la destrucción, o autodestrucción, de las sociedades del socialismo real. Por ello el futuro de la política era oscuro, pero su crisis al finalizar el siglo XX era patente.

Llama a estos cien años el siglo XX corto y junto con el nacimiento de Estados Unidos como primera potencia y la caída de Gran Bretaña después de la segunda gran guerra nacen dos nuevas potencias como es el caso de Alemania y Japón en el terreno económico, pero ninguna de ellas ha visto la necesidad de reforzar sus grandes recursos económicos con potencial militar en el sentido tradicional.

3.2 POLÍTICAS DE AJUSTE COMO CONSECUENCIA DEL AJUSTE FINANCIERO

Las medidas que en los años ochenta empezaron a tomar fuerza fueron las llamadas políticas neoliberales que implicaron reducir el aparato estatal en cuanto a forma y presencia en las estructuras del gobierno, reducción de los aranceles, reducción del gasto público, etc. Fue precisamente por la crisis de deuda que en algunos países surgió este problema debido a la aplicación de las políticas que tanto el FMI y el Banco Mundial recomendaban y que se vieron afectados por la liberalización de la economía de algunos países, y por las pesadas deudas externas, que mediante políticas de mediano plazo e implementadas por al Banco Mundial en parte y denominadas en ese entonces "préstamos de ajuste estructural" PAE, complementándose después con los "préstamos de ajuste por sectores" PAS, que buscaban contrarrestar los efectos negativos que surgieran. Se trato de buscar contrarrestar las medidas de austeridad, debido a las políticas que se implementarían y asegurar la adopción de las medidas, además de que podían ser puestas en marcha por organismos económicos centrales en este caso: ministerio de finanzas y bancos centrales.

Fueron muchos países en desarrollo que claramente se encontraban en dificultades económicas mucho más profundas de lo que ellos suponían, y con frecuencia los organismos exteriores habían inicialmente reconocido. En la mayoría de los países el deterioro de las condiciones para el crecimiento de la producción y de la inversión se acompañó de fuga recurrente de capitales y en los primeros años incluso de agudización de los procesos inflacionarios.

Entre los objetivos de las políticas de ajuste, el equilibrio macroeconómico, control fiscal y monetario, han cobrado gran importancia. Se insiste en reducir permanentemente la inflación y disminuir el déficit presupuestal. Si en un principio el objetivo fue canalizar el excedente económico de los países para pagar la deuda, el grave shock en la economía incidió en tasas negativas de crecimiento, y hubo entonces que canalizar gran parte de las exportaciones para generar las divisas necesarias.

El panorama de la deuda externa en el momento de la crisis de liquidez no era nada halagador. Entre 1980 y 1982 la deuda de la región latinoamericana se había incrementado aproximadamente 100 000 millones de dólares.

El Fondo Monetario Internacional así como la Reserva Federal de Estados Unidos después de la crisis de liquidez de 1982 en México se plantearon una estrategia cooperativa cuyos objetivos eran:

  1. Que los países deudores lleven adelante reformas estructurales orientadas al crecimiento económico;
  2. que las fuentes multilaterales, oficiales y privadas, proporciones un financiamiento adecuado, y

3) que todos los países contribuyan a mantener un entorno económico mundial favorable.

La crisis de deuda externa o crisis de liquidez puso de manifiesto la ruptura de un modelo de desarrollo financiado con el ahorro externo y el fracaso de dichas políticas económicas. Si bien es cierto que los países latinoamericanos participaban en el organismo financiero internacional, el Fondo Monetario Internacional, la fuerza que estos países han alcanzado ha desarrollar es todavía marginal.

Se llego a pensar que la crisis de la deuda externa era un problema de caja y de inmediato la política de austeridad característica del FMI prevaleció sobre los rasgos de la política económica que, con anterioridad en el caso de México había venido siendo de ampliación del presupuesto público, encabezando el gobierno federal el proceso de inversión en el país.

Las reformas estructurales concebidas para liberalizar la economía plantean amenazas para los intereses creados, diferentes de las emanadas de los paquetes de estabilización. La liberalización económica entraña un amplio conjunto de medidas permanentes que amenazan con severas pérdidas, entre las más obvias, son las siguientes: un comercio abierto, un papel disminuido del estado. Con ello se buscaba la pronta aplicación de las llamadas políticas neoliberales.

Se puede destacar también el hecho de que la fuerte participación de estas instituciones en el diseño de las políticas económicas de los países deudores condujo también a una cierta independencia, que se crea a raíz de las propuestas de tipo liberal, de las instituciones financieras internacionales. Así, éstas se alejan un tanto de la coalición de gobiernos deudores.

La coalición de los gobiernos que son grandes acreedores, junto con el FMI y el Banco Mundial además de los bancos comerciales, desempeñó un papel con miras a realizar esfuerzos de estabilización y liberación a partir de los años ochenta con la reestructuración económica. La aguda crisis externa de principios de los años ochenta, combinada con preocupaciones más antiguamente sentidas en el interior, precipitó una reordenación de largo alcance, como en el caso de México y de muchos otros países de la región. Los años ochenta han visto la intervención externa en las políticas económicas internas a un grado sin precedente, debido a las medidas dispuestas y del número de países afectados.

También se propusieron otros acuerdos como fue el derecho de giro (stand-by), del FMI y que implica programas y condiciones; estas condiciones fueron mucho más efectivas al promoverse medidas específicas y rápidamente vigiladas para que puedan ser ejecutadas con bastante rapidez por las autoridades económicas centrales, tanto por el lado de la demanda como por el lado de la modificación de los precios. Anteriormente, se decía que por el lado de la liberalización del comercio era más difícil o complejo porque representan a organismos y grupos, pero después de los acuerdos del GATT y con la creación de la OMC esto es lo más común en cuanto a la aplicación de políticas sobre acuerdos y programas del FMI. La generalización de estas políticas en la región y su aplicación más o menos profunda en cada país ha permitido que el modelo de economía subyacente en las recomendaciones de política y cartas de intención con el FMI y BM penetre ampliamente en estos países.

 

 

 

3.3 ACUERDOS MULTILATERALES DE MÉXICO: GATT, OCDE Y TLC

El primer paso en la apertura de la economía mexicana hacia el exterior se dio con el ingreso de México al GATT en 1986. En su momento se consideró que la adhesión a este organismo tuvo como fin incorporar al país a las corrientes comerciales internacionales al amparo de reglas multilaterales transparentes.

Otro de los factores que impulsaron el cambio estructural en México fue su ingreso a la OCDE lo cual sucedió el 18 de Mayo de 1994 convirtiéndose el miembro número 25 de dicha organización. Siendo además el primer país en ingresar en más de veinte años y además de ser el primero como país en desarrollo. El denominador común de esta organización y de las economías que la integran es compartir valores y experiencias que les permitan identificar problemas comunes y encontrar soluciones conjuntas.

Este proceso de integración a una nueva organización es precisamente una medida de apertura en el cual se compromete a mantener el grado de liberalización económica alcanzado y a continuar ese proceso en la medida en que las condiciones económicas, políticas y jurídicas del país lo permitan.

Además, se consideraba que México obtendría una serie de ventajas: un acercamiento importante a las economías desarrolladas, así como la oportunidad de participar en la formulación y puesta en práctica de las políticas económicas y sociales del conjunto de los países más avanzados del mundo.

Lo que se podía prever con el ingreso de México a la OCDE era que los créditos para este país recibieran una calificación menor en cuanto al riesgo. Al mismo tiempo fortalecer la credibilidad y la confianza en la economía mexicana, favoreciendo así la captación de la inversión extranjera.

Otro de los factores que contribuyó a ser sujeto de crédito con mayor fuerza fue la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canada y que fue la culminación jurídica, institucional, de la estrategia de desarrollo hacia afuera y de reconstrucción de la inserción de México en la economía internacional, y como lo señala David Ibarra significa la reafirmación de que el país persistirá por largo tiempo en llevar adelante una reforma económica en que la demanda externa, la inversión extranjera, el sector privado y el juego de las fuerzas del mercado desempeñarán los papeles protagónico. También Bernardo Sepulveda Amor señala " el TLC constituye una decisión fundamental en el ámbito de la acción internacional del Estado Mexicano que lo compromete en lo externo conforme al derecho internacional".

Con la entrada en vigor del TLC el 1° de enero de 1994 la economía mexicana dio un paso adicional de magnitud considerable en la consolidación del nuevo modelo de desarrollo.

De ello se deriva un conjunto de obligaciones, pero también de facultades, frente a otras naciones, principalmente con Estados Unidos y Canadá. Pero en general con la denominada globalización. Así, esta apertura adquiere una connotación diferente y más comprometedora sobre todo para México, ahora considerado mercado emergente.

3.4 REUNIONES DEL FMI EN LOS AÑOS NOVENTA

Debido a los problemas que venían arrastrando las economías tanto de Estados Unidos, Canada y el Reino Unido y principalmente por la recesión que se vivía en esos momentos, además del conflicto bélico suscitado al principio de los años noventa por la invasión de Irak a Kuwait en el Golfo Pérsico; profundizó el déficit de algunos países debido al incremento del precio del petróleo. Por ello, era conveniente proponer reuniones por parte de los países industrializados conjuntamente con los organismos oficiales encargados de ayudar a los países principalmente con problemas de deuda.

A principios de los noventa y sobre todo en la primavera de 1991 el Secretario del Tesoro estadounidense Nicholas Brady, había manifestado que debido a los niveles de las tasas de interés se mantenían altos, este era un problema bastante grave para reactivar la economía sobre todo porque se venía la reconstrucción de Europa Oriental y la ex Unión Soviética y la reconstrucción del Medio Oriente debido a la guerra y a la desintegración de las economías socialistas, por lo cual era imperativo la ayuda a los países subdesarrollados para salir de la crisis.

Además, el funcionario, Nicholas Brady, admitió que los bancos centrales debían mantenerse vigilantes frente a la inflación, pero consideraba que la mayor necesidad que se enfrentaba era la de conseguir un firme crecimiento.

En dicha reunión el director gerente del FMI, invirtió el orden de importancia de esos factores. Él expresa que el crecimiento económico era una preocupación básica, pero que no debía perderse de vista ni por un segundo la inflación. Porque la experiencia demuestra que una reducción en las tasas de interés, a largo plazo acarrea tasas más altas, a medida que los inversionistas en el mercado de bonos temen nuevas presiones inflacionarias.

En este sentido, se planteaba que el problema de lograr el crecimiento y reducir la inflación simultáneamente no está en reducir a voluntad las tasas de interés sino en lo que últimamente está en boga sobre todo en México una consolidación fiscal. De ahí la importancia de elevar los ahorros mundiales y recortar los déficit presupuestarios. Por ello, el máximo dirigente del FMI, Michel Camdessus, instó a las principales economías, Estados Unidos, Canadá y Alemania y otros países con déficit presupuestarios, a efectuar sustanciales recortes de gastos. Las firmes acciones fiscales –restricciones al gasto- permitirían que las tasas de interés bajaran sin presionar sobre los precios y reducirían las presiones al alza en las tasas de interés en los países europeos, reduciendo así las tensiones dentro del mecanismo de tipos de cambio, y al sistema monetario de Europa.

Por ello, en las reuniones efectuadas entre los organismos como Banco Mundial y sobre todo FMI, además del Grupo de los 7 y llevadas a cabo en abril de 1991, Estados Unidos trató de modificar las bases de la coordinación monetaria que establecieron los países del G-7 para lograr un crecimiento económico no inflacionario.

Concluidas estas reuniones del FMI, el Sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), hizo lo que esperaba imitaran sus socios del G-7: bajó de 6 a 5.5 la tasa de interés que cobra a los bancos y a otras instituciones financieras por sus préstamos.

Por otro lado, en la reunión anual del FMI y que correspondió a la fecha de octubre de 1991, efectuada en Bangkok, Tailandia; se trataron los principales problemas económicos de inicios de los noventa y los que se vislumbran a corto plazo, tales como: las turbulencias económicas; la incertidumbre en los mercados financieros; el precio del petróleo; y, los flujos financieros volátiles.

Debido a esto se centra la principal atención en el ahorro, la inversión mundial y las formas de crear un volumen de recursos que permitieran satisfacer la creciente demanda de recursos ante los cambios que se venían gestando como es la integración europea, la reconstrucción del Medio Oriente, el peso agobiante de la deuda externa y el déficit comercial y presupuestario estadounidense.

Con ello, se buscaba una pronta decisión y rápida conclusión de la Ronda de Uruguay y una pronta solución a los países en desarrollo, esto es integrar a los países en transición a la economía mundial; apoyar a los países en desarrollo y reconciliar el crecimiento global.

Entre los puntos a tratar con mayor precisión estaba la conclusión de la Ronda de Uruguay de negociaciones comerciales. Como se recordara esto comenzó en Punta del Este, Uruguay con 107 países y cuyo principal objetivo era combatir el proteccionismo, reduciendo las reglas del sistema comercial y adecuándolo a los albores del siglo XXI. Este proceso debía de haberse aprobado en Bruselas en diciembre de 1990, con la firma de un acuerdo global sobre comercio de bienes y servicios, pero se vio interrumpido abruptamente por las disputas entre Estados Unidos y la Comunidad Europea.

Finalmente y tras siete años de negociaciones encaminadas a reforzar el sistema de comercio multilateral y lograr una mayor liberalización de los mercados, el 15 de diciembre de 1993 en Ginebra, Suiza 117 países llegaron a un consenso en torno al contenido del Acta Final de la Ronda de Uruguay, la más ambiciosa de los acuerdos logrados en negociaciones comerciales multilaterales.

En la reunión de primavera del FMI inmediata a la crisis mexicana de 1994 (abril de 1995), Camdessus dijo que la debilidad del dólar amenazaba con descarrilar el crecimiento mundial, especialmente si persistía la volatilidad monetaria, por lo que el comercio mundial y la inversión transfronteriza podrían interrumpirse. Debido a esto las otras dos principales economías Japón y Alemania y junto con el máximo dirigente del FMI, atacaron a Estados Unidos por no esforzarse lo suficiente en apuntalar su divisa.

En la siguiente reunión del Fondo Monetario Internacional (Washington, octubre de 1995), el director gerente aludió al acuerdo de abril de 1995 con lo que se revirtió la caída del dólar, expresó que los países industriales podían estar satisfechos del éxito de sus programas para llevar las paridades cambiarias a niveles más consistentes con la economía.

Además en esas mismas reuniones del FMI (abril y octubre de 1995) y en la XXI Cumbre del G-7 (Halifax, Canadá, junio de 1995), Robert Rubin, secretario del Tesoro de Estados Unidos, señalaba que el gobierno de Clinton estaba plenamente comprometido con la reducción del déficit fiscal que tanto ha contribuido a la inestabilidad mundial. Incluso hizo notar que el programa de reducción de ese déficit ha desempeñado un papel importante en la recuperación económica estadounidense.

En las reuniones más recientes y en la cual México ha participado muy activamente, se han tocado puntos como el mantenimiento de regímenes sustentables de tipo de cambio, como es el tipo de cambio flexible que mantiene México desde 1988 hasta la fecha; políticas macroeconómicas consistentes; fortalecer los sistemas financieros sobre todo de los mercados emergentes; y una prudente aplicación de procedimientos para minimizar el impacto social de las crisis y fomentar la adopción de políticas que protejan más adecuadamente a los grupos más vulnerables de la sociedad. Sin embargo, en los últimos años se han incrementado las presiones desde dentro y desde fuera para evaluar las acciones del Fondo, de sus propuestas de política económica.

3.5 LA ESTRATEGIA DEL FONDO FRENTE A LA CRISIS MEXICANA

A raíz de la crisis de deuda de los años ochenta en México, José Luis Feito, señala que

" la crisis de la deuda externa es resultado de cambios fundamentales en la naturaleza del mecanismo monetario internacional y que surge debido a la intermediación financiera mundial y la rápida integración de los grandes mercados de capital",

Así, la opción abierta por el Fondo fue contribuir a que los países endeudados buscaran una mejor forma de reestructurar su deuda. Sin embargo, desde las renegociaciones llevadas a cabo durante el periodo de Miguel de la Madrid tuvieron como objetivo principal posponer el pago del principal y de los intereses años más adelante. Así, desde la crisis de deuda de 1982 el FMI ha buscado compensar con créditos las políticas de ajuste instrumentadas, a través de las Cartas de Intención firmadas en su momento. Entre los instrumentos utilizados en los años ochenta en el marco de las diversas reestructuraciones y los Planes Baker y Brady, destacan ña utilización de los cambios de pasivos por activos (swaps) y los llamados bonos cupón cero y que lograron una disminución de deuda por 3 mil millones de dólares al final del periodo de Miguel de la Madrid.

Uno de los principales puntos que se convinieron entre México y el FMI fue la firma de la carta de intención que junto con el director del Banco de México, Miguel Macera y el secretario de Hacienda Pedro Aspe le hicieron llegar a Michel Camdessus y señalando como meta lograr el crecimiento. Esto se lograría reduciendo la transferencia de recursos al exterior por menos del 2% del PIB.

La estrategia a seguir por parte del FMI, las autoridades mexicanas solicitaron una asistencia financiera por valor de 2 800 millones de DEGs para respaldar el programa de ajuste económico de México 1989-1992. Posteriormente, el FMI amplió su asistencia financiera a México por valor de 3 250.7 millones de DEG. Durante la firma del Convenio de México con el FMI se llevaba a cabo el proceso de negociación con el BM para obtener un crédito en apoyo de ajuste estructural pon un monto de 1 500 millones de dólares, además de los préstamos para proyectos específicos vigentes.

También se buscaba una reestructuración de deuda con los acreedores del club de París, así como con los bancos comerciales con decisiones de corto plazo

De hecho, el FMI consideraba que: frente a una crisis financiera el instituto debe responder igual que con cualquier otro problema de balanza de pagos, pero la respuesta debe de ser más rápida y posiblemente mayor que en los casos tradicionales. En este caso, una crisis tradicional de balanza de pagos se origina en un exceso de importaciones con relación a las exportaciones debido a la pérdida de competitividad y a una excesiva absorción interna, producto de una política de gasto expansiva.

En el caso de la crisis mexicana de 1994 ésta, se consideró, fue más parecida a una crisis tradicional, dado que existía un gran déficit en la balanza de pagos y desproporción entre las importaciones de consumo y las de inversión. Jan Kregel hace mención que la verdadera crisis provino del retiro de flujos de capital extranjero que puso en peligro la convertibilidad. Entonces el objetivo del FMI fue principalmente crear las condiciones para atraer los flujos de capital suficientes para evitar ese resultado. Con ello se insiste en mantener altas tasas de interés para convencer a los inversionistas a mantener la moneda.

El FMI había recomendado depreciar el tipo de cambio por algún tiempo, en tanto que el convenio de préstamo condicional incluyó una reducción en la expansión crediticia interna, un agudo incremento en las tasas de interés y un presupuesto público restrictivo.

A raíz de la crisis financiera en México de 1994-1995 que sobrevino debido a las condiciones de sobreendeudamiento de la economía, por parte del gobierno Federal, empresas públicas y banca de desarrollo además de las empresas y bancos privados, tanto en moneda nacional y extranjera, y precipito la crisis bancaria.

Al estallar este problema de magnitudes mayores por la repercusión que tuvo en el mundo sobre todo en América Latina, como sucedió en Brasil y Argentina y debido a las sucesivas crisis financieras nacionales e internacionales y la más reciente llamada crisis global, así calificada por Alan Greenspan, de 1997 y 1998 se renovaron las voluntades políticas entre autoridades y organismos financieros de emprender una nueva reforma financiera internacional y cambios en la regulación y supervisión sobre los mercados, en particular en la reunión de Halifax, 1995 de los presidentes del G-7 que integran a los países más desarrollados.

El G-7 se propone supervisar de manera frecuente las decisiones que tome el FMI y reuniéndose de forma más periódica a fin de que se apliquen las políticas que este organismo recomienda.

3.6 ANTECEDENTES Y PRACTICAS DE LA NUEVA ARQUITECTURA FINANCIERA

La arquitectura financiera de la posguerra nació con la creación de los organismos como el FMI, Banco Mundial en la reunión de Bretton Woods y se constituye como el pilar del sistema financiero. Así como posteriormente se crean otros organismos como son el GATT fundado en 1947 y el BID que se creo en 1959.

El organismo que aquí analizamos es el FMI, y que se rige bajo los lineamientos de los siguientes objetivos entre ellos, como antes se ha destacado: promover la cooperación en materia de política monetaria internacional, contribuir a la expansión del comercio internacional; promover la estabilidad cambiaria y brindar apoyo financiero a países que experimentan crisis en balanza de pagos.

A pesar de que el FMI y el Banco Mundial se constituyeron para evitar ineficiencias de las economías de cada país, es inevitable que se ha rezagado respecto al entorno internacional y el desarrollo de los mercados financieros durante la presente década.

Como lo señala James Doughton a pesar de que el FMI se estableció para prevenir crisis en balanzas de pagos y más tarde se requirió de modificar sus lineamientos debido a los agudos problemas financieros, en la práctica la institución frecuentemente se ha visto en la necesidad de ayudar a sus miembros a afrontar las crisis cuando éstas ya ocurrieron.

Pero es evidente que además del rezago, se ha generado una controversia en el ámbito político y académico en lo tocante al FMI como prestamista internacional de última instancia. Además, se ha criticado la falta de coordinación entre este último y el Banco Mundial, debido a que, al diseñar programas de rescate para enfrentar las crisis financieras más recientes, éstas han llegado un poco tarde para resolver el problema.

Durante los primeros años ochenta los organismos financieros y de desarrollo internacionales presionaron a los gobiernos deudores para que virtualmente subordinasen otros objetivos a la estabilización mediante sus políticas de ajuste aplicadas por el FMI y el BM. El espectro del colapso financiero internacional y la limitación financiera dejaban escasa holgura para maniobrar, mientras que el esperado rápido giro económico parecía justificar transitoriamente otros objetivos. Desde los inicios de la crisis de deuda se comenzó a transformar el mundo hacia una nueva forma de vida económica y financiera. El propio debate político-económico refleja la necesidad de cambios o incluso de crear una nueva arquitectura financiera internacional, decisión que atañe principalmente a los criterios con que se establece el FMI, su papel no sólo tardío sino incluso incorrecto frente a la crisis financieras en los mercados emergentes. Se ha llegado inclusos a señalar que sus acciones profundizaron la crisis financieras.

Debido a la inestabilidad financiera y que en la actualidad ésta puede extenderse a otros países, sobre todo a los países emergentes, la así concebida nueva arquitectura financiera internacional tiene que enfrentar precisamente el hecho de las crecientes interrelaciones e interdependencias, sobre todo debido a la amplia movilidad de los flujos financieros.

Con la llegada de la crisis sucedida en México en 1994 se reemplazó la forma de analizar estos eventos, buscando toda clase de mecanismos de alarma que al dispararse puedan contribuir a prevenirlos. Sin embargo, nuevamente se falló al no poder prevenir como se quisiera la crisis asiática en julio de 1997. Así, ha tomado aún mayor fuerza la necesidad y el interés en el tema de la Reforma de la Arquitectura Financiera.

Como lo menciona Martín Werner;

" la velocidad con la que se propagan las crisis financieras han suscitado un debate en los distintos foros internacionales sobre la necesidad de conformar una nueva arquitectura del sistema financiero internacional".

3.6.1 PROPUESTAS DE SOLUCIÓN DE CRISIS EN LOS SISTEMAS FINANCIEROS: NUEVA ARQUITECTURA FINANCIERA Y EL FMI

Debido que en los últimos tiempos han transcurridos crisis recurrentes, algunos países plantean la posibilidad de cambiar las propuestas que el FMI han venido implementando a lo largo de su trayectoria desde que éste surgió como institución internacional para procurar liquidez temporal a países con crisis externas. Después del rompimiento de Bretton Woods las crisis financieras se han sucedido en mayor medida en los países subdesarrollados. Por lo cual se iniciaron las tareas de aplicar ciertas políticas que restablecieran las economías de los países afectados.

Por ello se incrementaron las reuniones entre los organismos encargados de resguardar las medidas aplicadas y las autoridades financieras correspondientes de cada país.

En el caso de México, las continuas renegociaciones y la firma de sucesivos acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) han desarrollado a lo largo de varios sexenios, un cambio estructural en el proceso de acumulación interno. Así, tan sólo el ajuste emprendido durante el sexenio de Carlos Salinas permitió la transferencia real de recursos por más de 50 000 millones de dólares.

Con la renegociación que se acordó antes del plan Brady ésta se convirtió en 30 000 millones de dólares en bonos, pero bonos garantizados y negociables de alto rendimiento. La elevada y reiterada transferencias de fondos que significan los sucesivos ajustes han conducido al creciente rechazo de estas políticas, especialmente cuando éstas no alcanzan el prometido crecimiento con estabilidad.

Finalmente, desde todas las posiciones ideológicas y políticas, las críticas al FMI han permeado muy diferentes sectores sociales y la insatisfacción derivada de las necesidades sociales pospuestas durante amplios periodos ha agudizado la confrontación, sin que hasta el momento se hayan planteado salidas satisfactorias para los países más afectados.

En los últimos tiempos se ha venido hablando sobre cambios en las instituciones que brindan financiamiento a países con problemas económicos y para ello buscan implementar algunas medidas de tipo político, buscando modificar el marco institucional, jurídico legal incluso, como es el caso de México. En este caso, se está buscando mediante los programas a aplicar promover medidas más claras y rápidamente monitoreadas, que puedan ser ejecutadas con bastante rapidez por las autoridades económicas centrales, la contención de la demanda, la modificación de los precios, la desregulación del mercado laboral y el incremento de la captación tributaria.

Al estallar la crisis de deuda en los ochenta, y durante algún tiempo subsecuente, el criterio prevaleciente en los círculos financieros y de desarrollo internacionales expresaba que la pronta y vigorosa acción tanto por los acreedores como por los deudores era imperativa, adecuadas acciones correctivas bien podrían restaurar rápidamente el equilibrio y permitir la reanudación del crecimiento. Los países deudores necesitaban pronunciados recortes de la demanda y un ajuste de precios, incluyendo las tasas cambiarias y de interés, así como los subsidios a productores y consumidores.

Precisamente para estimular estas reformas a mediano plazo, el Banco Mundial presentó en 1980 los préstamos de ajuste estructural (PAE), complementados después con los préstamos de ajuste por sectores. En la agenda predominaban las acciones a corto plazo para restablecer prontamente la estabilidad financiera internacional. Las hipótesis de ajuste rápido influenciaban las expectativas de la mayoría de los participantes internacionales auspiciados por los grandes acreedores gubernamentales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los bancos comerciales, así como de los gobiernos sometidos a intensa presión.

Los organismos externos suponían con frecuencia que la precondición vital era suficiente voluntad política por parte de los dirigentes nacionales para adoptar y asegurar dichas medidas. Estas podían ser puestas en marcha por los organismos económicos centrales: ministerios de finanzas y bancos centrales.

En la reunión anual del FMI correspondientes a 1988, Paul J. Kating, tesorero de la Mancomunidad de Australia, sugirió que la coordinación no se limitara a las intervenciones de los bancos centrales en los mercados cambiarios, sino que incluyeran medidas para atacar de manera efectiva los problemas fundamentales.

Esto implicaría coordinar eficazmente las políticas macroeconómicas entre los principales países industriales. Se sostenía que la cooperación y la corresponsabilidad son absolutamente indispensables para mantener el crecimiento no inflacionario, seguir avanzando en la solución de los problemas de la deuda externa y mejorar el funcionamiento del SMI.

Se ha criticado la falta de coordinación que ha existido entre el FMI y el Banco Mundial al diseñar programas de rescate para enfrentar las crisis financieras más recientes. En ese sentido se propone que en el futuro el primero se enfoque primordialmente a diseñar los programas financieros, alcanzar la estabilidad financiera, llevar a cabo la recolección de información sobre las políticas fiscal y monetaria, así como fomentar el establecimiento de procedimientos de quiebras, transferencia y gobernabilidad corporativa. Por su parte, se sugiere que el Banco Mundial centre su atención en el análisis de temas como agendaredes de seguridad social y el fomento a la creación del conocimiento científico y tecnológico.

Durante la reunión de abril de 1998 en Washington, D.C. el G-22 identifico tres grandes áreas de acción en torno a la conformación de una nueva arquitectura del sistema financiero internacional.

Uno de los primeros puntos era la transparencia y calidad de la información económica, esto es que toda la información que se intercambia entre los sectores privado, público y los organismos financieros internacionales se debe de llevar a cabo de manera eficiente y completa, debido a la importancia que representa y a la interdepencia que existe.

El segundo punto es el fortalecimiento de los sistemas financieros nacionales, debido a las sucesivas las crisis bancarias que ha habido y que permiten constatar que los países así llamados emergentes tienen estructuras financieras débiles. Debido a ello, se concibe que es necesario instrumentar un intensivo proceso para identificar los elementos vulnerables de estos sistemas, así como las reformas necesarias para corregir sus debilidades.

El último punto es la prevención y resolución de crisis financieras, y consiste en mantener fundamentos económicos sólidos. Por ello se recomienda prevenir el sobreendeudamiento público, sobre todo en cuanto a la deuda externa de corto plazo; manejar prudentemente la deuda interna y mantener el déficit presupuestal en niveles controlables entre otras.

Los esfuerzos tendientes a una nueva arquitectura financiera internacional, no están propiamente encaminados a resolver los problemas de fondo que explican la presencia de sucesivas crisis financieras en los países en desarrollo.

Sin embargo, permiten ampliar los objetivos y las políticas de reforma que estos países deben emprender, especialmente en puntos muy sensibles como con las políticas laborales, las políticas de subsidios, las políticas de gasto social y de educación. Así, la nueva arquitectura financiera internacional supone que los gobiernos deben instrumentar cambios institucionales profundos que permitan una profundización de las determinaciones del mercado sobre las economías y sociedades.

3.7 EL ENFOQUE ACTUAL DEL FMI ANTE CRISIS FINANCIERAS

Entre la llamada comunidad financiera internacional, se pretende que el FMI actúe en el sentido de facilitar la cooperación monetaria internacional, fomentar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional, promover la estabilidad en las tasas de cambio y un sistema multilateral de pagos, atenuar los desajustes en las balanzas de pago y proporcionar recursos bajo salvaguardas adecuadas para facilitar la corrección de dichos desajustes. Cuestiones todas ellas que desde su creación han estado presentes en mayor o menor medida.

Algunos autores señalan que el objetivo principal es evitar crisis, en la práctica esto no sucede pues llega al rescate cuando la crisis está ya en marcha, lo cual crea dudas respecto de su capacidad para cumplir los objetivos para lo que fue creado.

En cuanto al criterio que ha adoptado el FMI ante las crisis financieras, algunos autores expresan que se requiere aplicar el mismo esquema de ajuste que cuando se presenta un problema de balanza de pagos, pero que debe de darse una respuesta más rápida y posiblemente más contundente que en caso más tradicional.

En este sentido Ariel Buira expone que el Fondo ha tratado de proporcionar, ya sea directamente o con la asistencia de gobiernos individuales, el financiamiento suficiente para restaurar la confianza del mercado del país afectado tratando principalmente de restaurar la confianza.

En cada una de las crisis que últimamente se han visto involucrado el Fondo trata de dar seguimiento a las políticas que, se considera, son las que permiten regresar a países con dichas crisis al ritmo de desarrollo sostenido. Este determina cual sería el monto del financiamiento necesario para la restauración de la confianza, acompañadas de fuertes medidas de ajuste y los recursos financieros que pueden proporcionar de manera bilateral otras fuentes de crédito.

3.7.1. LOS MERCADOS EMERGENTES DE ASIA

Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), los factores condicionantes de la crisis en el sudeste de Asía fueron: "Primero, el fracaso para amortiguar las presiones al sobrecalentamiento, cada día más evidentes en Tailandia y muchos otros países de la zona y que se manifestaron en amplios déficit externos y burbujas en el mercado de bienes raíces; segundo, el mantenimiento de tasa de cambio estables por mucho tiempo, lo cual alentó préstamos externos y condujo a una exposición al riesgo cambiario externo, tanto en el sector financiero como corporativo, y tercero, reglas prudenciales laxas que produjeron el agudo deterioro de la calidad de las carteras de crédito de los bancos."

El efecto contagio no se hizo esperar en los países emergentes a raíz de la crisis financiera en Asia durante el año de 1997, sobre todo por la creciente presión en el mercado tailandés con el baht, la presión sobre el nivel de liquidez en los mercados particularmente hacia los países en desarrollo se prolongo durante los siguientes dos años lo que trajo consigo inestabilidad y recesión. La inestabilidad política y los bruscos cambios en materia de política económica, con las consiguientes perturbaciones económicas y sociales, se convirtieron en el principal obstáculo para recuperar prontamente las tasas de crecimiento en la región y en otros países en desarrollo.

Cuadro 3

Indicadores económicos fundamentales Corea, Indonesia y Tailandia; 1990-981

PIB real (variación %)

1990-95

1996

1997

1998-Estimado

Corea

7.8

6.8

5.0

-5.8

Indonesia

8.0

8.0

4.6

-15.3

Tailandia

9.0

5.5

-0.4

-8.0

Inflación (variación %)

       

Corea

6.6

4.9

4.4

7.5

Indonesia

8.7

7.9

6.6

61.1

Tailandia

5.0

5.9

5.6

8.0

Cuenta Corriente (% del PIB)

Corea

-1.2

-4.7

-1.8

13.3

Indonesia

-2.5

-3.3

-1.8

3.0

Tailandia

-6.6

-7.9

-2.0

11.4

Deuda externa total

(Miles de millones de dólares)

       

Corea

 

164.3

158.1

151.5

Indonesia

86.7

130.2

137.9

---

Tailandia

51.7

90.5

93.4

85.4

Saldo Fiscal (% del PIB)2

       

Corea

-0.3

0.3

0.3

-3.8

Indonesia

0.0

1.2

0.1

----

Tailandia3

----

2.8

-2.7

-5.3

Fuente: Informe anual del FMI, Washington, D.C. 1998-99

1Todos los datos se basan en el año natural salvo indicación contraria.

2 Saldo de las cuentas corrientes del gobierno general incluidos los costes por concepto de intereses de la reestructuración del sector financiero. Las comparaciones entre países no son estrictamente exactas debido a diferencias en la definición.

3 Datos basados en el ejercicio fiscal.

3.7.2. PROGRAMAS RESPALDADOS POR EL FMI EN ASIA

Según la evaluación realizada por los funcionarios del FMI, esta crisis fue distinta de otras anteriores, también financieras, porque sus causas principales fueron la vulnerabilidad de los sistemas de ese sector y otras deficiencias estructurales en el marco de un avance sin precedentes hacia la globalización de los mercados. Sobre todo en países como Indonesia, Corea y Tailandia, los tres países tenían las mismas deficiencias en los sistemas financieros. Otras debilidades comunes y agudas fueron la gran deuda privada a corto plazo no cubierta denominada en divisas, la limitada flexibilidad cambiaria y un sector empresarial muy endeudado con relación a su capital.

Sin embargo, la recesión de 1998 es atribuible en gran medida a la retirada generalizada del capital extranjero y a la fuga del capital nacional; el brusco cambio de dirección de los flujos de capital obligo a realizar grandes ajustes de la balanza en cuanta corriente que, en parte se logro por medio de enormes depreciaciones de la moneda, empeorando el perfil de deuda de las empresas.

Con el fin de contener y dar un giro contrario a la excesiva depreciación de las monedas, se elevaron mucho las tasas de interés, hasta alcanzar valores máximos de aproximadamente 32% y 25% en Corea y Tailandia respectivamente. No así en Indonesia, donde ya se presentaba una extrema debilidad del sistema financiero.

Los programas de respaldo del FMI al principio en los tres países de Asia, incluían algunas medidas de ajuste fiscal para tratar de frenar el deterioro inicial de las finanzas públicas, con miras a favorecer el ajuste de la balanza en cuenta corriente y evitar de ese modo una excesiva restricción para el sector privado, posibilitando al mismo tiempo un financiamiento no inflacionario del costo de la reestructuración del sector financiero. Pero a partir de principios de 1998, cuando un número cada vez mayor de síntomas puso de manifiesto la gravedad de la coyuntura económica, se permitió un considerable aumento del déficit fiscal de los tres países (véase cuadro tres). La política fiscal se fue ampliando progresivamente en apoyo de la actividad económica y fue abarcando otros aspectos además de los estabilizadores y el efecto automático de la depreciación del tipo de cambio.

De ahí que en realidad se recurrió a la ampliación del gasto público como una palanca de recuperación casi instantánea. Estos resultados cuestionaron aún más la ortodoxia aplicada por el Fondo en las condiciones de crisis financieras que en los últimos años difieren de las tradicionales de balanza de pagos.

 

 

 

 

 

 

CAPITULO IV

LAS PROPUESTAS DE REFORMA

AL SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL Y AL FMI

4. INTRODUCCIÓN

En este capítulo se pretende estudiar las diversas propuestas de transformación del Fondo Monetario Internacional que han estado presentes en los debates sobre las reformas al sistema monetario internacional o que han estado englobadas en lo que se conoce como la Nueva Arquitectura Financiera Internacional. Este capítulo no pretende agotar una discusión que además está en curso, sino establecer el marco de análisis en que el debate se está llevando a cabo.

Hasta el momento, principalmente debido a la prolongada y fuerte recuperación de los Estados Unidos, el debate sobre una reforma se enfrenta precisamente al escepticismo y franco desinterés de las autoridades financieras estadounidenses en una reforma de fondo. Por supuesto, acompañan los objetivos de reforma que signifiquen mayores compromisos de los países así llamados emergentes, sin embargo, líneas de reforma tan importantes como lo pueden ser: la regulación de los centros financieros off-shore, la regulación sobre los fondos de cobertura (hedge funds) están, en la práctica, fuera de discusión.

4.1 NUEVAS PROPUESTAS DE REFORMAS AL SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL

A raíz de las últimas crisis económico financiera como la sucedida en México 1995, la de Rusia 1997 y la de Asia, los organismos financieros internacionales has sugerido algunas series de medidas para menguar sus efectos de las crisis en las economías, sobre todo en los países emergentes, en particular después de la reunión de Halifax, 1995 para emprender una reforma financiera internacional y cambios en la regulación y supervisión sobre los mercados. Estos resultados de los trabajos empezaron a conocerse en 1998, llamándose a fortalecer e incluso a crear una nueva arquitectura financiera internacional.

La reordenación de los programas del Fondo que se dan en los años ochenta, no ha podido satisfacer los problemas de las crisis financieras y económicas, más bien de forma parcial se han llegado ha solucionar alguna de las necesidades de la mayoría de sus miembros. Algunos funcionarios del FMI como M. Khan, señalan que:

los programas apoyados por la institución tienen éxito en reducir los desequilibrios de balanza de pagos en el año o años siguientes al programa.

Tienden a reducir la tasa de inflación, si bien este resultado no es estadísticamente significativo, y

Reducen la tasa de crecimiento del producto, debido a la contención de las variables económicas.

Precisamente a raíz de la crisis financiera asiática, las críticas al Fondo no se hicieron esperar procediendo desde muy diversos ámbitos políticos y analíticos. Se argumentó que las políticas de ajuste instrumentadas profundizaron la crisis, incluso conduciendo el ajuste de forma tal que resulto mucho más costoso de lo necesario para las propias economías.

También las críticas al Fondo señalan la escasa justificación de los programas de financiamiento, cuando los rescates de los intermediarios financieros en riesgo, provocan que esto asuman un comportamiento de crecientes riesgos, lo que se conoce como "riesgo moral". Otras críticas, aún más agudas, tienen relación con los elevados costos (financieros, económicos y sociales) de los programas, solamente por mantener una libertad para los flujos de capitales, cuyo comportamiento no ha significado tampoco para las economías emergentes una contribución importante para un crecimiento sostenido.

Se ha señalado que, la viabilidad de un programa de ajuste depende en gran medida de la relación entre el acceso a los recursos y el desequilibrio existente. Cuando el financiamiento es escaso, el ajuste requerido para eliminar un déficit de balanza de pagos puede ser sumamente severo, con altos costos en términos de ingreso nacional y empleo, lo cual a su vez reduce las posibilidades de llevar el programa a feliz término.

Por ello en la reunión celebrada en Hong Kong en 1997 y debido a las recurrentes crisis de los países emergentes se acordó aumentar el monto de cuotas de 45% dando un equivalente de 285 000 millones de dólares para hacer frente a dicha problemática.

Más adelante se analiza que sucedió con esta propuesta de incremento sin embargo, por ahora es importante señalar que la tendencia del Fondo ha sido la de construir los programas de ajuste con base en los recursos disponibles y no en lo que sería necesario para alcanzar el objetivo de ajuste con crecimiento económico. La disminución de las cuotas en términos relativos hace que éstas resulten frecuentemente insuficientes para apoyar los programas de ajuste. Además se ha acentuado la severidad de los programas como consecuencia de una aplicación estricta de la condicionalidad.

Así, la instrumentación de un programa negociado con el FMI no garantiza el éxito de un ajuste, principalmente debido a que éstos programas empujan hacia un descenso en la actividad económica, en el gasto público, en el consumo doméstico, en la inversión, en los salarios, etc., con lo cual los países se encuentran frente a un descenso no solamente en el nivel de bienestar general de la población, sino también en el nivel de producción e inversión. Todo lo cual impide un incremento dinámico de la productividad y de la competitividad basada en la incorporación de nuevas capacidades productivas (tecnología y capital humano), y su inserción competitiva en el mercado mundial continúa sustentada en la miserable condición de vida de los asalariados.

Además, los países enfrentan eventualmente factores exógenos temporales, como los desastres naturales; o bien el descenso en el precio del petróleo. Cuando existen estos tipos de eventos el Fondo no proporciona ninguna ayuda.

Debe decirse que la idea principal por la que se firmaron los acuerdos de Bretton Woods fue distinguir sobre todo los problemas en balanza de pagos de carácter temporal. Además siguiendo el mismo enfoque, el proceso de ajuste de los desequilibrios externos ha de ser simétrico. Esto que aquellos países con déficit en balanzas de pagos como aquellos con superávit adopten medidas para restablecer el equilibrio en sus pagos, con la finalidad de que ya no recaiga tanto este ajuste en los países con problemas de balanza de pagos. Siendo principalmente en la práctica los afectados los países deficitarios.

4.1.2 LAS ZONAS METAS COMO MEDIDA PARA REFORMAR EL SMI

Una de las principales propuestas que se sugieren para reformar el Sistema Monetario Internacional y que aparece en los años ochenta es la de Fred Bergsten. Opina que el establecimiento de un sistema de zonas meta (ZM) para las monedas de los principales países industriales constituirían un término medio entre la excesiva rigidez de los tipos de cambio fijos y los desajustes en los tipos de cambio flexibles.

A su vez establece que, para lo que fue creado, el SME y el sistema de Bretton Woods funcionaron razonablemente bien durante varios años sin la necesidad de convergencia entre los países miembros. Además, agrega Bergsten, que desde 1987 los principales países industriales han estado operando en silencio dentro de una zona meta "de facto".

Con las zonas metas las cotizaciones cambiarias fluctuarían diariamente, pero se limitaría el alcance de semejantes movimientos evitando desalineamientos, es decir, movimientos a largo plazo que perjudicaran al sistema internacional. Los países participantes se pondrían de acuerdo acerca de las posiciones adecuadas en la cuenta corriente de cada uno de los principales países como ejemplo, un modesto excedente para Japón y déficit para otros países llevaría entonces a decidir que tipos de cambio harían falta a fin de lograr esto. Posteriormente se establecerían zonas iniciales que oscilarían entre 5 y 10% por encima y por debajo de alguna tasa óptima de intercambio. Dichas zonas serán revisadas con regularidad para tener la certeza de que siguieran reflejando las posiciones competitivas y que tuvieran en cuenta sacudidas de consideración, como los cambios en los precios mundiales del petróleo. También afirma que seria un error implantar un sistema de ZM antes de que el actual desequilibrio monetario haya sido corregido.

 

Citando nuevamente ha Bergsten, implica en cierta forma globalizar el sistema utilizado en el mecanismo de tipos de cambio del Sistema Monetario Europeo (SME). Puede decirse entonces que pese a los relativos fracasos del SME, las zonas metas y la coordinación macroeconómica no han sido olvidados, debido a que no se ha podido idear una mejor forma de tratar de estabilizar los mercados de cambio. Tratando de evitar esta propuesta como medida antiinflacionaria.

Otro defensor de las zonas metas es John Williamson, dice que aún reconociendo las deficiencias de la flotación, no aboga por una vuelta a los tipos de cambio fijos. Indica que la flexibilidad cambiaria, aunque no ha ejercido la presión necesaria para que los países coordinen sus políticas económicas, desempeña varias funciones importantes entre ellas podemos mencionar:

Hace compatibles tasas de inflación diferentes;

Facilita el ajuste de los pagos al modificar los incentivos de exportación e importación;

Deja libre la política monetaria para buscar objetivos de tasa de interés diferentes a las del resto del mundo, y

Absorbe parte de las presiones especulativas.

Williamson se inclina, al igual que Bergsten, por un sistema de zonas metas, en el cual un número limitado de países importantes negocie una serie de objetivos mutuamente compatibles para sus tipos de cambio efectivos; con ello se mantendría los beneficios reales de la flexibilidad y se subsanarían las deficiencias de la flotación no regulada.

Para Williamson, las zonas metas deben hacerse públicas y debe permitirse incluso la intervención para desalentar la tendencia del tipo de cambio a salirse de su zona meta. Así, este sistema sería una forma de flotación administrada.

Con motivo de las reuniones del cincuentenario del FMI estas propuestas sobre las zonas metas se reconsideraron recibiendo un fuerte impulso, debido en cierta medida a la inestabilidad creciente en los mercados cambiarios y financieros; por ello Japón, Estados Unidos y la Unión Europea, supuestamente pretenden impulsar una amplia reforma del sistema monetario y financiero internacional que incluiría una reorganización del Fondo y del Banco, ineludible ante el entorno internacional diferente al que se dio cuando fue creado dicho organismo hace más de cincuenta años.

Otro destacado economista como lo es Irving Friedman expone que es necesario reexaminar a fondo todo el sistema financiero internacional. Hace hincapié de hacer un nuevo llamado para una reunión como la Bretton Woods.

En cuanto a su opinión de los temas a tratar en tal reunión con vistas a reforzar el sistema monetario y financiero internacional expone:

1. Crear un patrón de tipo de cambio que sea realista, equitativo y generalmente estable. Tratando de evitar la volatilidad en los tipos de cambio y que son notorios desde los años setenta.

2. Proveer de mayor liquidez a los países subdesarrollados

3. Reexaminar los movimientos internacionales de capital, que han llegado a dominar los mercados de divisas y con ello ha sido un importante elemento perturbador. Se debe contar con algún marco legal que regule principalmente los movimientos de capital.

Richard N. Cooper, profesor de la Universidad de Harvard, y al igual que otros especialistas, insiste en que la gran inestabilidad monetaria y cambiaria observada desde principios de los años setenta, obedece en gran medida a factores ajenos al sistema monetario. Entre estos factores y el más importante es el aumento del precio del petróleo teniendo como consecuencia cambios en materia de política económica. Además, afirma el profesor Cooper que la manera de hacer frente al problema de la evolución imprevisible de los tipos de cambio es adoptar una moneda internacional única, con lo cual se eliminaría los tipos de cambio y la incertidumbre cambiaria.

Por esto en cuanto a la política monetaria que FMI recomienda en el caso de los países asiáticos, Cooper señala que es necesario evitar la entrada en una espiral de depreciación e inflación. La turbulencia del mercado exigía que se aplicara un enfoque flexible con respecto a la política monetaria. En general esta propuesta recomendaba que los programas de ajuste pusieran fin a la excesiva depreciación de los tipos de cambio que se había producido.

4.2 CREACIÓN DE UN NUEVO BRETTON WOODS

A partir del colapso del sistema de Bretton Woods como sucedió en los años setenta se dio al FMI la responsabilidad de ejercer una firme supervisión sobre aquellas políticas económicas de los países que tuvieran incidencia sobre sus tipos de cambio, es decir particularmente sobre las políticas fiscal y monetaria. Sin embargo, la experiencia de los últimos 20 años muestran que el Fondo ha desempeñado esa tarea de manera poco eficaz, debido a la escasa disposición de los países industriales a modificar sus políticas conforme a los intereses de la comunidad internacional.

El destacado economista y Premio Nobel de Economía en 1980 Lawrence R. Klein señala, que el sistema de Bretton Woods fue bueno al principio pero que se rezago y concluye diciendo que sirvió mucho a las economías que se estaban recuperando por los estragos de la Segunda Guerra Mundial, pero que este sistema dejo de funcionar por que los principales países que recibieron la ayuda como Alemania y Japón acumularon elevados superávit que no fueron distribuidos en el resto del mundo.

En la conferencia del cincuentenario de la creación de Bretton Woods los países se comprometieron al mejoramiento de la coordinación de la política económica entre los países industriales y al fortalecimiento de las funciones del FMI en la gestión económica mundial. Además, a desarrollar la capacidad de adaptación de las instituciones a las circunstancias cambiantes de la economía mundial, y la eficiencia de su gestión de las crisis económicas. Asimismo reiteraron su compromiso con el actual consenso mundial con la economía de mercado. Basados principalmente en las recomendaciones que se dieron en la reunión, algunos participantes señalaron que sería bueno la adopción de reformas que hagan más eficientes y representativos al Comité Provisional y al Comité de Desarrollo, otros hicieron hincapié en la necesidad de mejorar el historial de los programas de ajuste respaldados por FMI y el Banco Mundial.

4.2.1 LA ENMIENDA AL CONVENIO CONSTITUTIVO

Uno de los principales factores que sustentaron la actuación del FMI y el debate entre los países por la administración del nivel de liquidez internacional, especialmente cuando los Estados Unidos no poseía las condiciones para mantener la paridad con el oro fue la Revisión al Convenio Constitutivo en 1969. Ahí se establece que dicho organismo debe desempeñar un papel importante en la creación y distribución de la liquidez internacional, mediante la facultad que se le otorga de crear liquidez con asignaciones de derechos especiales de giro (DEG) a los países miembros.

Aunque el FMI tiene la facultad de crear DEG para suplementar las reservas internacionales de sus miembros, y a pesar de que la comunidad internacional se fijó el objetivo de convertir al DEG en el principal activo de reserva, la participación del FMI en ellas cayó de 9% en 1971 a menos de 2% en 1996, resultado de la poca frecuencia y los montos limitados con que el Fondo ha asignado este activo internacional.

4.2.2 REVISIÓN DE CUOTAS

Las cuotas iniciales de los países miembros fundadores del FMI se establecieron en función de la fórmula de Bretton Woods. Fue muy discutida, pues ya se había acordado que ella significaba posiciones de voto en el FMI por cada uno de los países, de manera que Estados Unidos deseaba mantener todo el control a través de sus aportaciones y las de América Latina. Gran Bretaña luchó por una participación elevada de Australia e India, la Unión Soviética deseaba una parte superior a la de Gran Bretaña, y China estuvo exigiendo el cuarto lugar. La fórmula finalmente acordada fue resultado de una negociación entre los mayores poderes de la posguerra y muy pronto fue objeto de renovada controversia. Se utilizó hasta principios de los años sesenta, incluía ciertas variables básicas, tales como los flujos de importación y exportación anual, las tenencias de oro, los saldos de dólares y el ingreso nacional. En 1963 se revisó la formula de Bretton Woods y se establecieron otras fórmulas, que incluían además de las mencionadas anteriormente cálculos paralelos basados en los pagos corrientes y en la variabilidad de los ingresos corrientes. Al 1 de agosto de 1996, 181 países eran miembros del FMI, el monto total de sus cuotas ascendía a unos DEG 145,300 millones.

La novena revisión general de cuotas fue la última que dio lugar a un aumento de las cuotas. La junta de Gobernadores concluyó la décima revisión general sin aumentar las cuotas, y el Directorio Ejecutivo decidió estudiar detenidamente la suficiencia de las cuotas y la situación de liquidez del FMI. Como consecuencia de la situación de México y Argentina a finales de 1994 y principios de 1995, y del respaldo financiero que prestó el FMI a los programas de ajuste de varias economías en transición, se ha producido un aumento extraordinario de la demanda de recursos de la institución y se ha subrayado la importancia de seguir de cerca la situación de liquidez del FMI en el corto plazo.

En la undécima revisión de cuotas efectuada a principios de 1998, la junta de Gobernadores adoptó una posición de aumentar las cuotas del FMI equivalente a un 45% de, ( DEG 146 000 a 212 000 millones de DEG). Al considerar el aumento de cuotas, se tomaron en consideración una serie de factores, entre ellos el crecimiento del comercio y los pagos mundiales; el volumen de los posibles desequilibrios en los pagos, incluidos los que puedan surgir debido a cambios bruscos de los flujos de capital privado, la demanda futura de recursos del FMI para respaldar los programas de ajuste de los países miembros, y la rápida globalización y la consiguiente liberalización del comercio y los pagos que han caracterizado a la economía mundial desde el último aumento de cuotas acordado en 1990.

El aumento de cuotas entra en vigor en enero de 1999 anunciando que más del 85% de los países miembros habían dado su consentimiento al aumento de las cuotas, en el marco de la undécima revisión de cuotas, contando con un monto oficial en dólares de $297.000 millones.

Finalmente en un mundo más globalizado, el FMI debe contar con recursos suficientes para hacer frente a las necesidades de balanzas de pagos de todos los países miembros, mediante las siguientes recomendaciones:

Aumentar el fondo común de recursos para satisfacer las necesidades de los países miembros y recurrir en menor medida al financiamiento suplementario.

Garantizar la liquidez suficiente con fines de balanza de pagos a países que apliquen programas de ajuste, incluidos los más afectados por cambios bruscos en los flujos internacionales de capital.

Respaldar los esfuerzos de los países miembros en pro de la convertibilidad de la moneda y la liberalización del comercio exterior.

Ayudar a los países que están en un proceso de transición a la economía de mercado.

Sin embargo, a pesar del incremento en las aportaciones, el Fondo se encuentra cada día más lejos de poder incidir en los niveles de liquidez internacional. Por ejemplo, el volumen que se negocia en los mercados cambiarios cada día de más de 1.5 billones de dólares, el monto total de recursos del FMI representa menos de un 20%. Considerando por ejemplo también el volumen de recursos involucrados en los "rescates" de Brasil o México, donde el paquete debió incluir recursos procedentes de otras fuentes y no únicamente del FMI. Las salidas abruptas de capital que disparan el estallido de las crisis en los diversos países, son mucho mayores que el volumen de recursos disponibles en el Fondo para hacer frente a los requerimientos de liquidez. De ahí que el propio Fondo haya venido insistiendo desde la crisis de México en la necesidad de comprometer al "sector privado" de los propios países desarrollados las acciones de "rescate" o reflotamiento de las economías en crisis. Incluso como condición para garantizar el mantenimiento del libre flujo de capitales. La participación de los distintos intermediarios financieros así comprometido con uno u otro país, no puede ser obligada por el Fondo, solamente se trata de una labor de cabildeo, mientras que los programas de ajuste impuestos a los países en desarrollo si son de aplicación obligatoria en tanto países miembros del Fondo.

Así, la provisión de recursos del Fondo ha sido y continua siendo insuficiente tanto para el cumplimiento de sus objetivos de estabilización monetaria mundial, como frente a los desafíos de un mercado financiero privado volátil y enorme.

 

4.3 DIFERENTES PROPUESTAS DE UN NUEVO FMI

Con la idea concreta de las zonas metas Bergsten, se propone que el Fondo se convierta en el director de un sistema de ZM de jure anunciadas de las principales monedas. Con ello se posibilitaría una mejor coordinación de la política económica internacional, y además se establecería un marco propicio para una mejor coordinación de las políticas internas de cada país.

Jeffrey Sachs, destaca que el FMI debe ser remodelado para poder enfrentar los objetivos y lineamientos para los cuales fue concebido en los años cuarenta, ya que no proporciona créditos de emergencia con la celeridad necesaria a los países deudores más agobiados.

Otra de las recomendaciones que se dieron en el cincuentenario de la creación del FMI y como medida para apoyar de manera más eficaz y que se lograran resultados más acertados fue la de poner en marcha un sistema formal de coordinación y gestión de los tipos de cambio; que resultase más efectivo en cuanto al régimen de paridades fijas impuesto en Bretton Woods.

Para ello lo que se necesita es una supervisión del FMI más eficaz como lo expresado en la reunión anual en octubre de 1995, en la que se menciona que los esfuerzos desplegados por el FMI se deben dar a través de las políticas económicas de los países miembros, sobre todo a través de evaluaciones más continuas y francas de dichas políticas.

Dentro del nuevo contexto financiero debe darse un nuevo respaldo al FMI, sobre todo para tener la capacidad de maniobrar y poder ayudar a los países con necesidades especificas y apremiantes de recursos que respalden el ajuste. Para esto se necesitaran obviamente más recursos como se estableció en esta misma reunión debido al aumento de demanda de liquidez por parte de los países miembros, para ello se está considerando duplicar las cuotas de DEG´s en un monto de 290 000 millones. Por lo tanto lo que se busca es darle una forma diferente a los papeles Derechos Especiales de Giro (DEG) en el nuevo entorno financiero internacional. Además en cuanto a la concentración del poder que existe en el FMI, su exdirector Micheel Camdessus, recomienda fortalecer el Comité Provisional, formado por veinticuatro ministros de finanzas (doce de países desarrollados y doce de subdesarrollados) el cual según el, podría ser un foro idóneo para que los países subdesarrollados participaran en la mejor toma de decisiones para su progreso económico, pues como se sabe desde su fundación algunas naciones del Tercer Mundo han crecido económicamente, pero se han mantenido al margen de las decisiones que se dan en cuanto a la aplicación de las medidas para mejorar su posición ante los avatares que se suceden desde por lo menos hace veinte años.

4.3.1 QUÉ NUEVO PAPEL JUEGA EL FMI?

A más de medio siglo de haberse constituido el FMI sigue teniendo a su cargo las mismas dos tareas básicas. En primer lugar, la asistencia financiera, que a lo largo de este tiempo a venido modificando de acuerdo a las necesidades de sus países miembros.

La segunda tarea principal que se le encomendó consiste en fortalecer el sistema monetario internacional promoviendo en forma más eficaz la estabilidad del sistema cambiario. A largo de estos años no ha sido fácil ésta última debido primero porque se paso de sistema regido por el dólar a un régimen de tipos de cambio flotantes, y más adelante, en los años ochenta, a esfuerzos por intensificar la supervisión de las políticas económicas y promover una cooperación más estrecha entre los agentes económicos. En donde el dólar, una moneda nacional, continúa siendo el centro del sistema monetario y financiero.

Dentro de las recomendaciones que se hicieron de parte de la Comisión de Bretton Woods estuvo la de no duplicar las funciones con el Grupo del Banco Mundial. Sin embargo, como lo indicó Jacques de Larosiere, ex Director Gerente del FMI, lo que hizo el FMI durante los años setenta y ochenta fue exactamente correspondiente con los fines para los cuales había sido creado, es decir, ajustar la política económica para ayudar a los países a lograr la viabilidad de la balanza de pagos.

Por su parte el Director Gerente del FMI en ese entonces, Michel Camdessus explicó que los cambios que el FMI ha introducido en sus servicios financieros durante los últimos años, incluidos los préstamos en condiciones concesionarias a los países de bajos ingresos; el financiamiento por este conducto, es sencillamente esencial para que el FMI pueda otorgar respaldo con fines de balanza de pagos a los países de bajos ingresos sin añadir una nueva carga a los graves problemas de deuda que ya padecen estos países.

Para Peter Kenen, Director de la Sección de Finanzas Internacionales de la Universidad de Princeton, el FMI no influye en la política económica de los países desarrollados y actualmente se dedica en exclusiva a los países en desarrollo incluidas las economías en transición.

El Director Gerente del FMI Richard Erb, estimó que en las dos últimas décadas el trabajo cotidiano de la institución ha sido brindar recursos a los países miembros para respaldar una estrategia orientada al logro del crecimiento económico mediante los siguientes lineamientos: control de la inflación, el estricto control del crédito y el ajuste cambiario en función de las variables fundamentales, así como la apertura de la economía al comercio a la inversión extranjera. Estas medidas básicamente de corte ortodoxo en materia de política económica son implementadas en países con poca o nula experiencia en el juego de las fuerzas del mercado y sólo debieran aplicarse teniendo en cuenta las circunstancias de cada país.

El presidente de las reuniones anuales Paul Dossou, observa que el papel del FMI en un futuro inmediato seguirá siendo el instrumento de supervisión del sistema monetario internacional y de las políticas macroeconómicas de los países miembros. También es importante que el FMI esté en condiciones de proporcionar asistencia técnica a los mismos países en la preparación de la información esencial que se requiere para los análisis económicos y financieros.

4.4 ¿QUÉ PAPEL DESEMPEÑA EL FMI EN LA NUEVA ARQUITECTURA FINANCIERA?

En el debate sobre la Nueva Arquitectura Financiera Internacional muchos de los participantes le dan un lugar, aunque reformado al Fondo debido a las fallas de los años noventa en el sistema monetario y financiero internacional. Sin embargo, también ha habido opiniones en el sentido de definitivamente cerrarlo.

Así, se ha señalado que dentro de un contexto global un papel importante en el nuevo diseño de la arquitectura financiera, es la transparencia y calidad de la información económica, la cual se puede alcanzar monitoreando la información entre los entes que componen a cada gobierno como son los sectores privados y público y los organismos financieros internacionales. Otro aspecto que puede ser muy importante en este nuevo diseño, está en dar una mejor información y permitir mejor la toma de decisiones de tipo de inversión. Otro de los factores que pueden mejorar este diseño además, está el publicar por parte de las autoridades mejor y más información precisa y oportuna acerca de sus posiciones de liquidez en moneda extranjera.

Esta también, dentro de las reformas financieras que se están implementando por parte de las instituciones financieras internacionales como es el caso del FMI y consisten como lo señala Eugenia Correa:

1. Promover la transparencia, estándares contables y de administración de riesgo y supervisión. Se trata de tener la mejor información tanto de reservas internacionales y deuda externa; como de transparencia fiscal.

  1. Supervisión bancaria y fortalecimiento de los sectores financieros. Debido a que las ultimas crisis bancarias y consecuentemente financieras se deben principalmente a la debilidad de los marcos supervisores, normativos y contables. Además entre las acciones emprendidas de mayor trascendencia se encuentra un Programa de Evaluación del Sector Financiero que ya se aplica de manera piloto en doce países e incluye entre otras cuestiones:

  1. Con relación a la deuda externa. El FMI desarrolla modelos buscando encontrar un mecanismo de detección temprana para ayudar a prevenir una crisis de balanza de pagos.
  2. Normatividad en quiebras y principios de gobierno corporativo. Se adaptó una ley modelo en mayo de 1997 para tratar con la insolvencia entre deudores y acreedores de diferentes países, esta Ley Modelos se encuentra bajo consideración entre diferentes países.
  3. Riesgo monetarios y financieros sistémico internacionales. Se estudian medidas que puedan mejorar el funcionamiento del sistema monetario internacional. Estudia el FMI regímenes cambiarios, mercados de activos y flujos de capital internacionales, con diversas visiones sobre las ventajas de regímenes de tipo de cambio fijo o flotante en mercados financieros liberalizados. Se menciona que en un estudio más reciente el FMI señala la importancia de mantener la libertad cambiaria y alejarse de prácticas diversas de controles de capital.
  4. Otras reformas. Se han formado grupos para revisar y proponer reformas en los sistemas de pagos y principios por los que debe regirse, con el objetivo de garantizar un funcionamiento seguro y eficiente de estos.

Las acciones y recomendaciones en torno a la nueva arquitectura incluye temáticas de gestión económica más amplios que aquellos que tradicionalmente se incluían en las acciones del FMI y del BM. La consideración de problemas por ejemplo de un buen gobierno o principios de políticas sociales o gobierno corporativo o leyes de quiebra o tribunales especiales para bancarrotas, dibuja la presencia de una percepción, entre los distintos actores, de la necesidad de reestructurar la vida institucional económica, pero también política social, especialmente en las economías de los mercados emergentes.

En este sentido Martín Werner expone:

"Para facilitar la instrumentación de estas propuestas considera conveniente fortalecer los estándares Especiales de Diseminación de Información (SDDS, por sus siglas en ingles) del FMI e incentivar a los estados miembros a adoptarlos lo antes posible".

En cuanto al Sector Público, éste también debe aportar información oportuna, integral y exacta sobre las políticas macroeconómicas instrumentales y los resultados de las mismas. Respecto a las instituciones financieras internacionales, deberán contar que la información proporcionada debe ser relevante, excepto cuando se compromete confidencialidad. A este respecto cada gobierno deberá dar a conocer de manera clara y explícita esos rubros en que explicar la confiabilidad.

Todo lo mencionado con anterioridad deberá de ser aplicable siempre que exista un fortalecimiento de los sistemas financieros nacionales, debido a que son vistos de una forma diferente de tal modo que con las crisis presentadas en los últimos años se han visto afectados por contar con sistemas financieros débiles, por lo cual se debe instrumentar un proceso que identifique los elementos más vulnerables de estos sistemas.

Para poder contar con sistemas sólidos es preciso aplicar prácticas bancarias adecuadas, sugiriendo los estándares de supervisión y regulación desarrollada por el Comité de Basilea sobre Supervisión Bancaria (BCBS, por sus siglas en inglés) la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCA, por sus siglas en inglés) y el FMI.

La aplicación de las medidas es para evitar que en el futuro se presenten más crisis financieras y en este sentido se puede ver por prevenir el sobreendeudamiento público, particularmente con respecto a la administración de deuda externa y mantener el déficit presupuestal en niveles controlables. Otra medida puede ser el autoseguro (self-insurance) en el caso de gobiernos, consiste en la acumulación de reservas internacionales que permitan cubrir temporalmente las necesidades de financiamiento durante periodos de volatilidad.

También se recomienda que el BCBS que es, en coordinación con el FMI y el Banco Mundial, desarrolle lineamientos sobre mecanismos de los seguros de depósito, enfatizando aquellas medidas que reduzcan los problemas de "riesgo moral" y selección adversa.

4.5 PROPUESTAS DEL FMI PARA RESOLVER CRISIS FINANCIERAS

La creciente integración de los mercados financieros y los avances en las comunicaciones como los centros financieros mundiales unidos por sofisticados sistemas de comunicación que funcionan las 24 horas del día, determinan que las crisis financiares rebasen fácilmente las fronteras y se extiendan a otros países.

En la reunión anual del Banco de Pagos Internacional, BPI, (Basilea, Suiza, junio de 1995), los presidentes de los bancos centrales analizaron la posibilidad de imponer controles a los movimientos de capital hacia los países emergentes, tras la crisis mexicana que golpeó a esos países y amenazó con afectar también a las naciones industrializadas. El G-7 demandó también una mayor coordinación entre el Fondo, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, la Organización Mundial de Comercio y el Banco Mundial.

En la reunión cumbre efectuada en Halifax los resultados obtenidos fueron dentro del FMI de: crear un mecanismo financiero de emergencia, caracterizándose éste por ser de rápido desembolso pero bajo una condicionalidad muy estricta; y un sistema de detección para prevenir o controlar futuras crisis financieras.

Debido a que en las ultimas dos décadas se han suscitado bastantes crisis financieras como lo fue en 1982 con la crisis de deuda iniciada en México, el crac de 1987 de los mercados accionarios, la crisis de tipos de cambio del Sistema Monetario Europeo en 1993, el desplome del mercado de bonos en los países industriales en 1994 y la crisis en México a finales de ese año de 1994 y que se nombro efecto tequila repercutiendo en Sudamérica, con lo cual las bolsas de varios países tuvieron efectos negativos, como sucedió después con Brasil y Argentina, además más adelante estallaron las crisis de Asia y la de Rusia, también con efectos negativos por lo cual los organismos mundiales principalmente el FMI, el Banco Mundial, el Grupo de los siete países mas industriales del mundo intensificaron la ayuda, buscando propuestas para prevenir dichas crisis que se agudizan con mucha más frecuencia y que crean inestabilidad mundial sobre todo en las áreas financieras, repercutiendo en la economía mundial.

Como se ha señalado, estas crisis trajeron consigo ideas sobre la reestructuración de sistema financiero internacional, sobre todo a raíz de la reunión correspondiente a 1995 de reformar las organizaciones de Bretton Woods en función de las realidades de los mercados cambiario y financiero globalizados y en extremo volátiles.

Con el fin de resolver las crisis rápida y ordenadamente, y especialmente evitar su propagación a través de la insolvencia de uno o más no sólo de los prestatarios, sino también de los acreedores que se colocan en posiciones extremadamente vulnerables y de alto riesgo, se considera fundamental por parte del FMI cuente con los suficientes recursos para restaurar la confianza en los mercados. Para que esto se lleve a cabo es necesario que los países miembros autoricen el acuerdo para incrementar las cuotas al FMI, se debe solicitar oportunamente la ayuda del FMI, de manera que se reduzca el riesgo de insolvencia. Aunque los países miembros, especialmente los Estados Unidos está renuentes a incrementar sus cuotas y más aún a aumentar las emisiones de DEG.

El FMI deberá brindar apoyo a países que presenten atrasos en sus obligaciones financieras, a fin de que instrumenten los ajustes necesarios en materia de política económica, y que así los países no incumplan en los pagos hacia sus acreedores, o bien que no frenen la salida de capitales de corto plazo que habían entrado a sus mercados en búsqueda de elevada rentabilidad..

Por ello, la ayuda del Fondo se recomienda que solamente sea aplicable cuando: el gobierno no haya tomado la decisión de interrumpir los pagos de su deuda como alternativa a aplicar reformas o ajustes económicos profundos; si se está llevando a cabo una reforma integral de la política económica; si existe evidencia de que se realizan esfuerzos, en coordinación con los acreedores, para encontrar una solución a las dificultades; y cuando el apoyo internacional sea indispensable para el éxito del programa de ajuste.

Básicamente el Fondo tiene la intención de reforzar la supervisión no sólo mediante relaciones directas con cada uno de los países miembros, sino también trabajando con grupos como el G-7 o la Unión Europea, que puedan ejercer presión entre iguales sobre sus respectivos países miembros para mejorar las políticas macroeconómicas.

Existen otras medidas que se han propuesto por parte de los organismos internacionales y de la cual se desprende la del FMI con el fortalecimiento del Sistema Financiero Internacional y lo cual busca reducir el riesgo de una crisis, principalmente mediante las reformas a la transparencia que se enfoca básicamente a la información y datos mas veraces, además que existan normas más eficaces mediante códigos de buenas prácticas de aceptación internacional ayuda a las economías funciones adecuadamente, fortalecimiento del sistema financiero, mejorando sus práctica internas, evaluación y la gestión del riesgo, c junto con la ayuda del sector público perfeccionando la supervisión y regulación del sector financiero para no rezagarse. Participación del sector privado en la prevención y la resolución de crisis para limitar el riesgo moral y fortalecer la disciplina del mercado al facilitar una mejor evaluación del riesgo, además el FMI recomienda, entre otras medidas, que la emisión de bonos soberanos esté sujeta a cláusulas de emisión colectiva. Por último esta la de mejoras sistémicas: líneas de crédito contingente, que se destacan por tratar de prevenir las crisis y ofrecen crédito con carácter precautorio a países que aplican sólidas políticas económicas para protegerlos de futuros problemas de balanza de pagos debido al contagio.

4.5.1. NUEVAS MEDIDAS DE SUPERVISIÓN

Con el Acuerdo de Basilea de 1988, formulado por el Comité de Basilea de Supervisión Bancaria estableció por primera vez un marco internacional para medir el capital regulador y fijar normas de suficiencia de capital de los bancos. Pero cuando entró en vigor, las normas mínimas establecidas habían sido rebasadas por los cambios producidos en la naturaleza de los servicios bancarios y financieros. El acuerdo que implica el establecimiento de normas mínimas de capitalización de los bancos ha estado siendo instrumentado en diversos países. Aún cuando los criterios de valuación de activos, así como aquellos relativos a la definición de los valores que pueden constituirse en capital han sido temas de discusión, de cualquier manera los bancos de casi todo el mundo han debido de irse acercando a los requerimientos de capitalización establecidos. Sin embargo, un nivel de capital adecuado no significa necesariamente que estos intermediarios estarán en condiciones de enfrentar una crisis bancaria o el "contagio" o salida de capitales producto de ciertos pánicos o temores.

De ahí que persista la preocupación de evitar o frenar la ola producida por una crisis financiera y que produce el así llamado efecto de "contagio". Lo que en realidad sucede es que se producen olas de salidas de capital a una enorme velocidad, dejando eventualmente incluso a países con economías estables en condiciones de inestabilidad y crisis. De ahí que el propio Banco de Pagos Internacionales en voz del presidente, Win Duisenberg se refiriera a la necesidad de considerar mecanismos que ayuden a frenar la velocidad de las corrientes de capital a un ritmo que se aproxime a aquel con que puedan ser absorbidas en beneficio de la economía del país respectivo.

Asimismo, la propia acta constitutiva del Fondo le confiere a éste tareas de supervisión, por ejemplo cuando se señala que el FMI puede alcanzar sus fines y llevar a cabo sus operaciones en el Convenio Constitutivo y se establece que el FMI " ejercerá una firma supervisión de las políticas de tipos de cambio de los países miembros" y "adoptará principios específicos que sirvan de orientación a todos ellos con respecto a esas políticas".

El FMI, se señala, en el ejercicio de la supervisión, procura fomentar el crecimiento equilibrado del comercio mundial, así como la estabilidad y el buen funcionamiento del sistema cambiario, alentando a los países miembros a adoptar políticas económicas adecuadas y contribuye a identificar oportunamente cuestiones y problemas para que los países puedan aplicar más rápidamente medidas correctivas.

Debido a los profundos cambios en la economía mundial en los últimos años se ha insistido en la necesidad de una mayor supervisión. Por una parte, estas nuevas y crecientes necesidades de supervisión se han reflejado en el incremento de tareas del FMI: como el número de países miembros que están recibiendo asistencia del FMI a través del asesoramiento en materia de política económica, asistencia financiera y técnica y capacitación; así como la multiplicación de tareas de coordinación con diversas autoridades financieras en cada país y con otros organismos financieros internacionales como el Banco de Pagos Internacionales.

Por otra parte, estos cambios en los mercados están haciendo cada vez más difícil para cualquier entidad supervisora llevar a cabo sus tareas. Por ejemplo, cuando la autoridad supervisora revisa ciertas cifras, éstas ya son otras debido a la rapidez con que se realizan las operaciones electrónicas, de manera que más tardan en elaborasen los reportes financieros de las entidades en que estos ya sean obsoletos. Además, las dificultades presentes para la supervisión de entidades financieras complejas, que consolidan operaciones tanto del mercado bursátil, como del crédito bancario así como de la mera intermediación de valores. De manera que entidades financieras integradas que también poseen un elevado grado de conglomeración hacen que sea difícil para cualquier autoridad financiera, incluso de las grandes economías, poder supervisar adecuadamente a esas grandes entidades transnacionales como por ejemplo Citigroup, Chase Manhattan, Deutsche Bank, J.P. Morgan, etc.

Con el objetivo de perfeccionar y reforzar la supervisión, el FMI examina periódicamente sus políticas y procedimientos en este terreno, buscando con ello acompañar las rápidas transformaciones en los mercados financieros. En 1995-96, y a la vista de los persistentes déficit presupuestales a largo plazo de los países industriales, los inminentes cambios demográficos y las crisis de los sistemas públicos de pensiones, el FMI consideraba urgente resolver el problema de los desequilibrios fiscales. También ha subrayado la importancia de un sistema bancario solvente y de reducir las rigideces de los mercados de trabajo, sobre todo en Europa. Al mismo tiempo adopto medidas para reforzar la supervisión:

1. Buscando que los países declaren datos más puntuales y completos al FMI y estableciendo normas para la divulgación de datos económicos y financieros al público;

2. Velando por la continuidad del proceso de supervisión para que permita identificar y comenzar a corregir los problemas en su fase incipiente, y

3. Haciendo más hincapié en la supervisión en tres aspectos: las cuestiones fundamentales como la evolución de la cuenta de capital; los países en los que la evolución de la economía puede tener repercusiones internacionales, y en la supervisión a escala regional.

El Fondo está convencido de que la aplicación acertada de sus recomendaciones de política económica es el mejor medio de lograr un crecimiento sostenido con estabilidad monetaria, disciplina macroeconómica, solvencia de los sistemas financieros y eficiencia de los mecanismos de mercado, todo lo cual trae consigo beneficios reales a largo plazo.

Lo que busca el FMI es que las fuerzas del mercado actúen por si solas de acuerdo a las recomendaciones que establecen, sobre todo en las nuevas economías que se han incorporado al capitalismo como es la Europa Oriental, el caso de Rusia, Polonia y los demás países Báltico, así como los países tradicionales, en América, México, Brasil, Argentina; Asia, Corea, Tailandia, Singapur, Filipinas. Sin embargo, no parecen considerar que dichas economías aún requieren de políticas económicas claramente expansivas a fin de frenar el crecimiento de la pobreza y más aún para alcanzar tasas de crecimiento del producto tales que permitan ir cerrando la brecha entre los países con altos ingresos per-cápita y los de menores ingresos. En realidad, la estabilidad para estos países requiere de un proceso de inversión acelerado, financiada de manera local principalmente con bajas tasas de interés y largos plazos de amortización. La estabilidad económica que se alcanza a través de las políticas instrumentadas por el Fondo conducen a procesos de estancamiento económico de mayor o menor magnitud y en cuanto las economías empiezan a crecer nuevamente se expresan los enormes desajustes que conducen rápidamente a la crisis y al estancamiento. El recurrente estancamiento o lento crecimiento de estas economías conduce a agravar las diferencias económicas entre las naciones sin que el proceso de globalización este mostrando capacidad para frenarla.

4.6 CONCLUSIONES

A lo largo de las últimas décadas se han suscitado notables problemas financieros y que estos no han sido resueltos por el FMI que fue la institución creada para resolverlos. Las últimas crisis financieras expresadas en crisis bancarias, como sucedió en 1987 en México, en 1994 también en nuestro país y en 1997 como sucedió en Asia y en Rusia, repercutiendo en algunos países de Sudamérica como es el caso de Brasil y Argentina, quien en la actualidad no termina de salir de dicho grave problema.

El principio para el cual fue creado el FMI ha quedado lejos de su encomienda, además porque los problemas ha resolver se volvieron diferentes, pues hoy en día son mas financieros estos que de balanza de pagos cuando se creo el FMI.

Quizás en la actualidad los encadenamientos productivos que se viven en la economía mundial o llamada grosso modo globalización, aunado a la revolución informática y transacciones electrónicas, es lo que ha determinado las ultimas crisis globales.

En un contexto más general se busca hacer del FMI encuentre un camino diferente que no ha sabido encauzar en los últimos tiempos desde que fue creado; por tal motivo se busca nuevas medidas de política aplicables a países para los cuales está dicho organismo, tratando de establecer nuevas mecanismos dentro de la nueva Arquitectura Financiera que es una de las medidas aplicables en estos años por parte del Fondo.

Por esto en la reordenación que se debe de tomar en cuenta para llevar las medidas en el terreno de las políticas monetaria, fiscal y cambiaria se debe contemplar otros factores institucionales que lo sustentan y la correspondiente reforma estructural. Es más se debe tomar en cuenta factores de tipo regional y otros como las tradiciones históricas y culturales.

Todos estos factores entran dentro del diseño que dio en nuevo Director Gerente del FMI Horst Kohler en el discurso que dio en una de las reuniones anuales:

Promover un crecimiento sostenido, no inflacionario que beneficie a todos los pueblos del mundo.

Ser un centro competente para la estabilidad del sistema financiero internacional.

Colaborar con otras instituciones encargadas de salvaguardar los bienes públicos mundiales.

Ser una institución abierta, que aprenda de la experiencia y el dialogo, y que se adopte continuamente a las nuevas circunstancias.

Además agrego diciendo " el FMI debe ser un agente activo de la mano de obra que procura que la globalización funcione en beneficio de todos".

En el debate relativo a si el FMI debe cambiar o desaparecer se considera que es necesario modificar los estatutos de votación dándole mas participación a los países más poblados y que no sea un solo un país el que tome las decisiones junto con los países más desarrollados.

O bien, podría crearse un nuevo organismo a partir de un nuevo acuerdo de Bretton Woods mundializado y como ejemplo tomaremos el de Naciones Unidas para que auspicie nuevas instituciones que respondan a las mejoras o problemas actuales como son los monetarios y financieros de un mundo crecientemente global.

Finalmente agregaría que de todas las propuestas y buenas intenciones con que cuenta el FMI, en la actualidad dista mucho de hacer cumplir con sus objetivos y que se requerirán cambios, solo podrán ser llevados a cabo mediante acuerdos entre los países hegemónicos y quienes solicitan la ayuda, sobre todo para que no traspasen la soberanía de estos últimos.

 

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Chapoy, Alma, op. cit p.233-234

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