H-Profesión de Economía
Historia intelectual de la profesión de economista en México, 1929-1984
Fuentes: Investigación económica
Autor: Diego G. López Rosado
Año: 1951
Nombre del artículo: La Escuela Nacional de Economía
El Lic. Narciso Bassols la creo en 1929, como una sección de la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales, de la cual era director.
Los planes de estudio de las más famosas universidades europeas y norteamericanas sirvieron de base a los señores licenciados Daniel Cossío Villegas y Miguel Palacios Macedo, para integrar un conjunto de 25 materias que debían cursarse en solo 4 años.
Estudiantes de distintos bachilleratos, profesionistas en ejercicio, burócratas y estudiantes sin ningún antecedente universitario, formaron el primer contingente de alumnos con los que se inauguraron los cursos.
La nomina de profesores incluía nombres de prominentes intelectuales mexicanos: Antonio Caso, Miguel Palacios Macedo, Daniel Cossío Villegas, Luis Garrido, Mario Sousa, Jesús Silva Herzog, José Luis Osorio Mondragón, Enrique González Aparicio, Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morín, Raúl Carranca Trujillo, Ramón Beteta, Emilio Portes Gil, Antonio Espinosa de los Monteros. La primera generación de graduados estuvo también formada por economistas destacados: José Antonio Rivera, Enrique Sarro, Miguel Manterola, Gonzalo Mora, Eduardo Hornedo, Hugo Rangel, Manuel Aguilar Uranga, Félix Chaires, Federico Hever, Alfredo B. Cuellar y Miguel Navarro.
Propiamente la Escuela Nacional de Economía no alcanza plena autonomía sino hasta que en 1935 fue designado como primer director el Lic. Enrique González Aparicio, quien como su sucesor, el Lic. Mario Sousa, tuvo que sostener una batalla constante contra la penuria del presupuesto escolar, que imponía limitaciones evidentes a todos los esfuerzos para que el fomento y desarrollo de la nueva carrera. Un paso firme en la consolidación de la Escuela fue la creación del Bachillerato de Economía en 1934, esta especialidad arraigo definitivamente en la Escuela Nacional Preparatoria, de modo que a partir del año de 1941 solo se autorizo la inscripción en la Escuela Nacional de Economía a quienes demostraron tener una preparatoria universitaria.
Muchos beneficios concretos logro la Escuela de Economía durante la administración del Lic. Jesús Silva Herzog. Noviembre de 1940; se fundó el Instituto de investigaciones Económicas, al frente del cual estuvo el inolvidable maestro Don Miguel Othon de Mendizábal, con un Departamento de Laboratorios que se confío al Lic. Manuel Bravo Jiménez. Se dio vida a la revista "Investigación económica" con el objeto de que sirviera de tribuna a los alumnos y graduados de la Escuela. Se inicio la práctica de organizar Cursos de Invierno, durante los cuales los más destacados economistas nacionales y extranjeros, banqueros, industriales, funcionarios y diplomáticos, exponen el resultado de sus observaciones sobe los problemas fundamentales de la hora presente. Para exponer en contacto a los estudiantes con la realidad se doto a los laboratorios con algunos vehículos para realizar visitas periódicas a los centros agrícolas e industriales de mayor importancia en el país.
La agitación universitaria que caracterizó la actuación del Rector Brito Foucher impidió al Lic. Alfonso Pulido Islas realizar buena parte de sus numerosos proyectos que se había trazado, al hacerse cargo de la Dirección de la Escuela Nacional de Economía en 1943.Deben mencionarse, sin embargo, como fruto de su dinamismo, la designación de profesores adjuntos y la organización de tres ciclos de conferencias, sobre la Economía de la Guerra Mundial el primero, sobre la Economía de la Guerra en México, el segundo y sobre Problemas Económicos Americanos el tercero.
En el año de1944 fue designado Director de la Escuela el Lic. Gilberto Loyo. Con el objeto de ajustar el plan de estudios con el rápido crecimiento que venía registrando el país, se proceso a modificarlo creando dos especialidades: La Orientación Bancaria y Hacendaria y la de Orientación Industrial. Al iniciarse la campaña para recaudar 10 millones de pesos para la Universidad, la escuela de Economía participo activamente, logrando reunir hasta 2 millones de pesos; por ello, uno de los edificios que primero se construirían en Ciudad Universitaria es el que ocuparan en breve los futuros economistas. La adquisición de nuevos vehículos permitió concluir a un mayor número de estudiantes en las visitas que periódicamente se organizan hacia los centros fabriles y agrícolas. Muchos pasantes encontraron un verdadero estimulo y una provechosa orientación en la redacción de sus tesis, al ponerse en vigor, en 1945, el Reglamento de Exámenes Profesionales que establece el nombramiento de consejeros y revisores de los trabajos que presentes los alumnos para optar por el grado de Licenciado en Economía. En los Cursos de Invierno, han seguido visitando la escuela distinguidos economistas extranjeros como: Hansen, Haberler y Laufenburger.
Desde que en 1930 el Lic. Silva Herzog organizo la Oficina de Estudios Económicos de los Ferrocarriles Nacionales de México, se han ampliado considerablemente las fuentes de trabajo para los economistas. En 1933 se fundó el departamento de Estudios económicos de la Secretaría de la Economía Nacional. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público fundó en 1934 una Oficina de Investigaciones Económicas, dependiente de la Dirección General de Ingresos. En 1935, un economista, Miguel Navarro Zayas, ocupa la subjefatura de la Oficina de tarifas de Vías Generales de la Secretaría de Comunicaciones. Algunas instituciones nacionales organizaron un departamento de estudios económicos; el primero en funcionar fue el Banco de México, después siguió el del Banco Nacional de Comercio Exterior y el de Nacional Financiera. Más recientemente el Banco Nacional de Crédito Agrícola y del Banco Nacional de México, S.A.
Los economistas actualmente desempeñan puestos de responsabilidad en los gobiernos de los estados, en comisiones de expertos de Naciones Unidas y en empresas privadas de carácter: bancario, industrial y comercial. Siendo tan reducido el número de graduados de la Escuela de Economía, es realmente meritoria la labor que están llevando al cabo de los diferentes campos de la economía nacional y privada; la mayor inquietud que anima a la mayor parte del alumnado de la Escuela de Economía se refleja en el considerable número de ellos que han ido a especializarse en universidades extranjeras de Estados Unidos, Canadá, Europa y muy recientemente Australia. El extinto comité de Aforos y Subsidios al Comercio Exterior concedió cerca de 10 becas que se distribuyeron entre los economistas que allí prestaban sus servicios. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha enviado hasta la fecha a más de 15 de sus economistas a diferentes universidades con el objeto de preparar expertos en administración pública y en sistemas fiscales. Quizá sea el Banco de México la institución que posea el sistema mejor organizado para proporcionar a su personal técnico la oportunidad de adquirir una especialidad en centros del extranjero y es por ello que ha otorgado mayor número de becas que cualquier otra institución
La Escuela Nacional de Economía no aspira a convertirse en el centro docente de mayor atracción para los estudiantes universitarios; su anhelo mayor es continuar preparando grupos pequeños de economistas, pero que se distingan por su sólida preparación científica y por su profundo sentido humano para comprender y resolver los seculares problemas de nuestra patria