Fuentes: Investigación económica

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Autor: Gilberto Loyo
Año: 1951
Nombre del artículo: La Ciudad Universitaria, los economistas y el futuro de México

 

Nota: Palabras del Sr. Lic. Gilberto Loyo, Director de la Escuela Nacional de Economía, en el acto de colocación de la primera piedra del edificio de dicha escuela, en la Ciudad Universitaria, el 07/08/1950

Es probable que la fuerte y sobria belleza que este paisaje que en el curso del año recorre todos los matices del verde y del gris, ejerza sobre los catedráticos, los investigadores y los estudiantes una influencia propicia de equilibrio potente en el pensamiento y la acción.

En el Pedregal se comienza a construir la capital de la ciencia y de la cultura mexicana. Es altamente significativo para la Escuela Nacional de Economía que la primera piedra de su edificio, en esta Ciudad Universitaria, se coloque precisamente en el año del primer centenario de la muerte del Dr. José María Luis Mora, fundador de la enseñanza de la Economía en México.- Es también noble significación que esta construcción se inicie en los momentos en que México, después de comprobar los progresos sociales y económicos realizados por los regímenes revolucionarios; afirma su inconformidad constructiva y su fuerte voluntad de que la Revolución Mexicana continúe su marcha para realizarse plenamente y para proyectar hacia el futuro su invariable propósito de que el progreso económico se alcance sin prejuicio de los principios de justicia social.

Para la Escuela Nacional de Economía su paso a su edifico en la Ciudad Universitaria, significara por varios años un sacrificio por los inconvenientes que para una escuela nueva de corta población escolar, constituye este cambio de local. Pero la escuela sabe que después de este transitorio sacrificio, va a recibir indefinidamente los beneficios de la convivencia de la cooperación con las demás escuelas e institutos de la Universidad, de la posibilidad de desarrollar poderosamente sus planes de trabajo en un edificio bien acondicionada y en el clima sano de colaboración y de esfuerzo que necesariamente se formara en Ciudad Universitaria.

Esto constituirá una de las obras más grandiosas del México de mediados del siglo XX y la escuela Nacional de Economía participa en esta magna obra por que tiene clara coincidencia de la misión que la Universidad y la Nación le han conferido de formar a los hombres y mujeres que promuevan y dirijan la transformación progresista; la Escuela Nacional de Economía cumplirá en esta hora y en cada momento del futuro, la misión que le corresponde de investigar cada vez con mayor amplitud y profundidad, los problemas económicos del país y del mundo, para hacer progresar la ciencia económica y para aplicarla con honda convicción patriótica y humana en beneficio del pueblo.

Tengo la convicción de que la Escuela Nacional de Economía que ya ha prestado al país importantes servicios, dará a México los hombres que necesita en cada hora de su vida: catedráticos para las aulas, investigadores para los laboratorios e institutos, profesionistas para la vida diaria, hombres de ciencia papa el adelanto de la teoría, de la historia y de los diversos métodos y disciplinas relacionados con la economía. La Escuela nacional de Economía Estará preparada para dar a México, como lo está en estos momentos, doctrinarios e ideológicos, analistas y guías, organizadores y conductores populares, reformadores demoledores y reconstructores.